Capítol 38

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Jueves. Sólo dos días para el gran momento. Andrei estaba realmente nervioso, incluso soñaba con ese momento. Los chicos parecían bastante ahogados por sus novias, quienes querían que estuvieran bien guapos para ese día. 

La cerimonia se iniciaba a las nueve con una cena, y luego empezaba lo que era el baile a las diez. Lo tenía todo a punto: su ropa, su perfume, el regalito que quería darle a Irene, el plan para quitarse a su hermana de encima, incluso sabía qué canción pediría al DJ para el momento. Esperaba que todo saliera como en el plan.

A veces se preguntaba cómo iría su chica. Estaba seguro que estaría deslumbrante, pero aun así estaba bastante intrigado. Por lo que dijo Carlos, Cristina iría a su casa para ayudarla. Cris era sexy, así que a lo mejor vestía a su amiga sexy. Se le hacía la boca agua con sólo pensarlo. Se imaginaba a Irene con un vestido corto, con un escote de miedo y la espalda descubierta. Sería bastante raro, él tapado con su traje y ella tan fresca.

Y el domingo, justo el día después del baile, era el cumpleaños de Irene. Se irían junto a Cris y Dani a ver un partido del FCBarcelona y a visitar la ciudad. Era el sueño de Irene, aunque Andrei sentía un poco de pena por ella. Tendría que celebrar con su familia el cumpleaños el sábado por la mañana, porque el lunes se iba ya a Irlanda con él. Pero una semana es una semana, nadie moriría, aunque sus padres no hicieron muy buena cara a pesar de haber aceptado sin ningún problema. Los padres de Irene adoraban a Andrei, pero les daba bastante pena alejarse tantos días de su hija, y es que era la primera vez que pasaba unos días fuera de casa.

Mientras Andrei imaginaba, Luis y Marcel estaban más tranquilos. Chantal y Emily les dieron bastante libertad con el tema ese, así que no se preocuparon demasiado... Hasta que se dieron cuenta de no habían pensado en nada y sólo faltaban dos días. Así que quedaron aquella misma tarde para pensar en algo.

-Tío, ¿cómo hemos podido dejar esto para el último momento? No tengo ni idea de qué ponerme.

-¿Y yo qué? Estoy sin pasta.

-Vamos a tu casa y a ver qué podemos hacer.

-Sí, ayúdame, por favor. No quiero quedar mal ante Emily, después de haberlo arreglado.

-Pero luego me ayudarás a encontrar algo cómodo y a la vez elegante.

-De acuerdo.

Los dos chicos fueron a casa de Luis y empezaron a desmontar el armario, el cual estaba bastante desordenado. Marcel estaba desesperado, entre tantas camisetas de tirantes y rayas marineras no encontraba nada elegante para su amigo. Al final encontró un par de trajes que aún iban bien, así que su amigo ya estaba servido.

-Odio los trajes.

-Un día es un día. Además, de noche hace un poco de frío, a tu chica le va a gustar. ¿Por cierto, cuándo vais de viaje?

-De martes a sábado de la semana que viene. Tengo muchas ganas, seguro que a ella le encantará, y además le irá bien para desconectar de las clases y la familia, ¿no crees?

-Seguro que sí. Ella se merece un poco de tranquilidad y vacaciones.

-Pues sí, aunque este trimestre, una profesora se lo ha puesto difícil. La de inglés. 

-Ya sé a quién te refieres. Todos la odiamos.

-Bueno, ¿y tú qué?

-Verás, había pensado que quizás el otro traje...

-¿Quieres que te lo preste, verdad? Claro que sí.

-¡GRACIAS! ¡Me salvas la vida! Además, ese color le encanta a Chantal.

-Me alegra que entre vuestras familias se haya resuelto todo.-los chicos, tras probarse los trajes, bajaron a la cocina a comer algo y a jugar a la vídeoconsola.

Emily y Chantal ya habían hecho los preparativos para ese día con bastante antelación. Siempre querían tenerlo todo a punto, con todos los detalles, aunque les preocupaba que sus chicos no pensaran en eso. Sin embargo, decidieron darles un margen de confianza porque no tenían que irles siempre detrás. 

Emily se sentía feliz tras haberse reconciliado con Luis, y el chico le había perdonado la confusión, la intromisión y la venganza. Se había dejado llevar por un malentendido, pero él había sabido aceptarlo y entenderlo, así que volvían a ser la pareja perfecta.

Chantal era la chica más feliz del mundo junto a Marcel. Sus padres se  habían vuelto buenos amigos y quedaban todos los fines de semana a comer juntos, y la pareja disfrutaba como nunca de esos días. Ella conoció a la hermana de Marcel, Gemma, quien estaba estudiando en la universidad, y se cayeron bien en seguida. Él, de su parte, se llevaba muy bien con el perro de Chantal. 

Ella quería hacer algo especial con él estas vacaciones, pero aún no lo tenía claro. Le apetecía llevárselo a la playa algún día y así él podría presumir sus tatuajes, los cuales la volvían loca. Tenía ganas de ver a su chico a la playa, era su mayor deseo. Ahora que sabía que a sus padres les daban igual que la pareja pasara el día fuera, quería hacer mil planes a su lado. Se sentía libre, tranquila, feliz, ilusionada.

A Toby no le hacía falta prepararse la ropa para el día, ya que tenía mil y un trajes. Anny le había convencido para que se fuera a Rusia con su familia e Irene, y estaba realmente emocionado. Le gustaba Rusia, le interesaba especialmente su historia y sus lugares. Quería explorar el lugar con su novia y gastarse todo lo que quisiera para poder presumir de viaje más tarde. Su familia había aceptado sin ningún problema que se fuera unos días de viaje con su novia, a pesar de no conocerla del todo bien. Le pagaron el billete de avión y le dejarían una tarjeta para poder gastar todo lo que quisiera en souvenirs, ropa, comida e incluso regalos para su novia. 

Todos ansiaban aquellas vacaciones, ya que todo el mundo tenía planes para ese día con sus parejas, con sus familias o con sus amigos. Seguro que serían unas vacaciones intensas  para todos...

El Alumno NuevoWhere stories live. Discover now