Alexia lucha por superar el fracaso y convertirse en una bruja cuando una muerte inesperada pone en peligro su vida y la de la única persona que ama.
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24 de junio, 2022.
Crimen misterioso. Tres niños fueron hallados masacrados en el jardín de su casa.
El hecho tuvo lugar en una casa de las inmediaciones del barrio 25 de mayo. No se han encontrado indicios del perpetrador. La policía local continúa investigando.
La noche del pasado 24 de junio, la comunidad de Mistrás se llenó de estupor cuando se conoció la noticia del hallazgo de los cuerpos de tres niños, Enzo (10) y Gael Ortega (9) y León Rossi (10) en el jardín de una vivienda del barrio 25 de mayo.
Fue el padre de los hermanos Ortega quien, al regresar de su trabajo, se encontró con el cadáver descuartizado de uno de sus hijos en el acceso al jardín de la vivienda. Tras dar aviso inmediato a las autoridades, ingresó a la propiedad y dio con los cuerpos de los demás niños que yacían al descubierto bajo un árbol. La policía constató que dos de los menores presentaban fracturas y contusiones graves que habrían sido los causales de su deceso.
La madre de los niños Ortega, que se negó a hablar con El Tiempo, se encontraba en la vivienda al momento del hecho y fue demorada por la policía para realizar averiguaciones pero no quedó detenida. Aún no se conocen los detalles de su declaración.
El Tiempo habló con los vecinos del barrio, pero ninguno reportó haber observado movimientos extraños sobre la hora del hecho y solo uno de ellos dijo haber escuchado gritos provenientes del fondo de la vivienda.
Dependerá de los resultados de la autopsia realizada a los cuerpos el hallazgo de una prueba reveladora que conduzca al posible perpetrador del crimen.
Las familias de las víctimas convocaron vía redes sociales a una marcha para pedir justicia el día 27 a las 18 hs.
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Colman cerró el diario local que no tenía más de seis páginas, lo dobló por la mitad y lo dejó a un lado. Tanteó entre los papeles de su escritorio hasta que dio con su celular bajo una carpetilla abierta. Marcó un número y se reclinó sobre su asiento mientras escuchaba el pitido.
—Tolo, ¿puedes llamar a los muchachos del bar por mí? Sí, diles que se reúnan con lo que tengan después de la marcha. En la esquina de esa tienducha que tienen las brujas. —Colman rio—. Se van a poner contentos con esto, te lo aseguro.
Cortó la llamada.
—Pero más contento me voy a poner yo —dijo mientras contemplaba ilusionado el cartel de su campaña electoral que había colgado en la pared.
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