Charlie es un peculiar alfa solitario, el cual a pesar de su delicada y delgada apariencia, esconde una naturaleza salvaje y cruel, debido a que es un pura sangre.
Jamás ha sentido nada más allá de un vil y simple deseo por los omegas, ya que para é...
Al día siguiente, Way nuevamente intentó sacarle la idea de la cabeza a su padre pero fue inútil.
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Envuelto en lágrimas, salió corriendo del despacho de su progenitor hacia los jardines, totalmente disgustado pues al parecer no le quedaría de otra que soportar al joven empresario si o si.
Su padre ya había aceptado el cortejo y había invitado a Charlie a comer con ellos en ese mismo día, por lo que ya no podía hacer nada.
Además, lo había amenazado con quitarle todos los privilegios, también su móvil, su ordenador y su preciada moto, los cuales también entraban en el paquete.
El joven alfa caminó de un lado a otro intentando pensar mejor las cosas, entonces se dio cuenta de que el chófer lo estaba mirando, tras deyenerde mientras lavabos el coche preferido del empresario.
-¿Le ocurre algo, señorito?
-Si por supuesto que me ocurre, ¿Acaso no ves cómo estoy?-Preguntó furioso.
-¿Puedo ayudarle?
Way entonces se acercó a este y a continuación rió con sarcasmo.
-¿Ayudarme?, ¿Y en qué podrías ayudarme?
El beta lo miró con el ceño fruncido.
-No lo sé pero parece muy estresado, quizás si le traigo una tila
-Aaaaaahhhhhh - chilló Way con frustración - ¿Una tila?, ¿enserio me ofreces una tila?
-Pues si..oh quizás, prefiere una manzanilla
Way miró a este fijamente y a continuación chasqueó la lengua con desgana.
-Tan solo si pudieras...oh no mierda, ¿cómo podrías?
-¿El qué joven?
Él alfa negó y a continuación se alejó, dejando a Pete bastante desconcertado.
-Es inútil, este idiota no siquiera me ve como a un hombre, solo ve al hijo de su jefe...joder... quizás deba darle una oportunidad ese tal Charlie, puede que lo que siento por Pete no sea tal y mi destino sea el amor de ese millonario tipo.
Mientras, ya en su casa el joven empresario se había pasado la mañana eligiendo su ropa, muy ansioso por su cita a comer con los Chen, donde esperaba ver al extraño omega, ya que quería saber qué misterio encerraba y porqué lo hacía estar así de alterado sin haberlo tocado, ni cruzado una sola palabra con él.
En realidad no sabía muy bien lo que estaba haciendo, en cierto modo se sentía un poco estúpido pues tendría que aparentar cortejar a un caprichoso niño rico que no le atraía en lo más mínimo para así poder averiguar porqué un simple sirviente omega le había adelantado el celo y lo había tenido durante tres días intentando saciar una sed de sexo interminable.
Poco antes de las dos, que era cuando el viejo alfa le había dicho que comerían, este iba conduciendo hacía allí y pensando en las distintas posibilidades que podrían surgir, ya que si lograba llegar al omega, debía enfrentarlo.
