، 🌼 : Capítulo 30

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Jungkook le mira sin aún creer del todo sus palabras, ¿así de fácil lo dijo?

—¿Hablas en serio Jisung? —pregunta arrastrando las palabras en su lengua.

—Por supuesto, nunca jugaría contigo Jungkook, lo sabes. Ya no soy el mismo de hace años y puedes contar conmigo.

Él le sonríe amistosamente.

Jisung no había cambiado nada, su corte de pelo es el mismo y su color, hasta la forma en como lo peina, su estilo está intacto con esos trajes finos sin usar corbata porque siempre le molestó, la joyería que usa es muy fina pero para nada llamativa, solo elegante, sin duda él era genial.

El alfa asiente convencido por sus palabras, olvida de momento todo y su mente se vuelve en blanco antes de empezar a visualizar, en su mente llegan imágenes de lo que posiblemente pueden hacer y las consecuencias, mierda porque pensó eso. Jisung se para de su asiento y da la vuelta al escritorio para llegar hacia el alfa, se queda a unos centímetros de distancia y se recarga en la madera dejando sus dedos entrelazados frente de él.

—Sé que piensas en lo malo ahora mismo, puedo olerte —frunce la nariz y al final ríe—. Solucionaremos esto, iremos y le patiaremos el culo a tus padres.

🌼

Ni siquiera podía imaginarse todo eso en su boca, era grande y apetitoso, el líquido espeso blanco resbalaba por la punta de sus dedos, muerde su labio analizando como meterla a su boca. La muerde llegando sólo a la mitad, esa rebanada de pizza media treinta y cinco centímetros.

Limpia su boca con su camisa, las puertas de la cocina son abiertas y Jungkook aparece con una sonrisa en el rostro.

Jimin deja sus cosas de lado y se para de mal humor.

—Jungkook puedes explicarme dónde estabas —simplemente se quedó parado frente a él, sin darle beso.

—Tuve problemas en la oficina —miente.

Miente porque tiene que protegerlo.

—¿Y tu maletin? —mira sus manos vacías las cuales lleva a sus bolsillos para meterlas ahí.

Olfatea a su alrededor y frunce el ceño, lleva su mano a su boca para taparla, niega con su cabeza.

—¿Por qué hueles a otro omega? ¿Qué hiciste Jungkook? —cuestiona, su omega estaba dolido.

—Yo... Yo puedo explicarlo, solo escúchame, ¿si?

—Claro. ¡Estuviste con alguien más! —grita y sale de la cocina empujado al alfa sin siquiera moverlo.

Jungkook gruñe frustrado y corre detrás de él.

—Bebé no es nada de eso, nunca te engañaría y lo sabes, antes muerto —lo toma del brazo y hace que lo mire a los ojos tomándolo suave de la mandibula—. Solo tengo ojos para ti.

Y besa sus labios, Jimin olvida por un momento, las manos de Jungkook bajan hasta sus caderas y ahí las deja mientras tanto el omega enreda sus brazos a su cuello. Pero como todo lo que empieza tiene que terminar, Jimin muerde fuerte el labio de Jungkook haciéndolo sangrar un poco.

—¡Omega! —se queja limpiando la sangre con su dedo.

—¡No puedes venir a nuestra casa con otro olor y besarme como si nada! —le grita pero luego baja la voz ya que empezaba a temblar—. ¿Esto ya no significa nada?

Cuando señala su marca Jungkook lo ve, sus ojos rojos y su carita ya empapada en lágrimas, lo ama demasiado.

—Omega, tranquilízate. Nada de lo que estás pensando pasó, déjame explicarte pero por favor tranquilízate, te hará daño, por favor.

Jimin lo duda, ¿pero cómo quería que estuviera tranquilo si todavía siente ese asqueroso olor en la ropa de su alfa?

—Pero primero date un baño que apestas.

Y se da media vuelta para ir a esperarlo a la sala.

—Mierda no debí de abrazar a Jisung —echa la cabeza hacia atrás.

🌼

—Eres un alfa tonto, casi te mato.

Jimin le deja besos por las mejillas, frente, nariz y termina en sus labios, donde una pequeña cicatriz ya se formó.

—Yo fui un estúpido por dejar que el olor de Lia se haya quedado en mi.

—Si me hubieras dicho desde un principio que era su cumpleaños y por eso la abrazaste, me hubieras ahorrado esto —y señala su labio dañado.

Jungkook no es bueno para mentir, perdonenlo fue lo único que se le ocurrió y al menos funcionó.

—Tendré que recompensar mi error —susurra sobre sus labios.

Jungkook solo cierra los ojos por unos segundos, el olor de su omega se intensifica y danza alrededor de él, se sostiene de sus muslos y los aprieta con sus manos. Los besos del omega bajan hasta su cuello, muerde y chupa dejando marcas que tardarán en borrarse, eso lo hace sonreír.

🌼

Se asegura de que él esté completamente dormido, lo tapa con la sábana hasta la cintura y besa su hombro descubierto. Sale sin hacer ruido y baja hasta el primer piso. Marca varios números en su móvil y llama.

—¿Tienes lo que te pedí? —pregunta con nerviosismo, mira varias veces por las escaleras por si su omega llega a despertar.

Así es señor —aquel muchacho teclea rápido en su computadora con el corazón casi en la mano, estaba cargado de miedo.

—Rápido que no tengo toda la noche —levanta la voz lo suficiente para que el chico se asuste.

Lo siento aquí lo tengo, ambos están a las afueras de la ciudad, se están quedando en una propiedad que hace poco compraron, según las cámaras del satélite tienen mucha seguridad alrededor del lugar —termina y respira.

—Mándame la ubicación por mensaje y si encuentras algo nuevo no dudes en llamarme, en unos minutos deposito el dinero en tu cuenta —y cuelga.

margaritas › kookminWhere stories live. Discover now