Capítulo 1

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El amor adolescente. Uno de los mayores problemas y sufrimientos de toda persona. El amor siempre está presente en toda la vida, pero en la adolescencia se acentúa mucho más. Los estereotipos sociales actuales son muy torturosos para quienes no los cumplen, ya que muchas veces son producto del rechazo.

Muchos amores son imposibles. Hay quienes lo sufren enamorándose de famosos, otros que lo sufren con personas que jamás les van a corresponder, y hay quienes lo sufren cuando dicha persona tiene una orientación sexual diferente...

"-Irene, ¿estás bien?
La chica está en shock. No se esperaba que él fuera así. Su corazón se rompe en mil pedazos al verle. Sólo quiere desaparecer.
-Emily, es Norbert...
-¿Qué? ¿Dónde está? Oh, cielos.
-No me lo puedo creer...
-Yo tampoco.
-Jamás hubiera pensado que mi primer amor de instituto fuera homosexual, y mucho menos que lo descubriría en la fiesta de fin de curso, donde había decidido dar el paso."

¿Y qué hay peor rechazo que el desamor? Sí, ese sentimiento tan doloroso que todos alguna vez hemos sentido. Hay muchos tipos de rechazos, aunque la mayoría de las veces están acompañados de burlas, engaños y desilusiones.

"No venía. Hacía rato que le estaba esperando, y no venía. ¿Cómo podía ser posible?
Abre el móvil y le manda un WhatsApp. Quizá se ha dormido o haya tráfico, no puede faltar.
*Pensé que ibas a venir a la fiesta de fin de curso.
*No, paso.
*¿Por qué? Me he llevado un disgusto cuando no te he visto.
*Mira Irene, si quieres salir conmigo estás perdiendo el tiempo miserablemente, no me interesas, ¿te queda claro?
La música sonaba, pero ella no le prestaba atención. Su segunda fiesta de fin de curso con el corazón roto."

El destino puede ser cruel y arrebatarte la persona perfecta de tu lado como si nada. Un día eres la persona más feliz del mundo, y al día siguiente te sientes como si no sirvieses para nada en la vida. No hay nada peor que perder a quien más quieres por algo inevitable.

"-Irene, quiero hablar contigo un momento. Tengo que confesarte algo. Vamos lejos del escenario, con tanta gente esperando a que presenten la fiesta de fin de curso no me siento a gusto.
-Oh, claro, como quieras.
Estaba emocionada, el corazón le iba a cien. Él era el elegido, seguro. Él era el único que la estaba correspondiendo, y no la trataba mal. Los dos iban a vivir el verano de sus vidas, porque sólo deseaban estar juntos y no separarse jamás. ¿O no?
-No sé cómo decírtelo, la verdad. Estoy nervioso, no es algo que me guste contar.
-Dímelo.
-Mis padres se han divorciado, y han decidido que mi hermano va a quedarse con mi padre aquí, mientras que yo...
-¿Tú qué?
-Yo me voy a vivir con mi madre. Ya sabes que ella es de Londres, y...
-Vamos, que te vas a vivir en Londres.
-Sí... Lo siento mucho, de verdad. Sabes que me encantaría poder quedarme aquí y contigo, pero no es algo que yo pueda decidir.
-Lo entiendo, no te preocupes.
No podía ser real. No podían hacerle esto. No podían separarle de él así como así, tan de repente."

¿Por qué ella? Sacaba muy buenas notas, intentaba llevarse bien con todo el mundo y nunca había causado ningún problema a nadie. ¿Por qué siempre tenía que enamorarse de la persona equivocada? ¿Acaso era una maldición? ¿Iba a pasar todos los fines de curso disgustada?

No. Se ha acabado.
Estaba cansada de que la pisotearan, que se burlaran de ella y que le rompieran el corazón. Iba a cerrarle las puertas al amor, definitivamente. En su último curso de secundaria se centraría exclusivamente en estudiar y estar con sus amigas, nada de perder el tiempo con chicos que van a volver a hacerle daño.

Y con esa idea en mente, Irene empezó Cuarto curso, completamente revitalizada y cambiada, sin perder su esencia.

Aquel era un día completamente normal para ella . Se levantó a las siete de la mañana y se preparó para ir a clase. Su padre la llevó en coche a ella y a su amiga Emily.

Ella era una chica tímida y estudiosa, nunca había causado ningún problema y su alegría y entusiasmo contagiaban a las demás chicas. Era muy inteligente, y siempre había sido delegada de la clase. Se pasó el trayecto repasando para el examen de literatura.

Cuando llegaron, se reunieron con sus amigas, quienes no se percataron de su presencia. Todas ellas eran un grupito con personalidades muy diferentes, aunque todas se entendían a la perfección y se aceptaban.

-Buenos días, chicas. ¿Qué estáis mirando con tanta atención?

-Ya debes imaginar el qué... ¡Los chicos!-respondió Cris.

Cristina era una chica impulsiva. Tenía un carácter difícil, pero era muy fiel con sus amigas. No se llevaba demasiado bien con su familia a excepción de su hermano, y era muy popular entre los chicos. Cris era una chica muy activa a quien le encantaba salir, sobretodo para comprarse libros de Harry Potter.

Cristina era, sin lugar a dudas, la chica más guapa del grupo. Era alta, delgada, con pelo liso castaño y ojos claros, y todos los chicos se morían por estar con ella. Aun así, ella llevaba mucho tiempo enamorada del chico del grupo, Carlos.

-Estáis obsesionadas con ellos... -dijo Emily riendo.

-Mira quién ha ido a hablar, si siempre estás mirando al chico de Bachillerato.- soltó Cristina mientras Emi se sonrojaba. -¿Ha llegado Carlos?

Carlos no era muy sociable; era más bien un chico reservado que disfrutaba estudiando. Era el mejor amigo de Irene, aunque en las horas libres no iba mucho con ella y sus amigas, por su extrema timidez. Prefería quedarse tranquilo en un rincón con sus libros y deberes. Era un gran jugador de pádel, era campeón en muchas competiciones y alguna vez Irene le había visto en un campeonato.

-Emi, gírate.

-¿Qué?

-¡Acaba de llegar! ¡Se está acercando a nosotras!

-¿Pero de qué me estáis hablando?

-Buenos días, chicas.

Emily se emocionó al oír la voz del chico de último curso que tanto le gustaba. Se llamaba Luis y era su compañero de clase. Era un ligón nato, ya que su físico era envidiable. Se había fijado en Emily des de hacía tiempo, pero ells nunca le había hecho caso... Hasta este curso.

-¡Buenos días, Luis!

-Emily, necesito hablar contigo sobre la reunión de delegados. -pidió y la chica se sorprendió.

Fueron a hablar en un rincón tranquilos cuando aparecieron dos personas a quienes no habían visto nunca. Eran un chico y una chica. Él era rubio con unos ojazos azules preciosos, y ella era también rubia con gafas.

-Parecen alumnos nuevos.-comentó Nicole.

-Sí, eso creo.-dijo Irene mirando al rubio.

Nicole era una chica rebelde. Le gustaba llevarle la contraria a Emily para hacerla enfadar. Aun así, ella siempre era protectora y cariñosa con sus amigas. Le gustaba uno de los chicos más populares del instituto, llamado Alex. Él le llevaba un año y era un tanto arrogante, ya que pertenecía (junto a Luis) al grupo de chicos populares del instituto.

Era un grupo pequeño formado por Luis, Alex y otro chico, Marcel. Marcel era un chico ligón, todo el mundo creía que era un mujeriego, aunque los pocos que le conocían de verdad sabían que no era así.

El rubio y la chica con gafas entraron inseguros. Las chicas se los quedaron mirando sin decir nada. No tuvieron tiempo para poder hablar, ya que el timbre sonó y tuvieron que entrar en clase.

Irene se sentó con Emily en primera fila como siempre hacían. Tocaba inglés. Irene sacó sus libros con desgana cuando entró la profesora con el chico rubio:

-Buenos días, alumnos. -todos se callaron y miraron al chico nuevo, que estaba como un tomate:- Os presento a Andrei, va a ser vuestro nuevo compañero de clase. Espero que seáis amables con él. Andrei siéntate aquí, al lado de Carlos.

Las chicas se miraron, pensaban lo mismo.
Por fin llegaba gente nueva en ese instituto. En aquella ciudad tan pequeña apenas había turistas, y mucho menos gente que quisiera irse a vivir allí, así que cuando veían una cara nueva, todo el mundo estudiaba con atención los movimientos de la persona.

Sólo deseaban que ese chico nuevo no les causara problemas ni se uniera al grupo de los idiotas. Tenía cara de buena persona, y estaba esforzándose para sociabilizar con Carlos, quien no le hacía demasiado caso.

El Alumno NuevoWhere stories live. Discover now