، 🌼 : Capítulo 38

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¿Era normal no poder hacer nada? En estos momentos se sentía como una bola gigante, sus pies tenían una rara forma como de tamal por lo hinchados que estaban, el doctor le recetó reposo absoluto después del quinto mes.

Jungkook ha estado al pendiente de él al cien por ciento, nunca lo ha dejado solo ni siquiera cuando quiere ir al baño o para darse la vuelta al dormir.

Jimin a parte de cansado se encuentra fastidiado, quiere salir a sentir el agua de la piscina en sus pies, tocar el pasto o ver las aves, ir de compras, andar de allá para acá, pero su pancita que no es tan pancita porque se ve gigante no le deja estar más de un minuto parado.

No habla sobre ellos ya que de solo ver a su marido agitado y con los rizos entre sus piernas lamiéndolo de esa manera, uff, se le olvida por completo todas sus indiferencias. Él trata de hacer que se distraiga y no de la manera de salir, si no de sentir, y por lo que ve, está funcionando a la perfección.

—¿Así está bien, amor? —el alfa le dice en un gemido ahogado.

Jimin no puede hablar solo tiene los ojos cerrados con la cabeza ladeada, quiere cerrar un poco las piernas pero la deliciosa sensación y los brazos de su esposo se lo impiden, sus piernas están sujetas por sus manos aplastadas sobre el colchón.

—Jungkook... un p-poco... —se ahoga por la estimulación.

El doctor fue algo claro, dijo que el omega estaría con las hormonas alborotadas y con ganas de estar pegado al alfa. Al principio no lo necesitó tanto, pero esta última semana ha querido que esté allí, ve el cansancio en su rostro y quiere recompensarlo pero ni siquiera puede moverse.

Por otro lado, Jungkook no necesita más que sus dedos para que él esté tranquilo, no puede haber penetración, bueno si se puede, pero Jeon no quiere arriesgarse tanto, prefiere esperarse a que el omega esté completamente recuperado del parto.

Siente como Jimin tiembla, casi termina y lo comprueba cuando el líquido viscoso sale disparado.

El último gemido por parte de los dos da por terminado su rápida sesión caliente.

Jungkook sonríe maravillado besando la pancita de Jimin, emocionados cuando esta se mueve.

—Soy el más afortunado.

—Te amo alfita, ahora ayúdame a limpiarme —el pelirrojo le manda un beso fugaz que atrapa con su mano y la lleva directo a su boca.

🌼

Esto de ser madre primerizo es difícil, mucho más cuando vienen tres al mismo tiempo.

En estos momentos lo que más ha amado es, comprar ropita.

Ahora mismo está en una página en internet donde trata de encontrar algo para sus cachorros, quiere que los tres vistan igual el tiempo que puedan vestirlos ellos, porque sabe que ellos querran vestirse solos cuando entren en esa etapa donde empiezan a conocer sus gustos por la moda o quererse ver "aesthetics". Para reconocerlos si llegasen a ser todos de un solo género les colocarían pequeños brazaletes en sus muñecas, por petición de Jungkook.

Hablando de Jungkook, él por primera vez en todos estos meses ha salido.

Sus mejores amigos han quedado en salir a algún bar a beber y le hicieron la invitación. Se lo pensó mucho porque no quería dejarlo solo, pero luego de una larga plática donde Jungkook le decía que no hacía falta que él saliera pero en el fondo si quería ir, al final aceptó, pero solo serían unas horas.

Entonces, esa tarde el alfa se alistó, se puso sus mejores prendas para ir al bar y su mejor loción, con un último beso se despidió de él y de sus bebés.

Jimin no recuerda la última vez que salió a un bar, por dichas razones le daba mucho miedo, él era más de fiestas en casa con gente conocida. Aún así no le daba mucha emoción, ahora que tiene esta responsabilidad quiere ocuparse y centrarse solo en eso, no quiere decir que solo estará metido en el mundo de la maternidad y etcétera pero le gustaría ser lo mejor para ellos y estar al tanto de todo lo que pase.

Ahora que lo piensa mejor, Jungkook tiene mucho que no toma, tal vez llegue aquí a casa mareado o necesite un bote para vomitar, se ríe al saber que tal vez mañana amanecerá con un dolor de cabeza.

Sigue en busca de conjuntos lindos, chupetes, carreolas y pequeñas andaderas.

Jungkook ha querido hacer unas reformas en la casa ya que quiere agrandarla, unas dos habitaciones más tal vez y quitar unas cuantas paredes para poder tener a la vista hacia la sala y la cocina, quiere preparar todo para el futuro o, también estaba en sus planes cambiarse de casa, todo podía pasar.

Cierra el computador y mira la hora, ya eran pasadas de las doce, su alfa se fue hace cuatro horas.

—Ni una llamada, tal vez la fiesta se está poniendo buena.

Y los ojos empiezan a pesar, tiene a la mano todo, hasta eso Jungkook le dejó todo lo que podía ocupar, algo de botana, botellas de agua, sus medicinas y vitaminas, el control de la tele y más comida.

Por último recurso prende la tv y busca directo una película, ahora que lo vuelve a pensar, Jungkook no le ha hablado. Se lo piensa mejor y empieza a preocuparse, quiere hablarle pero que tal si interrumpe algo.

Antes de poder hacer otro movimiento escucha ruido en la parte de abajo, se asusta pero escucha unas cuantas voces más conocidas, no puede moverse por lo tanto espera a que lleguen hacia él.

Y escucha como se arrastran varios pies, unas risas, golpes y más risas.

La puerta se abre, Jongsuk y Taehyung traen a Jungkook a rastras, Namjoon viene detrás de ellos con los ojos rojos y un olor conocido.

—¿Qué le pasó?

—Tal vez se pasó de shots aunque no estaban tan fuertes —dejan el cuerpo medio dormido de Jungkook a un lado de él y busca enseguida su olor.

Se acurruca y murmura cosas que no llega a escuchar.

Jongsuk se acuesta también en la cama y los demás lo siguen. Y Jimin se desconcerta un poco pero entiende el cansancio de todos, Namjoon se queda tirado en el piso y si, durmieron los 5 en la misma habitación. Parece un poco raro pero solo se ríe.

Veremos que sucede cuando todos despierten mañana.

margaritas › kookminWhere stories live. Discover now