Su Voz (Homoerótica) [En proceso + editando]

Capítulo 12: 5 de noviembre

Hola~ Espero que el inicio de año os esté yendo muy bien ;)

Quiero un momento para dedicar este capítulo a mi amigo Carles (el de verdad, no el personaje xDDDDDDDDDDU), que me dijo el otro día que no le quedaba cierta cosa clara, aunque espero que ahora sí :3 

Y daros mil veces las gracias, porque ya son casi 4000 lecturas *________* <3 También informaros que estoy planteándome celebrar las 10000 cuando llegue a ellas abriendo una página o grupo en FB (no tengo muy claro qué elegir, si me decís vuestras preferencias me ayudaríais mucho :3), porque me da que sí que llegaré  ^_____^ 

Nada más, disfrutad :)

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Noviembre se instaló en la ciudad, trayendo consigo un manto gris que cubría el cielo y un clima gélido que compensaba por el calor antinatural que habían sufrido durante octubre. Eric no sabía qué era peor, si salir a la calle en manga corta a mediados de octubre, o entrar tiritando en el metro tras recorrer la breve distancia entre éste y el portal de su casa.

Por suerte, su estado anímico era inmejorable. Aunque al principio las cosas entre Pau y Carles habían sido algo tirantes y levemente violentas, al parecer habían hablado y se había aclarado el follón tan innecesario que se había formado entre ambos. Y, con el paso de los días, su relación había vuelto a ser normal, y allí donde antes habitaban silencios incómodos, miradas esquivas y bufidos exasperantes, tras el perdón, habían vuelto las risas, las bromas y la amistad sincera que los tres compartían. No podía ir mejor.

De hecho, el mayor problema que habían tenido era la insistencia de Carles, que una y otra vez intentó convencerles para que le acompañaran al maldito Salón del Manga, pues aparentemente no tenía ganas de ir allí solo nunca más. Y, aparentemente también, ignoraba todas las ocasiones en las que sus amigos, hastiados, le repetían por enésima vez que no tenían ningún interés en asistir al evento, y que se las arreglara él como pudiera, que por algo era el mayor de los tres y debía mostrar un poco de madurez.

Pero ni siquiera el Carles resignado que acabó haciendo cola él solo delante de la Fira de Barcelona (1) a las tantas de la madrugada entorpeció el buen rollo que volvía a ser la marca de identidad del trío de amigos. Por su parte, Eric seguía teniendo problemas en el trabajo, pero aquello era harina de otro costal, y había llegado a la conclusión de que, mientras estuviera bien con sus colegas, que eran los que le importaban realmente, lo de Anna era algo que podía llegar a ignorar.

Eric no pudo evitar despertar con una sonrisa aquel miércoles de tiempo desapacible y amenaza de tormenta. Porque, por fin, llegaba el día que había esperado desde setiembre. Les iba a visitar una dobladora a la que tenía mucho cariño, pues había dado su voz a algunos de los personajes que más le gustaban de sus series favoritas.

En días anteriores se había llegado a decepcionar al pensar en ello, pero ya no. Claro que daría su alma al diablo si hiciera falta para cambiar a la pobre mujer por el Álex de sus fantasías, y era muy frustrante pensar en que probablemente tendría que forjarse una carrera en el negocio, y esperar a que la suerte y un inocente director de doblaje les pusieran en el mismo proyecto para conocerle… Pero no podía amargarse la vida por algo que hacía años que tenía asimilado: se había enamorado de alguien a quien no conocía, y encontrarle no podía ser fácil.

Aquella parte optimista que antes desconocía que existía en su interior y que había ido aflorando cada vez más desde que conociera a Carles y Pau, le repetía constantemente que sólo hay una vida, y que ya llegaría el momento de conocer a Álex. Y, sobre todo, le decía que la mejor parte del camino que le llevaba a su intangible amor era disfrutar de todas las experiencias nuevas por las que estaba pasando.