o9. Lo que no necesito

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Stone.

Disculpa si lo hago de una manera dulce, pero yo no te amo, yo no estoy enamorado de ti, simplemente es mi deber hacer que tu te enamores de mi, me duele hacer que lo hagas y al mismo tiempo se siente bien que alguien te quiera, yo no se que sentir por ti, sólo lástima, odio, eres una Griffindor, y una serpiente jamás se enamora de un León. Yo no voy a ser la excepción, siempre has estado por debajo de mi, tú y tus amiguitos, no pienso enamorarme de ti, ya bastante bajo he caído, en hacerte creer que si lo eh hecho, aunque pensándolo bien, tu eres linda.

Draco Malfoy.

POV Draco.

—¿Qué posibilidad hay de que lo que dices sea cierto?.—le pregunté a mi padre.

—La misma posibilidad que hay de que tu seas mi hijo—me respondió serio.

—Entonces comienzo a dudarlo.

Estaba enfadado y me miraba como tal.

—Mira Draco. Lo único que tienes que hacer es que esa...—hizo una mueca—niña se enamoré de ti.

—¿Pero por qué?—pregunte.

—Sabes que el señor tenebroso la necesita, y que no esta muy contento conmigo.

—Son amigos.—mire a la nada.—será muy fácil hacer que Potter sienta afecto hacia ella.

—¿Y será igual de fácil que tu lo hagas?.

—¡NO PIENSO HACERLO!  —le grite—no voy a hacer que esa maldita sangre sucia se enamoré de mi.

—Ya sabes que no es una sangre sucia, y también sabes que es la segunda cosa que te pido.—hablo claro y lento.

—Claro que lo es, y ese asqueroso Potter también.

—Te pedí que te hicieras su amigo, no pudiste, sólo te estoy pidiendo que la enamores, no es mucho.

—Ya estoy haciéndole un favor—mire ni brazo, se sólo recordar lo que me había pedido se me erizaba la piel.

—Ese no es un favor.—se recargo en los barrotes.

Me dolía verlo así, triste, ojeroso, no tenía el mismo semblante, estaba en azkaban.

—Sabes también que no quiero...

—Hijo—me tomó por los hombros sacando sus blancas manos por los barrotes—mi pequeño Draco— desvié la mirada, odiaba cuando hacia eso—hazlo por mi, has los dos favores que te están pidiendo—su mirada se veía triste—para que el señor tenebroso me perdone

Suspire.

—Lo haré—el sonrió—pero no esperes algo muy bueno.

—Yo siempre espero algo bueno—recobró la compostura.—debes hacer algo bueno.

—Voy a tener muchos problemas este año.

—Sonrió de lado—se que sabrás lidiar con ellos, eres un Malfoy.

—¿Como harás que el sepa lo de ella?.

—De eso se encargará el, tú sólo la debes enamorar.—me miro serio.

—suspire—la he molestado toda mi vida, no creo... simplemente no creo que ella me crea.

—idea algo, usa tu encanto—estaba desesperado—simplemente hazlo.

—¿Y el para que la necesita?.

—Muchas preguntas Draco...

—Si no me dices, ¿cómo me motivare?.

—No necesitas motivación—suspiro —cuando el joven Potter sepa lo que ella esconde y que el señor tenebroso la tiene. ¿Sabes qué pasará?. El La buscará y entonces llegará su fin.

—Que claro—lo mire molesto—creo que de todos sus planes es el más patético y el que por fin le podría funcionar.—hice una mueca—ya debo irme padre.

— ¡No lo insultes!—me abrazo—cuídate mucho hijo.

No lo soportaba ver así, Lucius, el hombre con porte, el que tenía el cabello más rubio, lacio y perfecto, el que siempre usaba traje negro y cargaba su bastón con el, el era siempre el ser mas misterioso, el que no le mostraba su lado amable  a nadie más que a mi madre, ni siquiera a mi, siempre había sido duro conmigo y eso me había convertido en un ser despreciable, así como el, así como todos los malditos mortifagos, este era mi destino, ser como el, ser un maldito despreciable, hacer lo que el dijera, cumplir las órdenes al pie de la letra de el señor tenebroso, eso me hacía enojar, el cumplir lo que el decía sin saber porque, sólo por ver la cara de sufrimiento de mi madre al saber lo que me encomendó, se me partió el alma, se que ella piensa que aún soy un bebé, y yo pienso que puedo cumplirlo, aunque no quiero, aunque no quisiera hacerlo tengo que hacerlo, mi padre estaría orgulloso, mi madre no. El señor tenebroso si, pero ¿desde cuando me importa si alguno estaría orgulloso o no de mi?, nunca me ha importado, siempre he sido yo en mi mundo pretendiendo estar en el de ellos, siempre he sido yo encerrado en mi habitación todas las veces que estuve en mi casa, siempre he sido yo Draco Malfoy, y no pienso cambiar eso, no pienso ser lo que ellos quieran, y aunque yo quisiera controlar mi vida se que no puedo, ya tengo una misión, encomendada por las dos personas que según mis padres deberían ser las más importantes en mi vida, y según mi corazón sólo una lo es, acepto que tengo miedo, y que hoy más que nunca me siento sólo, necesito a alguien que me escuche, con quien pueda llorar, siento un vació en mi mismo que jamás podré llenar con amor. Porque no estoy acostumbrado a recibirlo ni a sentirlo y porque no pienso cambiar eso. Ella no tiene la culpa, no tiene la culpa de sufrir lo que yo sufro, pero lo merece, aunque no lo sepa se ha metido en un embrollo muy malo desde el día en que nació, jamás  pensó que le serviría de carnada a voldemort, no quiero entregarla pero si no la tienen a ella, me tendrán  a mi, inservible y entonces yo y mi familia moriríamos a manos de voldemort. No me da miedo pensar su nombre, pero si me da temor decirlo, el ha llegado a lo más profundo de mi mente y la ha modificado a su antojo, me da asco, miedo, temor.  Ella ya tiene un destino, ser presa de Lord voldemort y yo ya tengo el mio ser un mortifago.

Obligada. (Draco Malfoy) [Libro#1] °En Edición°.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora