، 🌼 : Capítulo 18

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Los días pasaron rápido sin darse cuenta y los regalos por parte del cortejo inundaron su pequeño departamento donde casi no podía caminar, desde la entrada también estaban los grandes arreglos florales que olían increíble, osos enormes que llegaban cada hora.

Y ni hablar del joyero de madera fino repleto de collares, pulseras, relojes de diamantes que descansaban en la repisa de su habitación.

Jungkook estuvo al tanto de todo, si no estaba cómodo le preguntaba, si en su cara había una mínima mueca cancelaba todo. El martes habían ido a cenar ya que el alfa quería una noche con él fuera de casa, salieron a escondidas de Chiyo la cual desde que había llegado les cocinaba y si comían fuera se molestaba.

Cuando llegaron Jungkook notó las miradas de los y las alfas del lugar en Jimin, el cual estaba tan perdido en el agarre posesivo en su cintura. La gota que derramó el vaso fue cuando un alfa viejo le hizo comentarios vulgares al omega, Jungkook salió al instante del restaurante solo para dejarlo en el coche.

—¿Alfa qué haces? —preguntó Jimin al ver que Jungkook se estaba quitado el saco.

—Quédate aquí, en unos minutos regreso.

Y después de media hora regresó con una sonrisa pintada en el rostro con la camisa remangada hasta los codos y pequeñas gotas de sangre. Jimin negó con la cabeza escondiendo su sonrisa en la palma de su mano.

Al cerrar la puerta detrás de él recargándose en esta se dijo a sí mismo que ya era hora, no tenía porque esperar más. No necesitaba más regalos porque estaba convencido desde mucho antes, justo desde el primer 'hola' él ya estaba seguro que era de Jungkook.

Era gracioso todo esto porque por parte de Chiyo se enteró que Jungkook estudió años atrás en la misma preparatoria que él, Jimin tiene recuerdos borrosos de esos años pero puede decir que lo sintió. Sintió lo cerca que su destinado estaba, tal vez ese no era el momento exacto en el que tenían que encontrarse, el destino fue escrito perfectamente para ellos y ahora están juntos, ahora y lo que resta de la vida.

Puede jurar que nunca sintió algo tan grande como lo siente ahora con él, estuvo con muchas personas, unas jugaron, otras tal vez si demostraban amor sincero, pero él buscaba algo especial hasta que se dio cuenta que todo lo que necesitaba lo tenía Jungkook.

Namjoon lo estaba acompañando esa tarde, ambos sentados en el sillón apachurrados por todas las cosas que había a su alrededor. Había una película reproduciéndose en la televisión, se le había olvidado de que era pero podía ver un barco con cientos de personas corriendo a la vez que gritaban.

—Mira —apuntó con su dedo la televisión—. Ella es la mala, con su pinta de señorita bonita se va a ganar la confianza de los demás tontos y los va a matar, que astuta.

Explicó detalladamente cómo si Jimin estuviera poniéndole atención a la película.

—Pero no le va a durar porque la van a matar de todos modos, ¿o si vive? —frunce el ceño recordando la escena.

—Namjoon ya la has visto, ¿por qué la vuelves a ver? —Jimin ladeó la cabeza.

—Quería ver si esta vez no se mueren todos —bebió de su lata de refresco.

—¿Qué? ¿Osea que la ves varias veces para ver si algo cambia? —carcajeó ruidosamente echando la cabeza hacia atrás.

—¿Cuál es el chiste?

—En serio creí que el estúpido era Jin —limpió las pequeñas lágrimas que habían caído de sus ojos sin parar su risa.

Namjoon lo miró serio, Jimin negó con la cabeza riéndose aún más.

margaritas › kookminWhere stories live. Discover now