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Sea malo, bueno
u horrible

Mi dedo índice hace girar la rueda del ratón mientras mis ojos leen y recopilan toda información tan rápido como son capaces.

Si las noticias corren deprisa, las noticias malas por internet corren el triple de rápido.

Y como no podía ser otra noticia... todo el mundo sabe de la relación de Milo y Kate y no pueden faltar todos los comentarios de personas ajenas que comentan sobre el tema dando mil y un tipo de opiniones diversas que van desde "oh, que monos, me encantan" a "¿qué cojones?" o "¿Cuantas veces van con esta?"

Comentarios que no deberían importarme, porque no es mi relación, pero me importan. Demasiado. Y no puedo despegar los ojos de la pantalla.

El comentario de SnowBall que está arriba de todos estos termina diciendo: "fuentes anónimas comentan la posibilidad de una tercera persona, pero no hay nada confirmado. (Será su hermana?). De todas maneras si tienes algo que comentar déjalo aquí debajo y...

Una mano baja la tapa de mi ordenador con fuerza y levanto los ojos para dar con Sadie. Está recién duchada, con el pelo aún húmedo y la toalla recubriéndola todo el cuerpo. Se había ido hace veinte minutos a ducharse y ni siquiera la escuché entrar en la habitación.

Me mira con los brazos en jarra, la mirada fría que pocas veces había visto y su mandíbula tensa. Me pilló. Desde hace unas semanas me había visto leyendo el blog, al principio le dio igual, aunque según me metía cada día para ver qué cosas se habían dicho nuevas ella preguntaba. Ya no lo hacía, varias veces comentó que ese blog estaba escrito por alguien con mucho tiempo libre y lo tachó de "tóxico e infantil". Puede que tenga razón, pero contra más salía mi nombre más empezaba a preocuparme lo que hacía o no hacía.

—¿Te crees que me importa lo que la gente diga o no diga de lo que me pongo? —eso dijo antes de pedirme que dejara de leerlo. Fue hace semanas.

Como ves lo he vuelto hacer un par de veces y aunque siempre intentaba que fuera cuando ella no estuviera en la habitación pues...

—Perdona.

—No, eso no me sirve. Ya sabes lo que pienso de ese blog.

—Ya, pero es que... —muevo las manos buscando algo dónde aferrarme—. Estaban hablando de todo lo ocurrido con Milo, hay incluso gente que dice que es por de su separación y...

Mi amiga me chista, se pone firme y me habla como una madre lo haría.

—Voy a hacerte una pregunta y quiero que me respondas.

Gira mi silla y se posiciona delante, sentada en su cama con las piernas cerradas y la mirada fijada en mí.

—¿Quién eres? —frunzo las cejas— ¿Eres todo lo que pone ahí? ¿Es acaso una pizca de lo que eres? No. Nada de lo que ponen ahí se acerca a la realidad. Ese blog está hecho para alimentar a los niños de esta universidad que no salen de su cuarto. Se tienen que alimentar a base de chismes sin fundamento porque es lo único que tienen en su vida —tras soltar todo se queda en silencio, tomando aire— ¿Esa eres tú? ¿Un chisme? No.

—Has respondido tú a la...

—Lo sé, lo siento —contesta veloz—. Pero me hierve verte sufrir por gente que ni sabe quién eres. Sus opiniones no deberían importar, debería ser la de tus amigos. Yo, que te conozco. No ellos, panda de idiotas.

Ver a Sadie enfadada no estaba al orden de mi día a día. Cada vez que se ponía tensa solía tener un trasfondo cómico o no iba en serio. La única vez que la vi tan enfadada fue aquella vez con su hermana y se echó a llorar descargando toda la rabia. Esta vez no se había sentido débil, más bien había hecho que, de alguna manera, quisiera olvidarme de ese blog, de aquella gente, de sus comentarios...

Precavidos sentimentales {Parte 1 ✔️ y 2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora