Obligada. (Draco Malfoy) [Libro#1] °En Edición°.

62.Suerte[2/2]

Y en definitiva, tampoco era el mío.

El lago estaba lleno de soledad y el aire frío que rosaba mis mejillas me hacía estremecer, el día estaba muy extraño para el mes en el que estábamos, pero ahora todo era extraño, pensé en ir a buscar a Draco, pero lo conocía tan perfectamente bien como para saber que no necesitaba a nadie ahora; Supuse después de un tiempo que Ron y Hermione ya habían llegado, aunque era más placentero estar admirando al calamar, me quedé más tiempo haciéndolo.

-Si sigues ahí te vas a congelar.

Seamus se sentó a mi lado, en la misma pocisión que yo, con las piernas recogidas, también tiritaba, realmente el día estaba demasiado frío.

-¿Sabes porque hace tanto frio?- le pregunté.

El negó y volvió la vista al lago.

-No, tampoco me explicó eso.

-Supongo que el invierno decidió quedarse más tiempo.

-Que cosas dices- sonrió.

También sonreí.

Deje de mirarlo para ver el lago, hacia ya mucho tiempo que no venía aquí, Draco me mantenía ocupada.

Fingiendo tranquilidad cuando estaba más preocupada por todo, que por mi.

-Te eh notado muy distante últimamente- me dijo, como si mis pensamientos salieran a flote de mi cabeza.

-Lo eh estado.

Seamus apretó las manos bajo las mangas de su túnica.

-¿Puedo saber porque?.

-Quizás.

Aunque me hacía falta hablar con alguien, tal vez el era ese alguien.

-Bien, dímelo.

-Dije quizás, no que te lo diría.

-¿Sabes que quizás en más "si" que "No"?

-Sonreí rendida- quizás.

-Entonces si.- apretó los labios en una sonrisa.

-Suspire- Esque... no lo sé.

Seamus se recargo en el pasto, las nubes grises se habían puesto sobre nosotros, cubriendo al brillante sol.

-Aveces me siento asi- miraba muy concentrado el cielo.

Aveces me preguntaba en que pensaba la gente cuando mira el cielo.

Lo supe hasta que yo lo mire.

Sólo que yo no pensaba en nada.

-¿Así como?.

-Distante, ya sabes, preocupado, con ganas de nada, vacío.

-No se la razón, pero hoy me eh sentido así.

-La razón... nadie la sabe.

-¿Nadie la sabe?¿Eres un idiota?- reí.

-¿Me estas llamando idiota?-Asenti, el se encogió de hombros- Si, soy un idiota.

-No lo puedes negar, Seamus...

-¿Si?.

-¿Que haces cuando vas al mundo muggle?.

Seamus sonrió, la pregunta parecía hacerlo feliz.

-Me gusta sentarme con mi abuelo a platicar, ya sabes, el papá de mi papá, tiene muchas historias muggles- sonrió de nuevo- me cuenta mucho sobre guerras- dijo emocionado.

-¿Guerras?.

-Si, los muggles tienen muchas guerras, pero ellos no usan varitas- se sentó bien en el pasto y se acercó a mi, aun emocionado- ellos... ellos llevan pistolas.

-¿pistolas?.

-Si, ya sabes, armas de fuego-Junto sus dos manos haciendo una "pistola"- ¡PUM! ¡PUM!, vaya ______, para ser de madre muggle no sabes mucho de ellos.

-Sonreí de lado- tiene tiempo que no se nada muggle ¿sabes?.

-¿De que hablas?.

-Yo... bueno, mi madre, no visita mucho el mundo muggle desde que mi abuela murió.

-¿Que te gustaba hacer cuando ibas?- me pregunto para cambiar de tema- Ya sabes...

Recordé con una sonrisa todo lo que solía hacer, desde jugar con mis abuelo hasta brincar de una cama a otra para hacer enojar a mi abuela, pero había algo que me encantaba.

-Me gustaba sentarme en un piano viejo que pertenecía a mi madre, recuerdo muy bien que mi abuelo se sentaba a mi lado y acompañaba mis malas notas con las suyas, hasta que nos callaban.

-¿Que paso despues?.

-Después el murió, sólo quedó ella, entonces la visitabamos con más concurrencia, hasta que enfermo y se fue... muchos dicen que murió de vieja, porque paso tan rápido, un día sólo se durmió y ya no despertó, yo digo que sólo lo extrañaba, tal vez sólo quería estar con el, eso es lo que solía decir siempre, "Ojalá me fuera a su lado" esas eran las palabras que siempre decía y las que más me dolían.

Caí en la realidad de que estaba llorando sin darme cuenta.

-Lo siento tanto- me abrazó.

-Yo también.

[...]

-¡Draco!- le grite desde lejos.

El no volteó, pero algo dentro de mí aun me preocupaba, una mala sensacion.

Corrí hasta alcanzarlo, el iba muy agitado.

-¿QUE?- me gritó.

-Draco... ¿Que pasa?.

-No... no pasa nada- apretó mis hombros tranquilizando su voz- no...

Estaba tan agitado, molesto, estresado, ya no parecía el, ahora era mas un fantasma.

-Tranquilo, no pasa nada.

-Si pasa- sus ojos se humedecieron- no lo entiendes- me besó, aunque sentí como jugaba con mis labios mientras se tranquilizaba y lloraba.- Te veo luego.

-¡Draco!- pero no me respondió, emprendio camino sin decir ni una sola palabra.

Me preocupaba cada vez más.

Lo veía cada vez menos.

Ya no era el mismo, y nosotros tampoco.

Resignada camine a la sala común, ya era tarde y Harry aun no llegaba, en la sala no había ya mucha gente, nisiquiera Neville o Seamus, ni Dean o Ginny, mucho menos Hermione o Ron.

Subí a mi habitación aun sintiendo aquella punsada de preocupación, Hermione ya dormia, me costó hacerlo a mi porque mi mente vagaba en tantos pensamientos y en tantas causas por las cuales me sentía así, seguía sin dormir cuando ya pasaban de las 12, baje a la sala común a esperar un tiempo a Harry, pero el no había llegado aun, o tal vez ya lo había hecho y no me había dado cuenta, finalmente subí a mi habitación, los ojos me pesaban y sentía el sueño, pero cuando me acostaba simplemente no podía hacerlo, no tarde mucho en dormirme, aunque lo hice sin darme cuenta, me hubiera gustado ver a Harry para saber si lo había conseguido, aunque estaba claro que si, Harry siempre conseguía todo lo que se proponía.

Como en pociones, como en todo, lastima que el no sabía lo que valía, por la vida que le había dotado llevar y la suerte que aveces sin querer corría, lo bueno era que todos lo sabíamos y se lo hacíamos saber.