4. Pobre omega infeliz - CharlieBabe - Omegaverse Terminada

Veintiuno

Estaba amaneciendo cuando Babe abrió sus ojos pues le pareció escuchar un ruido afuera de la casona, entonces se levantó y fue hacia su ventana.

Entre la semioscuridad alcanzó a ver a Pete arrastrando la moto del joven alfa y a otra figura que no pudo ver bien pero escuchó que ambos se reían.

El omega pensó que se trataba de alguna de las doncellas ya recuperada y estos habían salido juntos a dar una vuelta sin que los demás se enteraran.

Sonrió cómplice pues pensó que quizás ya lo habían hecho otras veces, por lo que se veía que les gustaba el riesgo.

Este no se acostó de nuevo, se ducho y se vistió su ropa de faena, entonces fue a la cocina dónde ya Berta comenzaba a preparar los desayunos de los empleados y de la familia.

Decidió guardar el secreto pues el chófer era un buen amigo y no quería descubrirlo, además quizás si se lo pedía podría llevarlo en la moto alguna vez también.

Un hambriento Kenta y un ojeroso pero sonriente Pete, se acercaron a desayunar a la mesa poco después pero entonces se dieron cuenta del pañuelo que el chófer llevaba en el cuello.

...-¿Y eso que llevas ahí muchacho?- preguntó la cocinera muy interesada.

-Oh, esto...emm, e-es que me duele un poco la garganta- mintió tosiendo el chófer.

-Vaya pues después te daré algo para el dolor- dijo entonces Berta.

-Gracias

Babe se extrañó de que ninguna de las doncellas viniese a la cocina pues creía que al menos una ya se suponía que estaba mejor.

-¿Y las chicas aún están enfermas, Berta?- preguntó mirando al chófer para ver si este se ponía nervioso o algo, ya que le era divertido pero este ni se inmutó.

-No cariño, siguen malas- dijo Berta resignada-...hoy tendremos otro duro día de trabajo

El omega se quedó confuso, luego pensó que si no habían sido ninguna de las chicas, la que había salido con Pete, probablemente había sido Kenta.

-Oye Pete-habló el beta de repente-... cuando me desperté no estabas pero cuando salí del baño ya estabas vestido y listo, ¿a dónde fuiste tan temprano?

-Emm... salí a respirar aire fresco, no tenía sueño.. además tus molestos ronquidos no me dejaban descansar- rió el chófer disimulando.

-Ja... ja... muy gracioso, yo no ronco-dijo Kenta molesto y haciendo un puchero, a lo que Berta respondió dándole un beso en la cabeza.

-Pete, por favor, no te metas con mi bebé- le regañó.

Babe los miró y rió también pero entonces pensó que si no había sido ninguna de las chicas, ni tampoco Kenta... ¿quién había salido en la moto con el chófer?

Al terminar, el omega comenzó el trabajo, primero le llevó el desayuno a las chicas, luego entre Pete y él fueron a servir a los Chen pues extrañamente se había ofrecido.

Todos en la mesa miraron a los dos empleados pero fue el cabeza de familia el que se dirigió a Pete.

-Vaya, ¿y ese pañuelo en tu cuello, muchacho?

-Es por mi garganta, señor- carraspeó fingidamente.

-Estás muy guapo, te favorece- dijo entonces una de las hermanas de Way.

-Muchas gracias- sonrió este.

-Si que lo está- dijo por sorpresa el joven alfa con un tono serio.

Todos lo miraron y mientras regresaba a la cocina, Babe pudo percibir el leve sonrojo en las mejillas de un sonriente Pete.

Tras terminar su desayuno, Way salió para coger la moto e ir a sus clases, entonces reparó en que el chófer aún esperaba a su padre junto al coche pues al parecer ese día se iba más tarde a la oficina.

Tras encender el motor, arrancó y se paró junto a él.

-Estás muy lindo, realmente ese pañuelo te favorece mucho como dijo mi hermana, aunque me gustaría que pudieses mostrar mi marca a todos- dijo apenado.

-No te preocupes, con que lo sepamos tú y yo es suficiente

-Te voy a extrañar mucho, ojalá pudiese besarte pero aquí es peligroso- volvió a decir el joven alfa.

-Lo sé, no te preocupes todo está bien

Anthony estaba saliendo de la casa, así que rápidamente Way le guiño el ojo al chófer y acto seguido arrancó su moto.

-Te quiero- susurró Pete mientras melancólico lo miró alejarse-...mi lindo niño

-Todo listo muchacho, podemos irnos-habló el viejo alfa llegando al coche.

-Si señor-dijo este abriéndole la puerta.

-Muy bien, entonces vámonos

Mientras condujo hasta la empresa de su jefe, Pete recordó todo lo vivido en la noche anterior y aunque le había dicho al más joven que no se preocuparse, si tenían muchos motivos para hacerlo pues en cuanto se descubriera la marca, todo explotaría.

El no hubiera querido que pasara eso...bueno la verdad si pero no en ese momento pero no había podido evitarlo pues amaba a Way y el saber que el también le correspondía le hizo dejar de pensar en todo lo que existía a su alrededor.

Camino a su universidad, el joven alfa iba totalmente feliz de que su soñado amor fuese una realidad y aunque tenía miedo de las consecuencias, saber qué tenía a Pete a su lado le daba las fuerzas que nunca había pensado tener.

Un instinto nuevo se había hecho caminó entre sus entrañas, el cual no era otro que el instinto de protección hacia el portador de su marca.

Entre Pete  y él ahora existía un lazo, un vínculo tan fuerte que nadie podía romper, no siquiera él pretendiente que sus padres estaban intentando inculcarle como prometido y al cual jamás aceptaría.

...-Antes nos escapamos -Habló decidido-no voy a permitir que nunca más me digan lo que tengo que hacer y con quien...puede que no sea un alfa al cien por cien y Pete tampoco sea un beta en su totalidad pero juntos nos complementamos. Pete es mi destinado y lucharé por él

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