Charlie es un peculiar alfa solitario, el cual a pesar de su delicada y delgada apariencia, esconde una naturaleza salvaje y cruel, debido a que es un pura sangre.
Jamás ha sentido nada más allá de un vil y simple deseo por los omegas, ya que para é...
-No sé, de repente me sudan las manos, me duele el estómago y siento mucho calor....aaaaayyyy...
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Berta y las doncellas corrieron a ayudarle en cuanto vieron que tenía el pantalón, del recién estrenado todo mojado.
-Oh por Dios, muchacho, tu celo
-No..no es tiempo- alcanzó a decir antes de doblarse y perder el equilibrio.
-¿Qué ocurre?-escucharon entonces a Pete, quien entraba a la cocina pues había hecho un parón para coger algo de beber.
-Es Babe
El chófer quiso ayudar pero entonces Berta lo echó al verle agitarse pues el fuerte y dulce aroma del joven omega lo comenzó a turbar.
-Vete...sal de aquí ahora
-Lo si-siento mu-mucho- balbuceó Babe apenado mientras se sujetaba la entrepierna- lo la-lamento
-No es tu culpa, chiquillo. Hay demasiados alfas reunidos está noche y al parecer no estás acostumbrado...chicas, llevadlo a su habitación, aquí ya no nos es de ayuda y Babe debe tomarse otro supresor cuanto antes o estaremos en un problema, si el olor llegaba al comedor.
Estás asintieron y rápidamente cogieron al omega y lo llevaron a la planta baja, entonces entraron en la habitación de este, lo tendieron en la cama y le dieron el supresor para que hiciera efecto cuanto antes, mientras que el omega se quejaba por el dolor.
Rápidamente lo cerraron con llave y a continuación volvieron a la cocina pues debían seguir con su trabajo, por lo que este se quedó sólo y encerrado para mayor seguridad.
-Bueno muchachas, no pasa nada- dijo Berta guardando la llave en su bolsillo- hay que llamar a la nany de los pequeños, ella puede suplir a Babe.
-Si, vamos- dijeron estas al unísono.
-Jesse, ve tú...dile a Sammy que necesitamos su ayuda...corre muchacha
-Si, Berta
Poco después, Sammy apareció en la cocina, justo a tiempo para salir a recoger las bandejas con la vajilla y los restos del primer plato pues escucharon sonar la campanita, agotada por la dueña.
Los omegas volvieron a salir en fila india sin dejar de sonreír hacia el gran salón, donde tras finalmente regresar a su asiento, Charlie apenas había probado bocado.
Había sido incapaz de irse pues estaba demasiado intrigado por el extraño omega sirviente de varoniles facciones y inusual altura para un omega.
El ansioso joven alfa se sintió decepcionado cuando vio que en lugar del omega, había otra doncella, a la cual tAnto Anthony como su esposa miraron con extrañeza, mientras los pequeños de la casa reían divertidos al ver a su Nany sirviendo la mesa por primera vez.
Aún así los anfitriones no dijeron nada y entonces la cena prosiguió como si nada, mientras que Charlie resopló molesto por haberse quedado para nada.
Luego pensó que quizás en el postre o en el baile lo volvería a ver sirviendo las copas, desconcertado por no obtener lograr entender qué demonios le estaba ocurriendo.
Al llegar el tiempo de los cafés y licores resultó haber otro contratiempo pues Sammy derramó café sobre una de sus manos, resultando quemarse, por lo que Pete finalmente fue el que sustituyó a esta.
Way se sorprendió al ver al chófer, ya que por lo que él sabía estaría esa noche de aparcacoches, junto con Kenta pero en ese momento estaba ocupando también el lugar de Babe.
El joven alfa Chen suspiró nervioso pues aunque ver al beta siempre le gustaba, temía no poder controlarse al tenerlo cerca, en el momento que le sirviese.
Pete no tenía problema en hacer de camarero, la verdad se desenvolvía como si hubiese hecho eso siempre, aunque cuando llegó al lado del hijo de su jefe y notó el suave aroma del lindo alfa, no pudo evitar levantar la vista y mirarlo fijamente.
Lo cierto es que Way estaba arrebatadoramente hermoso con su traje nuevo, el cual resaltaba sus preciosos y brillantes ojos y su blanquecina piel.
Pete volvió a la realidad, cuando una omega, esposa de un banquero rió eufóricamente, entonces siguió cumpliendo con su trabajo pues no podía permitirse perderlo.
Una vez que terminaron de servirlo todo, volvieron a la cocina de nuevo, en fila india y sonriendo al compás de la dulce melodía que inundaba el comedor.
Tiempo después, la segunda parte de la celebración comenzó y entonces todos pasaron al gran salón, donde comenzaron a bailar mientras las doncellas y Pete recogieron toda la vajilla, la cristalería y la cubertería de la gran mesa.
Charlie comprobó de nuevo muy decepcionado que el omega estaba.
...- Joder... debería irme, esto es una locura. Estoy aquí seguramente por nada
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Mientras, en su habitación, Babe sufría un dolor insoportable y aunque se había tomado el supresor, notaba muy poco alivio.
Su panza dolía, su cuerpo estaba ardiendo y notaba su entrada lubricada y contrayéndose continuamente, además de que su pene estaba duro y latente.
Estaba asustado pues jamás había tenido uno tan fuerte,vaya que ni siquiera los juguetes que los Chen le habían comprado para mitigarlo, lo estaban haciendo.
Durante todo el tiempo que duró la primera fase del celo, en la mente del omega tan sólo existían los ojos tremendamente atrayentes, que le recordaron al negro cielo que había en la granja en la que había trabajado de niño y en cual contempló tantas noches tumbado sobre el verde pasto.
El masturbarse para descargar su polla terminó por agotarlo, entonces pudo dormir un poco y para cuando este se empezó a sentir mejor, ya habían pasado varias horas.
La música aún se escuchaba y triste se maldecía pues hubiese querido verlo.
...-¿Por qué?, ¿por qué?...no es justo. Hoy había una fiesta... es injusto
De repente los Chen vinieron a su mente.
-Me despedirán ...oh Dios, ¿ A dónde iré?, ¿Qué voy a hacer?...me gusta estar aquí, todos son geniales
Poco después su tristeza tornó en enfado consigo mismo y con su suerte pues odiaba ser un débil omega y tener esa vulnerabilidad ante el celo y los alfas.
Tumbado y semidesnudo en su deshecha cama, maldijo con ímpetu el tener el celo antes de tiempo y por lo tanto tener que perderse la primera gran fiesta, para la cual había trabajado duro y lleno de ilusión.
El joven alfa empresario pasó un par de veces por su mente estando lúcido, sin embargo no sabía con claridad si este había tenido algo que ver o había sido pura coincidencia.
