Capítulo 44: Noche de chicos

4.4K 395 514
                                    

Siento mucho lo que he tardado en escribirlo y publicarlo. He tenido un bloqueo bastante idiota y en fin, estas cosas que nos pasan a los escritores de vez en cuando. Así que este capítulo va por mi beta, porque sin su ayuda, sus consejos y su paciencia probablemente no lo hubiera sacado nunca adelante. Gràcies maca, t'estimo massa TT___TT

Y a vosotros sólo puedo deciros que espero que os guste, y que gracias por la paciencia. También, IMPORTANTE: la semana que viene me voy a un mini-viaje el miércoles y el jueves, así que tendréis la actua durante el fin de semana de nuevo ;) Ah, sí. Y, como ya dije en un mensaje (aunque soy consciente de que muchos lectores no me siguen, por eso lo repito), voy a empezar un máster el día 28. No sé si tendré tiempo libre o no, ni en qué se quedarán mis días. Además, creo que iré bastante perdida las primeras semanas, así que pido paciencia porque no habrá un día fijo de actualización. Seguiré haciéndolo una vez a la semana, pero no sé cuándo, ¿vale? Gracias por aguantarme hasta ahora :)

Nos leemos :D

*********************

Vivía un sueño, no había otra forma de explicarlo. Sólo en los sueños, y quizás en los videojuegos, podía uno morir y resucitar tantas veces. Porque se moría cada vez que veía a Álex, y después sus palabras, sus roces casuales, sus sonrisas, su voz, el sonido de su risa cristalina y adorable le devolvían a la vida. Era un sueño poder tenerle a su lado cada día, pasar tantas horas en su compañía, hablando de mil cosas distintas, descubriéndole tras cada frase que pronunciaba. Tenían tantas cosas en común... no sólo los libros y el doblaje. Poco a poco vio que compartían el mismo gusto por las películas de comedia, por las series americanas, e incluso escuchaban música parecida, aunque no siempre. Entre risas, Álex le había confesado que sentía tal obsesión por Nirvana que sus dos gatos se llamaban Dave y Kurt, en honor a los miembros más famosos del grupo. Para él, Nirvana era un grupo que no le desagradaba, de hecho tenía una copia pirata de Nevermind, pero no le emocionaban especialmente. Pero desde que sabía lo mucho que le gustaban a Álex les escuchaba cada día. No se lo podía negar, aunque él prefiriera grupos como Sum41, Fall Out Boy, Three Days Grace, Blink-182, The Offspring y demás, Álex tenía un gusto excelente.

No recordaba otra época en su vida en la que fuera a dormir por la noche ya ansioso por despertar al día siguiente. Daba miles de vueltas en la cama hasta que caía rendido por el cansancio, sin que el castaño desapareciera de sus pensamientos. Y mientras yacía, se lo imaginaba de mil formas entre sus brazos. Intentaba controlar aquellos sueños húmedos, pues al fin y al cabo cuando se despertaba iba directo a trabajar con el protagonista de estos, pero no podía evitarlos del todo. Su mente volaba, y él se dejaba llevar, porque quería estar con Álex.

Una de las cosas de las que se había dado cuenta era que estaba muy bien pasar un rato con él entre grabación y grabación, charlar, conocerle mejor, compartir algún que otro toque amistoso en el hombro, pero todo eso ya no era suficiente. Cuanto más tiempo pasaba a su lado, más intensas se volvían sus fantasías. Y los sueños empezaban a saberle a poco. No quería pensar más en lo que debía ser el sabor de su saliva mezclada con la propia, en sus besos, en la forma en que cubriría de caricias su piel. Quería que aquellos espejismos con los que su cerebro trataba de contenerle fueran reales. Se cansaba de pasar el día imaginando y pensando en lo que podrían llegar a ser. Lo único que le faltaba era descubrir si podía llegar a tener alguna oportunidad con él y sacar de algún lugar el valor de atreverse a llevar la amistosa relación de compañeros de trabajo que compartían a algo más.

Álex le enamoraba con cada gesto, con cada parpadeo. Quería que siguiera haciéndolo durante el resto de su vida, y no desde la lejanía que suponía una amistad.

Su Voz (Homoerótica) [En proceso + editando]Where stories live. Discover now