9. Un momento a solas.

1.6K 306 24
                                    

Dos semanas habían pasado y Jimin seguía sin contestar las llamadas de Taehyung.

Era verdad que al menos ya tenía las cosas más claras con respecto a su ex esposo. Nisiquiera sabía que tenía una angustia constante en su pecho hasta que está desapareció al hablar con él.

Lamentablemente para todos, Jimin había tomado este tiempo para estar solo y pensar que demonios había sucedido en su vida en estos últimos años. Era duro darse cuenta que había estado ignorando la realidad. Pero entendía el por qué, dolía, más de lo que jamás admitiria.

Estaba en su oficina mirando por la ventana, en silencio.

El teléfono volvío a sonar en sus manos.

Era Taehyung.

Dudo en tomar la llamada, pero, ese día era su cumpleaños.

Cuando tomó la llamada percibió que ya no estaba enojado con él, tenía que admitir que ahora lo evitaba más por una travesura, quería que en verdad él tuviera un escarmiento.

-Si diga...

- Tenía planeado ir yo mismo a meterme a esa junta que dice tu asistente que siempre estás, no había manera en que hoy no contará con tu presencia en mi fiesta, por qué si no venías tú entonces yo cancelaría todo.

-Mmmm una fiesta, interesante, yo amo las fiestas. -Dijo Jimin fingiendo demencia-lo malo es que yo no voy a fiestas de gente traicionera.

-¿Traicionero yo? -Taehyun alzó la voz indignado- Fue mi hermano el que me llamó y me dijo que él se encargaría.

Si, como no.

-Encima mentiroso.

-Jimin, en verdad te lo digo, el imbécil de mi hermano me dijo que arreglaron todo, que hablaron de sus asuntos, entonces por qué importa ya lo que pasó, lo importante es que hoy es mi cumpleaños y te quiero como regalo esta noche en mi casa, te espero a las ocho de la noche, no faltes, por qué si no, seré capaz de ir por ti no importa que estés en el final del mundo.

Jimin iba a decir algo pero la llamada estaba colgada.

Sonrió mirando la pantalla.

Con el paso de los días había comenzado a extrañarlo.

Luego regreso a trabajar.

.

Antes de irse se le ocurrió que sería bien ir a ver qué las máquinas estuvieran trabajando bien, a pesar de tener varios técnicos muy buenos, siempre era bueno que se sientieran apoyados para que hicieran un trabajo más efectivo.

Pero justo cuando cruzaba por uno de los pasillos no se dio cuenta que un montacargas venía directo a él. El operador desvío el aparato con rapidez y logro esquivarlo, pero no pudo evitar estrellarse contra el muro de lado izquierdo, Jimin procedió a subir rápidamente para apagar el montacargas y sacar la llave que lo encendía, el operador estaba inconsciente pues se había golpeado la cabeza, de lado donde había rebotado salía sangre.

Los operadores se acercaron y ayudaron a estabilizarlo en el suelo.

Jimin tenía miedo.

No era muy bueno con las impresiones, solían dejarlo muy mal.

-Esta vivo -Dijo el oficial de la enfermerí, luego de tomar su pulso.

El chico se empezó a despertar y Jimin sintió que le regreso el alma al cuerpo.

-Lo lamento Jefe, no debí estar distraído -Jimin se acercó y sonrió.

-Lo importante es que tú estes bien.

Casi PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora