Para protegerla

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The infernal prince

Capítulo 20

Para protegerla

Pov Abaddon

Cassio me estaba poniendo los nervios de punta, parece olvidar que no soy muy paciente, y que últimamente me descontrolo con facilidad.

—Está tardando mucho en volver... —dijo por quinta vez exagerando, apenas pasaron unos minutos desde que Yusuf se la había llevado.

Francamente, el vampiro no estaba ayudando.

—¿Y si voy con cualquier pretexto? Es mejor que uno de nosotros esté con ella, con la reina nunca se sabe lo que tenga en mente...

—¿Por qué no ocupas tu mente en algo más? Si vas ahora, Lilith sospechara, siempre quieres estar lo más lejos posible de ella, ¿Y ahora pretendes ir a buscarla?

—¿Cómo puedes estar tan tranquilo? ¿Tienes alguna idea de lo que le puede estar haciendo ahora mismo?

¿Qué si tenía una idea pregunta?

Si alguien conoce a la reina de los condenados y sus perversos alcances, ese soy yo. No hay nada más que quiera hacer en este momento que correr hasta los aposentos de Lilith y arrancar a Daisy de sus garras, llevármela muy lejos y ocultarla donde nadie la encuentre jamas. Pero con eso solo conseguiría desatar una exhaustiva cacería en nuestra contra con todos los príncipes infernales detrás de nosotros. Soy poderoso, pero no podría con todos al mismo tiempo si tengo que protegerla a ella.

Ya me costó mucho tener que hacer publico su castigo para no levantar sospechas, pero ese imbécil de Yusuf tuvo que acudir a la reina para satisfacer su sed de venganza.

Por su culpa es que casi la pierdo, fue él el que envió esa horda de penitentes al bosque, no tengo pruebas, pero estoy seguro. Ya me encargaré de cobrarle su atrevimiento.

Después de rescatar al cachorro en aquel callejón llevé a rastras a Daisy por su constante osadía, estaba tan encaprichada con hacerse la mártir que no se percató de que el demonio cenizo nos seguía, desobedeció mis ordenes y vino tras de mí con el único propósito de probarme y no podía matarlo por que servía a mis planes, necesitaba de alguien tan mezquino como él para que mantuviera informados a los otros sobre mis "crueldades" infringidas a la asesina de Zadist. Debí suponer que se aliaría con la vampiresa. Eso no me lo esperaba. Dejarlo vivo es un error que no pienso volver a cometer.

Esa noche, mientras estaba inconsciente, sane lo mejor que pude sus heridas, tener que lastimarla de esa manera era una agonía, no la curé del todo por temor a que el demonio cenizo estuviera viendo, de vez en cuando el viento arrastraba su podrida hediondez hasta nuestro campamento, así que no podía estar muy lejos.

Daisy comenzó a despertar y fingí que me quedaba dormido, había pescado unos cuantos peces en un riachuelo cercano con el pretexto de alimentar al cancerbero cuando en realidad lo que quería era alimentarla a ella.

Escuchar sus quejidos de los raspones que dejé sin sanar hacia que algo dentro de mi se encogiera y me quitaba la respiración.

Despertó con hambre y sed, la escucho moverse con sigilo, dubitativa. El cancerbero se mueve debajo de mí.

—Te daré más si no haces ruido —le advierte, una de mis comisuras se estira en mis labios, pequeña tramposa, se atreve a sobornar a mi mascota.

Aunque, a decir verdad, el perro la quiere, a su manera y a ella no parece desagradarle, ¿Cómo podría ser de otra manera siendo quién es?

The Infernal PrinceWhere stories live. Discover now