—Buenos días, Lileth.
—¿Y Andrea?
—Tenía un paciente temprano. ¿Has descansado bien?
—Mattias, directo al grano.
—No escuche nada. ¿Habéis dormido juntos?
—Sí, me beso, y luego…
—¿Luego qué? Vamos, Lileth.
—Por dios, eres igual de cotilla que Andrea —resoplo—. Pasaron algunas cosas, pero nada interesante.
—Vale.
—¿Vale?
—Sí, vale.
—Mattias…
—No voy a meterme más, lo prometo.
—Claro. Estaré vigilándote, Mattias.
—Buenos días.
—¡Adriel! ¿Cómo has dormido? Por lo que sé, bastante bien, ¿verdad?
Mis mejillas se calientan cuando me mira.
—Hay cafetera en el café. Iré a… a vestirme, tengo que ir por Adrian.
—Iré contigo.
—No hace falta, puedo ir yo.
Su ceño se frunce.
Vale, esto está siendo muy difícil.
—¿No quieres que vaya?
—No es eso, solo no quiero molestarte —me apresuró a responder.
—No me importa acompañarte, Lileth. Podemos hablar por el camino, sin cotillas de por medio.
—¡Un respeto a tu amigo, Adriel!
Desaparezco, yendo a vestirme. Sabe que estoy nerviosa, ni siquiera he sido capaz de decirle bien que había café en la cafetera.
¡Porras!
Cojo algo cómodo de ropa, recojo mi pelo en una coleta por el viento y salgo.
—¿Qué vais a hacer, Adriel?
Freno en seco cuando escucho a Mattias.
—No lo sé, Mattias. Creo que es muy precipitado ser algo más que amigos, pero no puedo evitar tocarla, tenerla a mi lado.
—Tenéis veintiún años, sois mayores, tenéis un hijo, creo que si los dos os amáis, lo mejor es que lo intentéis. Vuestro hijo podría confundirse.
—¿Y si la cago?
—Adriel, la amas.
—¿De verdad? Gracias por el aviso.
—Vete a cagar, Adriel.
No puedo verlos, pero sé que Mattias le está sacando el dedo a Adriel mientras sonríe.
—Vale, hablaré con ella.
—¡Adriel, voy a matarte! Deberías dejar de ponerte nervioso o voy a tener que utilizar pinzas en mi nariz.
—¡Lo siento!
Carraspeando, aparezco.
—¿Qué ha pasado aquí? —murmuró, utilizando mis dedos como pinza.
—Mattias, eres un cochino.
—Creo que estoy algo malo de la tripa, iré a tomar algo.
Cuando sale, finjo que no sé qué el del pedo, es él.
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Embarazada de mi mejor amigo(Finalizada)
RandomNo parece tan mala idea perder la virginidad con tu amigo de la infancia,¿verdad?....hasta que descubres que estas embarazada Esta es la historia de Lileth y Adriel