Obligada. (Draco Malfoy) [Libro#1] °En Edición°.

65.Triunfo.[1/2]

Draco Malfoy.

Mire de nuevo tus ojos, ¡oh merlin!, juro que si de mi dependiera me quedaría observandolos todo el dia, son tan hermosos como tu corazón, son tan hermosos como tú.

Lastima que en ellos se esconda tanta tristeza.

_________ Stone.

Tenía la mirada mas perdida mientras me hablaba.

Porque literalmente no lo hacía, habíamos estado tanto tiempo distanciados, sin hablar, sin siquiera mirarnos al cruzar por el pasillo, pero Esque el cada vez estaba más molesto, más triste, más distante.

Ya no era Draco Malfoy.

Ya nisiquiera molestaba a Harry, su humor había desaparecido y aveces simplemente creía que con todo eso se había ido su cariño hacia mi.

Pero no era así.

Hoy era el partido en el que Harry no estaría. Gryffindor contra Ravenclaw.

El estaría en el castigo con Snape por haber dejado a Draco casi muerto con un sólo hechizo.

-¿Vienes ______?- Hermione abotonaba su tunica mientras me hablaba.

-Adelantate- le indique- creo que tengo algo que hacer antes.

Ella asintió sin decir una sola palabra y emprendió hacia el retrato.

-¡GUARDAME LUGAR!- le grite antes de que saliera de ahí.

Pero no tenía nada que hacer.

La sala común se fue vaciando poco a poco, todos iban a ver el partido y muchos creían que simplemente iban a ver como perdía nuestra casa.

Pensaba en todo lo que le dirían a Harry si perdíamos, los gryffindors no eran muy buenos cuando estaban molestos.

Preferí mejor no ir, Hermione seguro no habría podido guardarme un lugar.

Saque mi libro de pociones y comencé a hacer la redacción que Slughorn nos había encargado.

El siempre vagaba en mi mente, mi pecho comenzó a doler, sentía una punzada cuando lo recordaba, cuando recordaba esos momentos juntos, aquellas pláticas y aunque aun seguíamos juntos, parecía que no, no había sabido nada de el, desde hace dos semanas.

No me había buscado y yo tampoco.

Tal vez ya no le importaba.

Tal vez ya no me necesitaba.

No podía seguir pensando en el y el hacer tarea no me ayudaba a despejar mi mente.

Deje un momento mis libros, me levanté del asiento y me dirigí al retrato, quería salir y no habían pasado ni 10 minutos de Que el partido había iniciado.

El retrato me abrió paso, el pasillo estaba fresco, el camino vacío, el aire que entraba por las ventanas también estaba frío, desde lejos se podía ver el sol sobre el lago, todo estaba tan tranquilo, mientras más caminaba más se escuchaba el ruido del partido, sonreí sin darme cuenta, seguro íbamos ganando.

Doble a la izquierda para poder llegar al campo, pero me fue imposible siquiera dar un paso.

Una mano me jalo hacia la parte trasera de una armadura.

-¡Sueltame!- dije antes de ver de quien se trataba.

Todo mi cuerpo se sintió frío, mis manos comenzaron a sudar y el hormigueo ascendía de mis pies a mi cabeza. Mi corazón latía a mil por hora.