Dieciocho

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Después de darle muchas vueltas al tema, la noche siguiente, Charlie puso rumbo a casa de los Chen como si nada hubiese pasado.

Durante esos minutos en los que nadie abrió la puerta, este se sintió morir por dentro, ya que no quería perder la oportunidad de llegar a saber más sobre el omega.

No quería rebajarse pero lo había  meditado y no podía dar ya marcha atrás pero si con ese descuido le había costado el incomodar a Anthony, no le quedaba más remedio que pedir disculpas de mil formas distintas e incluso estaba dispuesto a prestarle el dinero.

No podía permitirse no ver al extraño omega pues no entendía muchas cosas que le ocurrían con él y por ello necesitaba descubrirlo y después actuaría en consecuencia.

Finalmente respiró aliviado cuando una de las doncellas le abrió y le dio paso hasta el salón, donde toda la familia estaba reunida en la mesa terminando de cenar.

...—Buenas noches, siento venir sin avisar. Espero  no molestar- dijo tanteando el terreno, mientras portaba  una gran y fingida sonrisa.

—Oh vaya muchacho...ven pasa, tú nunca molestas— habló el veterano empresario levantándose muy sonriente, en cuanto vio el maletín que este llevaba en su mano.

—Lo cierto es que me gustaría hablar con usted unos minutos en privado—pidió cortésmente este maldiciendose por dentro, por estar rebajandose ante esos interesados, a cambio de tener vía libre que le permitiera llegar al omega sirviente.

-Has cenado, Charlie- dijo Mali muy dispuesta - puedo decirle a Berta....

—¿De qué quieres hablar, muchacho?- interrumpió el cabeza de familia— yo no tengo secretos para mi familia, lo que tengas que decir dilo aquí

A Charlie le extrañó tanta amabilidad, por lo que pudiera ser que estos no se habían percatado de nada pero ya era tarde para echarse atrasa, así que asintió apretando los dientes.

—En este maletín traigo una considerable cantidad que si me permite, quisiera invertir en su proyecto si no es demasiado tarde

A Anthony y a su esposa se le iluminaron los ojos, al igual que a sus yernos, los cuales estaban al tanto de las finanzas de la empresa.

—No, no es demasiado tarde muchacho, sabía que recapacitarias—dijo el veterano levantándose acercándose al lugar donde estaba sentado su hijo, al cual cogió de los hombros—...Anda, ve y saluda a tu novio, él viene por ti

Way asintió resignado y acto seguido se levantó no con mucho afán.

—Ho-Hola, es un placer volver a verte.

—Hola hermoso, te extrañé mucho—saludó el joven alfa sintiendo náuseas internas.

Luego de eso, Charlie fue invitado a sentarse a la mesa como uno más de la familia, donde incómodo escuchó hablar al empresario y a sus yernos de sus proyectos, mientras intentaba tragar sin mucha hambre un buen pedazo de lasaña.

Este no vio ni olió a Babe y resignado volvió a irse a su casa, sin saber que el omega estaba encerrado de nuevo debido a su descontrolado y raro celo, el cual no disminuyó hasta el día siguiente, permitiéndole ya salir y volver a trabajar.

Lo cierto era que Babe estaba un poco más asustado que antes después de haber hablado con Berta y con Pete pero tenía muy presente que se enfrentaría al pretendiente del señorito como ya antes había hecho con otros y aunque con ese alfa era muy diferente pues lo debilitaba y su omega interior lo reclamaba continuamente, tenía muy presente que pertenecía a Way.

Durante el día, el omega trabajó sin descanso para recuperar todo el tiempo en el que sus compañeros lo habían suplantado, ya que quería devolverles el favor y por las noches apenas descansaba, pensando en unos inquietantes ojos negros que lo acosaban.

4. Pobre omega infeliz - CharlieBabe - Omegaverse TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora