Charlie es un peculiar alfa solitario, el cual a pesar de su delicada y delgada apariencia, esconde una naturaleza salvaje y cruel, debido a que es un pura sangre.
Jamás ha sentido nada más allá de un vil y simple deseo por los omegas, ya que para é...
El celo de Babe cada vez fue más fuerte, por lo que dejó de llorar y gritar a Charlie para jimotear tendido en el suelo de su habitación, mientras se retorcía por el dolor.
Su entrada lubricada se contraía sin control y su pene hinchado moría por ser liberado pues no le ayudaba nada el intenso olor del alfa ante la puerta, el cual entraba por la rendija de esta.
Su omega interior llamaba a Charlie con desespero y luchaba fervientemente contra el obstinado y miedoso omega, que ignorante de todo lo que conllevaba estar celo, teniendo a su destinado cerca, no ponía fin a la agonía dejando entrar al ser que podía apaciguar su dolor y amándolo sin lastimarlo.
Por su parte, Charlie agotado de rogar, yacía tirado en el pasillo, esperando que al fin el omega le abriese, mientras luchaba contra su ferocidad amatoria.
Finalmente rendido de esperar, se arrastró como pudo hasta su habitación, entonces se metió en la ducha bajo el agua helada y bombeó su cargada y hinchada polla hasta que se liberó con un rugido desgarrador, soltando su semilla junto con el agua que se coló por el desagüe.
Minutos después, salió mucho más liberado y su mente ya estaba más clara entendiendo que lo rechazaba, ya que seguro estaba bloqueado por algo que le había sucedido y por eso aún no estaba listo.
Tenía que lograr que Babe confiase en él pues aunque ya le había contado la verdad y mostrado su interés, al parecer no era suficiente.
Aún así su mente estaba confusa pues luego empezó a pesar que quizás se había equivocado con el omega y este no lo deseaba porque no era su destinado.
Unas cuantas veces más , este tuvo que bombear de nuevo su polla para liberarse, pensando que nada de eso era cierto pero si Babe finalmente no accedía a ser su omega, nada podría hacer para convencerlo.
Lo que este no sabía era que el omega si lo correspondía y si lo deseaba pues su cuerpo se moría por ser llenado por él y claro que era su destinado, simplemente era que ciertamente en la mente de este había muchos miedos fruto de la ignorancia y las experiencias vividas.
Temía ser abandonado, temía ser usado y temía ser engañado por algún alfa despiadado y cruel y luego morirse en soledad y marchito.
Ninguno descansó en toda la noche, ya que el alfa dio vueltas y más vueltas, descargando su polla unas cuantas veces más y Babe también se metió en la bañera para bajar su temperatura y su semen flotaba mezclado con el agua por sus distintas descargas.
Al llegar el amanecer se aclaró y salió de la bañera, luego se tumbó en la cama e intentó descansar un poco.
En un momento de lucidez se acordó de si el alfa seguiría en el pasillo o no, recordando que hacía horas que no lo escuchaba gruñir.
En verdad le dolía hacerle eso pues en el tiempo quelkevsba allí, Charlie se había portado muy bien e incluso Sara y las doncellas le habían dicho que era bueno y que lo amaba.
Sin embargo no había podido dejarle entrar tan fácilmente, no estaba preparado todavía y no sentía que pudiera necesitarlo tanto.
Charlie se levantó casi al mediodía, entonces comió algo y a continuación se fue directo a la consulta de su psiquiatra, ya que se sentía mal.
Ojeroso, enfadado y desesperado por escuchar que estaba haciendo lo correcto una vez más, se sentó en el diván.
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...-Ayúdeme, por favor-le suplicó al terapeuta-...Siento que me volveré loco si lo retengo, quizás no sea quién creía... Eso del destino puede que no sea para nosotros, no quiere que sea su alfa, me huye
-Sospecho por lo que me cuentas, que el omega no estaba bien mentalmente. Su vida no ha sido fácil, sin apenas educación y atenciones. Hemos hablado ya de esta posibilidad anteriormente...quizás nunca tuvo a nadie realmente que le enseñase los pros y los contras de ser un omega, ni lo bueno de pasar un celo con un alfa que lo ama... seguramente ha sido tan infeliz toda su vida que esta bloqueado. Me cuentas qué lo han ninguneado y maltratado y sólo ha aprendido cosas malas y crueles...Charlie, estás en lo correcto...debes tenerle más paciencia
El alfa resopló.
-Si lo sé pero es duro... lo trato muy bien, le he comprado flores pero ayer me quedé suplicado y llorando ante su puerta...Temo no poder cumplir mi promesa
El terapeuta lo miró fijamente.
-Vamos ha hacer algo... Tráelo aquí e intentaré hablar con él, ¿Te parece?
-Usted cree que querrá venir, es muy desconfiado y quizás ahora incluso me odie
-No perdemos nada por explorar en su mente y quizás ahí esté la clave.
-Está bien, lo intentaré
El joven alfa tendría que esperar a que el celo del omega pasase pero la nueva táctica de su terapeuta le había dado esperanza de ayudalo y ser felices juntos.
Deseaba que Babe al fin dejase de temer al amor y ya nunca volver a ser un pobre omega infeliz.
Quería ser su alfa y quería sobre todo, amarlo y protegerlo para siempre, por ello esperaba que este accediese a acompañarle a la consulta, ya que todo era poco para que se curase de su problema, todo era poco para que su omega estuviese bien y feliz.
