Casi Perfecto

8. Ese par de anillos.

—Soy un asco de persona, soy un asco.

Subió las escaleras lentamente mientras eso se repetía en su cabeza.

—Le doy asco, como pude estar tanto tiempo enamorado de alguien a quien le doy asco.

Las lágrimas se derramaban libremente por sus mejillas, entró a la habitación que compartían de casados y fue directamente al clóset para sacar una de sus pijamas de seda, necesitaba bañarse.

—Todo podría  mejor si solo desapareces del plano Jimin, todo lo haces mal, todo todo todo. —Se quejó buscando en la parte de arriba una toalla limpia.

—Jimin ¿puedo pasar? —La voz de Jungkook retumbo por la habitación, antes de que Jimin pudiera contestar la puerta se abrió y él entró.

Jimin de inmediato bajó su rostro, estaba tan avergonzado. Incluso su estado sucio le hacía sentir un tipo de sentimiento que jamás habia experimentado. Tal vez era auto repulsión.

—¿No has terminado de insultarme? —Dijo volteadose para esconderse lo más que pudo con la puerta del armario.

—No no es así, yo vengo a pedirte perdón por todo lo que te dije,  estaba tan enojado que no medí mis palabras, Jimin ... Perdoname.

Jimin miró al suelo y sin poder entender el por qué en su pecho algo se libero, comenzó a llorar. Le habían dolido tanto sus palabras, no quería quedarselas para siempre en su mente quería borrar su memoria.

—No me das asco, eso no es verdad, yo solo quería que me dieras tus razones, por qué no has querido hablar conmigo.

Jimin lo sabía, pero es que sentía tanta vergüenza con él y con todos los que se enteraron del asunto.

—He ido a cada reunión buscando la oportunidad para poder hablar contigo pero jamás hemos podido y luego llegó el divorcio firmado ¿Como crees que me senti?

Eso lo molesto demasiado, en realidad el no lo busco por qué entonces Jimin jamás se hubiera negado a hablar. Pero no quería volver a sentirse herido por eso, suficiente había llorado por esa situación.

—Tu lo firmaste también, en realidad no hay nada de que hablar, entre tú y yo ya no hay nada, querías explicaciones allí las tienes ahora vete de aquí...

Jimin lo vio acercarse.

Luego se notó envuelto en sus brazos.

No había manera de parar sus lágrimas.

A él le gustaban los abrazos de Jungkook.

Quería de eso siempre.

—Lamento todo, toda esta estúpida situación.

Jimin cerró los ojos cuando él lo acercó más y presiono la herida de su frente.

Lo empujó en respuesta.

—Auch me lástimas —Dijo entre lloriqueos —Ni siquiera deberías estar aquí.

—Que dices, lo que quiero ahora es que dejemos en claro nuestra relación.

Jimin estaba confundido.

¿De que relación hablaba?

—Di-vor-cio qué parte de eso no está claro. —Su voz sonaba más dulce de lo que el hubiese querido.

—Jimin...

—No.

Dijo escabullendose de sus brazos y entrando al baño.

—Vete estarás si dejas el pasado atrás.

.

Una hora despues Jimin estaba sentando en la cama esperando que Jungkook trajera las vendoletas para sanar su herida.