، 🌼 : Capítulo 17

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Con ayuda de Jimin bajó los tazones sucios a la cocina para lavarlos, Chiyo estaba en el patio terminando de arreglar las flores. Jungkook empujó a Jimin con su cadera, el omega desprevenido se corrió tres pasos hacia un lado, lo miró mal pero en vez de intimidar daba ternura, con sus manos empezó a salpicar a Jungkook de agua.

—¡Oye, mi cabello se esponja! —rió saliendo de ahí para quedarse en el comedor.

Cerró la llave del fregadero y corrió detrás del alfa, como pequeños cachorros empezaron a manotearse graciosamente, Jungkook nunca pierde. El alfa lo tomó de la cintura para darle una vuelta y dejarlo recargado en la mesa, sus respiraciones estaban agitadas. Jimin besó la punta de su nariz al tener su rostro cerca del suyo.

—Mi alfa bonito —volvió a besar de nuevo su nariz.

—Y tú —picoteó con su dedo su pancita ganándose un risa chillona por parte de su compañero—, mi omega precioso.

Se miraron unos segundos perdiéndose en el color del otro hasta que un 'awww' se escuchó de fondo. Jungkook se separó de Jimin que tenía las mejillas rojas, lo ayudó a bajar besando su frente de paso.

—Son tan tiernos, lástima que no traía mi móvil sino, les hubiera tomado una fotografía —sonrió hacia ellos.

Siempre cuando los agarraba desprevenidos les tomaba fotos en sus más íntimos momentos, cuando el alfa lo besaba en el sofá, cuando dormían en su habitación o bailaban en la cocina. Pero el problema era que, ¡no las pasaba! Las guardaba y tampoco las enseñaba aunque sea.

Jimin se sonrojó saliendo del comedor no sin antes despedirse de Chiyo, corrió escaleras arriba oyendo las pisadas del alfa detrás de él.

—¡Te atraparé! —le gritó desde el final del pasillo.

—No puedes ni siquiera dar un paso, ya estás viejo alfa —Jimin se burló sacando la lengua.

—¡Oye apenas tengo veintiséis!

—Muy viejo —entró a la habitación dejando la puerta abierta.

En menos de diez segundos Jungkook apareció.

—Necesito hacer unas cosas hoy, ¿me acompañas? —dejó un beso suave en su cuello.

—Mhm —cerró los ojos sintiendo las leves cosquillas por la leve barba del alfa—. Por favor, nunca te quites la barba.

Jungkook rió aún escondido en su fuente de olor, aspiraba tratando de embriagarse y perderse un momento.

🌼

Bajaron de la camioneta después de que su chofer les abriera la puerta, Jimin alzó la vista viendo el grande y elegante edifico frente a él, el alfa entrelazó sus manos dispuesto a empezar a caminar con él pegado a su lado.

Recibieron saludos por parte de los trabajadores y muchas miradas, habían murmullos no tan disimulados preguntándose quién era el pequeño omega lindo. Omegas desilusionadas fruncieron el ceño y se quejaron.

Al cerrar las puertas metálicas Jimin abrazó al alfa escondiendo su nariz en su pecho.

—¿Estás bien, Jim? —preguntó quitando un mechón de pelo que caía por su frente.

—Si, solo que esto es muy grande y hay muchas personas —restregó su mejilla.

—¿Quieres que te marque con mi olor? —murmuró suave al ver lo desesperado que estaba tallando su mejilla en su pecho.

Asintió rápidamente casi desesperado. Salió contento con el olor impregnado de su alfa, nadie en el piso se les acercó ni siquiera para saludar, estaban en shock. Jungkook abrió la puerta de su oficina dejando pasar primero a Jimin que recorrió la mirada al instante por el lugar.

Era algo espacioso con un ventanal enorme que daba vista de toda la ciudad, había muebles blancos y un escritorio largo de madera negra que combinaba con todo, en realidad sobraba mucho espacio ahí adentro, podría hacer una fiesta y entrarían cincuenta.

—Siéntate ahí en lo que termino de revisar algo en la computadora, cuando acabemos podemos salir a dar la vuelta un rato —indicó el alfa yendo a su portátil para encenderla.

El omega se tiró en el sofá sintiéndolo cómodo, tenía una vista perfecta de Jungkook desde ese ángulo, su ceño fruncido mientras sus largos dedos repletos de anillos tecleaban rápidamente, mordía su labio tal vez para concentrarse mejor, su cabello bien acomodado, suspiró ahora él mordiéndose el labio, tenía a un Dios griego.

Jugó con el collar en su cuello tratando de distraerse un poco, él era una persona muy inquieta y necesitaba hacer algo o sino se desesperaba. La puerta fue tocada, Jungkook dijo un 'pase' y a los segundos fue abierta, un olor a alfa fuerte llegó a su naricita, se removió en el sillón.

—Hola, Jungkook, me dijeron que habías llegado, pensé que vendrías hasta mañana —Taehyung llegó hacia él sin notar a Jimin enfrente de él, era tan pequeño que ni bulto hacía.

—Tenía que terminar esto, se me había olvidado por completo —carraspeó—. Taehyung, él es Jimin...

Volteó hacia donde había señalando llevándose un susto por no haberlo visto al entrar.

—Con que tú eres Jimin, Jungkook habla mucho de ti todo el tiempo, es un gusto conocer al omega de mi amigo —le sonrió amablemente estirando su mano.

La tomó tímidamente dándole un leve apretón.

—Hola, Taehyung. Jungkook también ha hablado de ti.

—Es inevitable —le guiñó.

Después de la corta presentación ellos volvieron a sumergirse en papeles hablando sin parar de todo. Cuando su hora terminó salieron los tres de la oficina, Jungkook tenía su mano protectora encajada en la cintura de Jimin mientras oía atento lo que Taehyung le contaba.

Taehyung les comentó que iría a almorzar que si gustaban acompañarlo, y aunque ellos ya habían comido aceptaron, pero tal vez al alfa se le olvidó comentar que también habría una cuarta persona con ellos.

Vaya sorpresa se llevó Jimin al ver a su amigo Namjoon sentado en la mesa, Jungkook se impresionó también, había escuchado que su amigo estaba 'intentando algo con alguien' pero nunca supo que con el mejor amigo de su omega. Dejando de lado las miradas que Jimin le daba a su amigo la comida fue cómoda y agradable.

—¡¿Cuándo pensabas decirme?! —dijo entre dientes.

—¡Lo siento! No quería que te enteraras así —bajó la cabeza apenado.

—Oh, Namjoon —Jimin lo abrazó.

—Oye ese collar hace remarcar tus clavículas —visualizó mejor el collar muy llamativo—. ¿Todo va bien con Jungkook?

—Si papá número dos, todo va de maravilla, me siento en un algodón de azúcar —miró a Jungkook que estaba hablando de nuevo con Taehyung detrás de ellos.

—Casi se me olvida, mhm —rascó su nuca nervioso—. Jin... bueno no sé si yo debería decirlo así que mejor nos esperamos, creo que no lo vamos a ver lo que resta del mes.

—¿Qué? ¿Qué sucede con Jin? —Jimin se preocupó, su olor cambió haciendo que Jungkook se volteara.

—¿Jimin está todo bien? —Jungkook llegó con ellos mirando mal a Namjoon dispuesto a saber qué estaba pasando.

—Si Jungkook, Namjoon dime.

—No me dijo nada, solo dijo que estaba bien —concluyó.

No muy convencido asintió. Se despidieron quedando en verse en otro momento, lo único que quería Jimin ahora era saber que había pasado con su amigo y porque no lo llamó a él principalmente.

El alfa al notar lo preocupado que estaba por su amigo, decidió mejor ir a su casa para que descansara y su mente se despejara un rato.

Llegaron a casa, Jungkook se quitó el traje volviendo a ponerse su pijama y Jimin la camisa del alfa, así durmieron todo lo que restaba de la tarde.

margaritas › kookminWhere stories live. Discover now