o7.Día normal

29.8K 1.8K 248
                                    

Draco.

Teniendo en cuenta cada detalle, creo que me miraste ayer por la mañana, bueno, si es que la mente no me falla y que mis ojos vieron bien, tu me mirabas, te atrape haciéndolo, justo cuando te voltee a ver desviaste la mirada, tu me estabas mirando y entonces me sentí de nuevo feliz, feliz en todo el día, feliz de que al menos me mirabas, feliz de que tu ausencia se había compensado un poco con tu mirada, estoy completamente perdida en un laberinto llenó de problemas, y todos giran a tu alrededor.

____________ stone.

— ¡Aguamenti!—exclame, en la pequeña Copita que tenía enfrente y de la nada apareció un chorro de agua—¡Genial!—festeje.

—¡Felicidades señorita Stone!—me dijo el profesor.—creo que ya se salvó de algunos deberes.

—Ya lo creo—mire el de Neville, aún no había podido realizar el hechizo.

—Veamos señor —se acercó al de Neville—vamos, chico, hazlo.

Neville se había puesto nervioso, Dean y Seamus lo miraban preocupado al igual que yo, recordé que de tanto repasar los hechizos sin hablar había desarrollado al menos unos cuantos, así que cuando Neville dijo la palabra "Aguamenti" Yo también la dije dentro de mi mente, y claramente había funcionado pues la Copa de Neville se llenó de un líquido transparente.

—¡Vaya!—abrió los ojos-—¡Vaya!, ¡fui yo!, ¡yo lo hice!— .me miro—¿Has visto eso _____?, ¡yo lo hice!.

—Claro que si, Neville— lo abrace— ¡Felicidades amigo!.

El profesor lo felicito, bueno, al menos no sería sólo yo la que no tendría deberes.

[...]

—Te crecerá la nariz como a pinocho—me dijo por detrás.

Me gire nerviosa, sólo era Seamus.

—Cállate—seguí caminando.

—Creo que piensas que somos muy idiotas como para no darnos cuenta de que tu hiciste el hechizo—ahora Dean había aparecido a mi izquierda.

—No necesito creerlo, ustedes verdaderamente lo son—reí—déjenme sola.

—Deberías enseñarnos un poco como lo haces—me dijo Dean.

—Sólo si Ginny no se pone celosa— le guiñe un ojo.

—¡No!, ¡claro que no!, dinos cuando, enserio necesitamos clases, somos muy estúpidos para eso.

—Y para todo—sonreí—mañana a la hora del almuerzo, ¿les parece?.

—¡Esta bien!—dijeron los dos.

—Nos vemos mañana chicos—me abrí paso entre los estudiantes y seguí caminando.

Llegue al comedor, estaba lleno y ya comenzaban a llegar las lechuzas, me senté y espere a que llegará la mía, casi a todos les llegaba porque sus papás estaban preocupados, con eso de la vuelta de Voldemort algunos hasta avisaban que estaban vivos, para que no se preocuparan sus hijos, me sentía muy inconforme con el Ministerio, estaban echando de cabeza a toda la comunidad mágica, pero tanto yo como muchos de aquí, creíamos en Harry.

Al fin llegó mi lechuza, era café con la punta de las plumas llegando a negro, me encantaba tanto, se llamaba ceniza, porque ahí fue en donde la encontré.

Desate la pequeña carta que tenía atada a la pata y le di un poco de agua y pan, le dediqué una caricia y ella se fue.

___________.

Hija, tengo algo que notificarte, estamos muy bien acá, no ha pasado nada, ayer vimos a una banda de mortífagos divagando por nuestra casa, cerré todas las ventanas, estas a salvo allá mientras Dumbledore este vivo y tu estés cerca de el, no quiero que te preocupes por nosotros, estamos muy bien, sabes que si llegará a pasar cualquier cosa yo te avisaria.

 te quiere mamá.

Mi semblante se relajó, no había tenido tiempo de pensar en ellos, pero que estúpida, lo bueno era que estaban bien, con todos los trabajos, las tareas, Malfoy, mis papás habían pasado a segundo plano y ya no lo permitiría, los extrañaba tanto como la primera vez que me aleje de ellos hace seis años.

Salí del comedor y fui a la siguiente clase, pociones, la clase más aburrida, en cuanto a mi mesa, Harry y Hermione no dejaban de discutir, y Ron no dejaba de querer ver el libro de Harry y no entender nada, yo lo sabía, Hermione estaba celosa de Harry porque el maestro decía que era el mejor de la clase y a Harry le valía que Hermione se sintiera así.

—Deberías deshacerte de eso ya Potter—le dije, estaba completamente estresada de tantas peleas—para que el ego de Hermione pueda ascender un poco.

La cara de Hermione se puso más blanca y más enojada.

—Esta muy claro que tu no sabes que esto no se trata de mi ego _____, simplemente no quiero que Harry tome las cosas por el camino fácil.

—No lo esta haciendo Hermione, las esta tomando por el camino divertido, deberías probarlo algún día, ES DIVERTIDO.

—¡No molestes!—me dijo—ustedes tres son unos completos tontos, yo sólo me preocupo.

—¡Claro que no!—Dijimos los tres al unísono.

—Bien, pero cuando el libro no te sirva de nada, no vengas conmigo Harry.—miro su caldero y comenzó a leer su libro.

—No creo hacerlo Hermione—Harry hizo lo mismo.

—Chicos, ¿es en serio?, ¿por un patético libro se pelean?—me crucé de brazos.

—Les llevo diciendo eso desde que Hermione inició la primera pela—intervino Ron,

Hermione miro a Harry, el cual hizo lo mismo.

—Lo siento Harry, tal vez si es mi ego.

—No te preocupes Hermione, ya lo sabía.—río y la abrazo.

—Bien, ahora dejen de pelear que ya estoy harta.—les dejé claro.

La campana sonó y el profesor revisó las pociones, nos libramos de un poco de deberes, aunque al final del día todavía temía de Snape, me molestaba que cada clase encargará una redacción de cualquier palabra que saliera en el texto y alguien no supiera responder.

Llegue a la sala común, había chicos y chicas regados por toda la sala, me senté en una mesa cerca de la chimenea, saque mis lápices, me puse cómoda y comencé a escribir.

—¿Qué tal vas con él?—se sentó frente a mi.

—No la mire—supongo que normal. ¿Por qué?.

—No se porque lo hago, pero, te está esperando afuera.

Obligada. (Draco Malfoy) [Libro#1] °En Edición°.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant