Charlie es un peculiar alfa solitario, el cual a pesar de su delicada y delgada apariencia, esconde una naturaleza salvaje y cruel, debido a que es un pura sangre.
Jamás ha sentido nada más allá de un vil y simple deseo por los omegas, ya que para é...
Anthony Chen, era un alfa muy severo pero también muy justo, aunque estaba un poco dominado por su esposa a la cual veneraba.
Este se destacaba por tener una gran fortuna pues poseía una gran flota de barcos mercantes que exportaban a otros países multitud de diversas mercancías.
El matrimonio tenía tres hijos, dos lindas omega ya casadas con unos alfas, los cuales trabajaban en la empresa familiar y un hijo menor, Way un joven y hermoso alfa un tanto especial.
Anthony era un orgulloso abuelo que adoraba a sus tres nietos alfas, los cuales estaban en la escuela.
El despacho del alfa estaba en la parte más alta de la casona, donde Kenta se detuvo, entonces tocó con los nudillos y luego esperó.
Segundos después se oyó una voz grave que les dio paso y entonces entraron con decisión aunque Babe seguía nervioso pues no sabía como sería aquel nuevo y desconocido dueño.
..-Señor, le traigo al omega del que mi madre le ha hablado antes- dijo el beta.
-Muy bien, gracias...Puedes retirarte a tus quehaceres, Kenta- ordenó este.
El omega aspiró el olor que había en el ambiente, el cual era algo fuerte sin resultar repulsivo, ya que lo podía soportar y acto seguido escuchó de nuevo la grave voz del alfa que le pidió que se acercase.
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-Bien niño, siéntate y dime, ¿ Cómo te llamas?, ¿cuántos años tienes?
-Buenos días señor, mi nombre es Babe Phoom y tengo dieciocho años- respondió este educadamente.
-Vaya pareces mucho más mayor y no pareces un omega
-Le aseguró que si lo soy
-Ok, te creo. Además tu olor me lo dice
-Mis músculos son de trabajar y mi altura, bueno...mi padre y mis hermanos también son muy altos
-¿Tienes familia?
-Si pero hace mucho que no los veo- dijo este con pesar- fui vendido muy joven y...
-¿Tienes dueño?, ¿entonces como has venido aquí?
Babe tragó duro y entonces decidió mentir pues no quería volver a su antiguo trabajo.
-Murió, señor...mi dueño se murió y yo me quedé solo. Deambulaba por la calle cuando me colé en la furgoneta de Kenta
-Si, Berta me contó eso...emm, entonces...¿sabes leer y escribir?
-Si, en una de las casa que estuve, me enseñaron, señor
-Ok, eso está bien...otra cosa, ¿habrás tenido tus celos?, ¿usas algún tipo de supresores?- preguntó el alfa desconfiado.
-No, jamás los he tomado pero soy un omega, señor- contestó el joven con rapidez.
