Obligada. (Draco Malfoy) [Libro#1] °En Edición°.

71.Bestia.

Bestia.

Así solía llamarte;
cuando navegabas por mis pensamientos sin permiso.
Cuando me mirabas.
Cuando me ponías nerviosa.
Cuando hacías todas esas cosas juntas... y más.

Siempre fuiste una bestia y yo una masoquista.

Porque tu sabías que te alejarias de mi, que te irías de mi lado, pero aún así me enamoraste, me quisiste, te enamoraste también.

Y yo, una masoquista, porque aún sabiendo que te apartarias segui ahí, a tu lado aferrada a ti, como una idiota.

Eras una bestia y yo una masoquista.

Después de un momento de calma, el aullido de Fang me saco de mis pensamientos.

Blaise había salido a indagar si ya todo estaba bien, volvió después de unos minutos y me tendió una mano.

-¡Vamos!- me dijo.

Tome su mano fría y temblorosa, estaba tan asustado como yo, salimos juntos de la sala común y caminamos en silencio hasta la enfermeria.

A mitad del camino una melodía nos hizo cesar la caminata, era el llanto de un ave, era el llanto de aquella ave que había compartido tanto con Dumbledore, El ave Fénix.

Parecía una melodía tan tranquilizante a pesar de que se debía a una gran tragedia, era una música tan mágica que en lugar de sentirla por fuera parecía como si saliera de mi misma, te mantenía hipnotizado, olvidando todo, todos.

Pero entonces de nuevo tomaron mi mano.

-Ven- Blaise volvió a guiarme en silencio.

Al entrar una punzada de tristeza atacó mi pecho, el verlos a todos ahí, cansados y golpeados me hacía sentir más estúpida de lo habitual.

Y si había sido inútil antes creo que ahora me había superado.

Ninguno me miro mal, todos tenían compasión en la mirada, me acerqué a Hermione quien me abrazó sin previo aviso.

Harry y la profesora Mcgonagall iban de salida, el sólo me miro, parecía estar más tranquilo aunque en su mirada aún se veía un toque de tristeza, pero no sólo en la de el, en la de todos.

-¡Alejate de ella!- gritó Ron después de que Harry había salido.

-¡Ron!- llame su atención, pero el no pareció escucharme, caminaba rapidamente con paso firme y la varita bien apretada hacia Blaise, quien no parecía inmutarse.

-No me provoques.- le advirtió aún sereno.

-No te tengo miedo- Respondió Ron apuntandolo.

Pero nadie entendía nada.

-¿No lo ven?- siguió, tomó el brazo de Blaise y sin previo aviso recorrió la manga de su camisa, la cual dejaba a la vista una marca sobre su piel morena, la misma marca que Draco tenía.
-¡Es un mortifago!.

Pero a Blaise parecía seguir sin importarle.

Lupin y Tonks empuñaron sus varita sobre el.

-No, no, no lo entienden, el me protegió.-Dije alarmada.

Nadie dijo nada, Tonks bajo la varita y Ron se quedo callado.

-El señor tenebroso la quiere, yo sólo la protegía- dijo excusandose, pero sin protegerse.

A lo lejos el canto del Fénix aún se escuchaba, lejano, mientras se perdía en el cielo, en el aire, en el momento.

Todos permaneciendo callados, tomé una silla a un lado de Neville quien estaba herido, de nuevo todo era un silencio incómodo.

-¿Como estas querida?- me pregunto la señora Weasley después de un tiempo en silencio para romper la tencion.

Blaise tomó asiento también.

Y Ron después de ser reprendido por Hermione busco un rincón.

-Bien- dije secamente mientras acariciaba el cabello de Neville.

-Tu...

Asenti, sabía a lo que se refería y la pregunta que iría a continuación, Hermione bajo la mirada para suprimir algunas lágrimas que ya salían sin avisar.

-Yo estaba ahí cuando murió.

Lupin volvió la mirada al suelo, al igual que Hermione, sólo que el no parecía estar llorando.

-Harry dice...- pero ya no continuó, Ron se calló un momento después de mi interrupción.

-Snape lo mató,- la voz se me había cortado y las lágrimas amenazaban con salir.- No parecía el, Dumbledore estaba tan débil...

Pero no pude aguantar más y comencé a llorar.

Unos brazos me rodearon, Hermione y Ron me mantenían abrazando, sabia que en sus brazos estaba segura, porque realmente lo estaba.

[.]

-Esta tardando mucho- mascullo Hermione- ¿Creen que cierren las escuela?- nos pregunto, su mirada de dirigía a la nada y sus cabellos despeinados se movían al vaivén de sus pasos apresurados por la habitación.

Ron y yo nos miramos.

-Es lo más seguro- dije.

-Lupin...

La puerta de abrió dejando ver a través de ella a un Harry todavía consternado.

-Están hablando de cerrar la escuela- dijo.

-Lupin dice que es lo más probable.-Dijo por fin.

Pero a nadie le importaba eso por ahora.

Después de un momento de silencio Ron por fin hablo.

-¿Y?-dijo en voz muy baja, como si pensara que el mobiliario podía estar escuchándolo -¿Lo conseguiste? ¿El, el

Horcrux?.

Harry sacudió su cabeza. Todo lo que había tenido lugar alrededor de ese lago negro parecía ahora como una vieja pesadilla para el, ¿había realmente pasado y solo hacia unas horas?

-¿No lo conseguiste?-dijo Ron pareciendo alicaído -¿No estaba ahí?.

-No-dijo Harry -Alguien lo había tomado ya y dejo una imitación en su lugar.

-¿Tomado ya?- pregunto Hermione.

Silenciosamente, Harry sacó la pieza falsa de su bolsillo, la abrió y nos la pasó. Ron la tomó examinando. La historia completa podía esperar... No importaba esta noche... Nada importaba excepto el final, el final de su aventura sin sentido, el final de vida de Dumbledore.

-R.A.B.- murmuró Ron-...pero, ¿quién fue ese?.

-No sé- dijo Harry, yaciendo en su cama completamente vestido y mirando fijamente hacia arriba.

No sentía curiosidad

alguna acerca de R. A. B.: dudaba que volviera alguna vez a sentir curiosidad. Mientras yacía allí, me di cuenta de

repente que los terrenos estaban silenciosos.

Fawkes había dejado de cantar. Y supe, sin saber como lo sabía, que el ave Fénix se había ido, había dejado Hogwarts para siempre, justo como Dumbledore había dejado la escuela, había dejado el mundo... había dejado a Harry, nos había dejado a nosotros.

Y Draco... el también se había ido.