، 🌼 : Capítulo 16

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Cerró de un portazo la puerta del coche retumbando el sonido seco en sus oídos, después de un día largo y cansado tenía todavía que venir a hablar con su 'hermanito', ¿por qué siempre le tocaba dar las malas noticias? No era un jodido mensajero. Estuvo un buen rato esperando a que los de seguridad lo dejaran pasar ya que al parecer Jungkook tenía que autorizar su entrada.

Cuando por fin su hermano se dejó de rogar entró estacionando su coche en algún espacio desocupado en su estacionamiento privado, él si que sabía como gastar bien su dinero.

Presionó el botón del ascensor para ir directo a la parte de arriba, Jongsuk cerraba sus puños con fuerza a la vez que mordía su mejilla interior importándole poco si se lastimaba, odiaba todo. Las puertas se abrieron, con solo dar tres pasos pudo visualizar a Jungkook a unos dos metros de él, estaba cruzado de brazos con cara de no querer verlo en ese momento ni nunca, aunque sea estaban a mano.

—¿A qué se debe tu visita? —rodó los ojos, no trató ni aunque sea un poco ocultar su tono de molestia.

—Tranquilo Jungkook, yo tampoco quiero estar aquí —llegó hasta quedar enfrente de él, frunció el ceño al sentir un olor familiar—. Solo venía para darte noticias de nuestros padres... claro si te interesa.

Jungkook suavizó su rostro, asintió y le indicó que lo siguiera a su oficina. Al cerrar las puertas Jongsuk fue directo al sillón donde tomó asiento cómodamente recargándose en el respaldo, Jungkook rodó los ojos.

—Habla —ordenó recargado en el escritorio.

Suspiró —Papá estafó a gente importante por millones Jungkook, millones —recalcó mirando su reloj—. Y ahora está prófugo con mamá...

—¿Y eso qué tiene que ver conmigo?

Sinceramente a Jungkook le valía una mierda lo que sus padres hicieran.

—Oh tonto Jungkook, somos sus hijos, ¿lo recuerdas? Nos llevan entre las patas, a mi me acaban de sacar de la empresa y quitar la mitad de mis bienes —apretó los dientes mirando a Jungkook con ojos oscuros, se paró.

—Eso pasó porque tú siempre estuviste detrás de ellos, nunca te superaste e hiciste tus cosas aparte, todo esta mierda se venía venir, mi padre nunca a hecho nada legal y lo sabes, todavía le queda mucho que pagar —escupió con enojo—. A mi no me pueden decir ni hacer nada porque lo que tengo no tiene que ver con ellos, en cambio tú, ¿acaso tienes algo que hayas ganado por tu propia cuenta Jongsuk?

—Eres un imbécil Jungkook.

—Pues este imbécil tiene donde dormir, ahora, vete de mi casa.

—¿No harás nada para ayudarlos? Eres su hijo, por lo menos preocúpate —lo jaló del brazo para que detuviera sus pasos.

—Sabes muy bien que ellos no llegaron a ser unos padres para ambos —levantó la voz—. Nunca en nuestra puta vida estuvieron con nosotros y ahora, ¿yo debería preocuparme por ellos? Abre los ojos Jongsuk, te están utilizando a ti también y te hundirás con ellos —gruñó empujándolo para que dejara de jalarlo.

—Siempre fuiste un malagradecido y aún así obtuviste más que todos —regresó él empujón pero esta vez con más fuerza haciéndolo tambalear.

—No pelearé contigo porque no vale la pena, deja de comportarte como un crío y vete de mi casa.

Su aroma agrio quedó en el aire al momento de irse por la puerta, Jungkook lo siguió. Jongsuk volteó hacia el sillón donde un omega estaba sentado jugando con su deditos, había escuchado los gruñidos y se había asustado. Levantó la vista enfocando su mirada en Jongsuk, Jungkook llegó hacia ellos.

—Lárgate de aquí ahora.

—¿Lo estás cortejando? ¿En serio Jungkook? —se burló al ver el collar colgado del cuello del omega.

—Eso a ti no te importa y por milésima vez lárgate.

Negó con la cabeza murmurando un "la cagarás como la primera vez", el cual sólo Jungkook escuchó. Cuando las puertas del elevador se cerraron se talló la cara con sus manos desesperado, Jimin se paró del sillón y a pasos cortos llegó para abrazarlo, soltó sus feromonas dulces lo cual a Jungkook lo tranquilizó.

Devolvió el abrazo perdiéndose en el exquisito olor que danzaba a su alrededor embobandolo aún más, trató de mantener la postura para no asustarlo ya que cuando se enojaba perdía el control y hacía estupideces.

—Ya alfa bonito, ¿qué pasó? —preguntó tímidamente al sentir el cuerpo tenso del alfa.

—Mis padres hicieron unas tonterías pero no hay nada de que preocuparse, todo está bien. Ya es tarde deberíamos ir a dormir —besó su cabeza, deslizó su mano por su bracito antes de llegar a su manita para entrelazarla con la de él.

🌼

Despertó con las sábanas oscuras enredadas entre su cuerpo, vestía solo una camiseta grande de Jungkook, los rayos del sol por primera vez no estaban en su rostro gracias a las gruesas cortinas, sonrió acurrucándose en la almohada. Tanteó el lugar del alfa frunciendo el ceño cuando sintió el lugar frío y vacío, hizo un mini pucherito sentándose en la cama, miró la habitación esperando encontrar a Jungkook, pero no estaba.

Antes de que pudiera ponerse más triste el alfa apareció por la puerta con una gran sonrisa y una bandeja de plata en las manos. Jimin lo miró hasta que se acercó y dejó esta en la cama.

—Buenos días Sol, te he traído el desayuno —dio la vuelta a toda la cama hasta llegar a su lado y treparse, besó la mejilla del menor.

—Buenos días, alfa —regresó el beso pero este impactó cerca de sus labios.

El alfa satisfecho acercó la bandeja dejándola en medio de los dos, con cuidado de no tirar nada.

—Nana hizo tostadas francesas con un poco de fruta, traje café y también jugo recién hecho por si no lo querías, si no quieres comer esto puedo pedir que te preparen otra cosa, no te...

Jimin lo calló besándole los labios.

—Está todo perfecto así —acarició su mejilla con su cálida manita.

El alfa sonrió y asintió, comieron en un cómodo silencio y el sonido de los cubiertos chocar contra los platos. De vez en cuando como ya era costumbre, Jungkook le daba de comer en la boca al omega haciendo tiernos soniditos, estar aún bajo las sábanas con el calor del alfa se sentía tan cómodo y perfecto, quería que los días pasaran rápido para pasarlos todos con él.

Jimin no había notado aún la cajita que estaba a un lado de los platos, estaba tan sumergido en el sabor hipnotizante de la comida y la agradable compañía de Jungkook.

Carraspeó tragando su último bocado, Jimin lo miró unos segundos mientras tomaba de su jugo.

—Es el segundo día del cortejo y sabes que conforme pasen los días, los regalos serán un poco exagerados —se encogió de hombros, abrió la caja revelando ahora un brazalete de perlas brillantes—. Cuando lo vi, me hizo recordar aquella vez que me contaste de tu sueño raro.

Jimin rió tratando de ocultar su vergüenza, porque Jungkook se había acordado aunque eso fue meses atrás.

—Bueno, ahora tendrás unos, prometo más adelante llenar cada espacio de perlas solo para verte feliz —finalizó sacando el brazalete de su estuche—. ¿Me permites?

Jimin asintió estirando su mano para que colocara el lindo accesorio en su muñeca, lo abrochó quedando perfectamente a la medida. Lo miró unos segundos girando su mano para verlo.

Se impulsó hacia arriba quedando de rodillas frente a Jungkook, rodeó su cuello con sus delgado bracitos apretándolo con amor queriendo hundirse y ser uno solo para siempre.

margaritas › kookminWhere stories live. Discover now