Casi Perfecto

17. Primera llamada.

Jungkook estaba sentado en el remoto rincón del bar del hotel con una copa de whisky frente a él, su expresión atormentada y su mente sin mejora alguna, miraba el teléfono con enojo esperando tener el valor de hacer una llamada prohibida.

Estaba frustrado pero más que eso, se sentía más solo que nunca.

Últimamente Yoongi no quería pasar tiempo con él más que el necesario del trabajo y eso le iba aún peor, pues no tenía nada con quién distraer sus pensamientos.

Su vida estaba siendo un desastre total.

No tenía ningún derecho de importunar a Jimin con sus asuntos no después de todo lo que había pasado entre ellos. Se sentía fracasado en muchas maneras pero no quería que esa llamada fuese tomada para pedir ayuda.

El día siguiente tendría una licitación con una cadena de ropa y no se sentía capaz de lograr convencer a los inversores que pusieran su confianza en su empresa.

No estaba preparado mentalmente.

Pero tenía que ser fuerte para afrontar sus resultados, muchas veces se proclamó autosuficiente y despreció la ayuda que le dieron.

Dejó caer el teléfono de sus manos y tomó un sorbo del líquido, el cual quemó su garganta alejándolo por un instante de esa insana sensación.

En verdad solo tenía muchas ganas de escuchar su voz un momento, sin afán de nada, solo escucharlo.

Olivander, así se llamaba el hotel, ofrecía un servicio de compañía el cual Jungkook había rechazado, en ese momento una joven se acercó a él.

-Disculpe Señor le gustaría algo de compañía.

Jungkook podía apreciar la belleza de la joven, pero no se sintió atraído así que negó con cortesía. Tal vez esa era razón por la que Yoongi se estaba portando como un cretino con él, tenía tertulias con una chica y lo dejaba de lado. Que traicionero.

La chica le sonrió apenada y se alejó de él.

A lo mejor por qué se sentía un poco borracho enumeró sus problemas uno a uno, uno de los más importantes era que tendría que buscar un lugar donde quedarse cuando regresará a Seul.

Tomó su teléfono para hablar con Taehyung y pedirle disculpas por haberlo agredido pero sus dedos no pulsaron el nombre correcto pues de un momento a otro apareció el nombre de Jimin en la pantalla.

La reacción en súbito que experimentó al querer terminar la llamada lo hizo tirar el teléfono en la mesa haciendo así que la llamada se enlazará.

Era tal vez media noche en Corea así que era muy problable que Jimin estuviera durmiendo.

Y si no, tal vez estuviera ocupado con otros asuntos.

Su mente le jugo una mala pasada en el tiempo en que la llamada fue contestada.

-¿Hola? -Contestó Jimin desde el otro lado.

Jungkook sintió que todos sus pensamientos se disolvieron y tomó el teléfono para ponerlo en su oreja.

-¿Quién es? - ¿Jimin había borrado su número?¿No se acordaba de su nombre?

-Soy yo -Dijo un poco molesto por tener que identificarse -Jungkook.

El silencio desde el otro lado le hizo sentir inseguro.

-Lamento la hora ¿ya dormías?

¿O estás teniendo una cita con tu nuevo novio?

-No, aún no -Lo escuchó toser y aclarar su garganta, aún así su voz sonó suave y adormilada -Dime para que me llamaste ¿Paso algo?

Jungkook bajó su rostro, habían pasado tanto de que no lo escuchaba, el alivió que sintió solo con sentirlo tan cerca. Lo había extrañado demasiado. Trató de recuperarse de aquella impresión y su mente voló.