Capítulo 21

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Despedirse de Lucía fue triste para Irene. Ella era su consuelo. Le encantaba hablar con ella. Por suerte, su prima favorita se creó Skype para vídeochatear con ella.

Irene no tenía ganas de ir a clase esa mañana.En teoría, jugaba con ventaja por hacer creer a los chicos que estaba confundida, pero no le gustaba eso de mentirles. Tampoco sabía cómo llevar la situación, así que decidió no decir nada a nadie hasta que decidiera qué hacer. Sería un secreto entre su prima y ella. Sus padres no fueron tan buenos y la obligaron a ir. Recogieron a Emily, siempre absorta en sus libros, y nada más llegar, Luis fue corriendo a abrazarla. Eran una pareja tierna y adorable.

-Buenos días, mi Emi. Hola, Irene.

-Buenos días, Luis. -saludó su novia dándole un beso en los labios.

-Hola, Luis.-aquella mañana Toby llegó primero que Anny y Andrei. Llevaba una bolsa enorme en la mano.

-Buenos días, Toby. ¿Qué llevas aquí?

-Es para Anny. Hoy es el día. -respondió orgulloso.

-¿Y cómo lo vas a hacer?

-¿Y a ti qué te importa, cotilla? Ya lo verás. Sólo digo que le encantará el postre.

Aparecieron Gibson, Anny y Andrei. Juntos. "Esto no puede ser bueno", pensó Irene. Anny parecía distraída, pero el ver a Toby la hizo volver a la realidad. Le preguntó para qué era la bolsa y él sólo se la entregó, sin decirle nada.

-Oh, Toby, qué vestido tan bonito... ¿Lo has comprado tú?

-Claro.

-Es demasiado caro.

-Te lo pondrás esta noche. Vamos a cenar en un restaurante lujoso y caro, así que más te vale ir guapa.

-Me gusta oír eso.

Se pusieron a hablar mientras Luis y Emily hablaban de la reunión de delegados y Gibson, Irene y Andrei restaban en silencio, sin saber qué decir.

-¿Quién quiere ir a espiarlos esta noche?

-Yo. -dijeron Irene y Gibson a la vez.

-Eh, nosotros también queremos. -soltaron David y Arturo de repente.

-¡Misión de Polos Opuestos! Y de Irene y el rubio de bote.-dijo Gibson entusiasmado.

-No le digas así.

-Oh, Irene. Ahora Andrei y yo somos amigos, nuestros apodos son nuestros antiguos insultos.

-O sea, yo soy un rubio de bote y él una mazorca de maíz.-aclaró Andrei entusiasmado.

-Gracias, Irene, nos has unido.

-Mmm... -"socorro", pensó Irene, sin saber cómo tomarse aquello.

Los chicos no se hicieron realmente amigos, pero estuvieron hablando acerca de la amenaza de Irene y tuvieron que aceptar que tenían que llevarse bien. Delante de ella fingirían ser amigos, aunque en el fondo sabían que era difícil que llegaran a serlo. Aun así, se dieron cuenta de que ambos no eran malas personas, simplemente estaban enamorados de la misma chica, y eso no lo podían solucionar.

-Vale, hay que averiguar a qué hora van.

-No creo que nos dejen salir de noche.

-Intentémoslo. No hay nada que perder.

Sí que les dejaron salir, sólo porque era una ocasión especial. Irene y Andrei sacaron notas muy altas en el último examen de mates que habían hecho (algo muy raro porque eran malísimos en ello) así que sus padres dejaron que salieran. Por lo que concierna a los Polos Opuestos, sólo dejaron salir a Gibson y David. Arturo no tuvo tanta suerte, ya que no se llevaba demasiado bien en clase ni en casa. Cuando Anny se fue, Andrei envió un mensaje a David, Gibson e Irene para que se reunieran en el restaurante.

-Tenemos que ir camuflados, no vamos a pretender que se den cuenta.

-Yo ya me he preparado para la ocasión. -presumió Irene con sus gafas y su cambio de ropa radical.

No parecía ella. Se puso unas gafas de sol que le regalaron que aún no había estrenado, y llevaba un vestido tejano azul. David no pudo evitar intentar ver cómo era la ropa interior de la chica, aunque ella le pilló y le dio una colleja.

-Ya se nota... Tú deberías esconder tu pelo tomate. -aconsejó Andrei.

-Dime cómo, listillo.

-Pues con una gorra.

-Se ve el pelo igualmente.

Ella pensó el plan que iban a seguir una vez estuvieran allí mientras Gibson se ponía una gorra para cubrirse el pelo.

-Pero es otra cosa. A ver, este resaturante es muy caro, pero tendremos que pedir algo, así que coged lo más barato que haya en el menú. ¿Entendido?

-Sí, señora.

-Y si somos cuatro en en la mesa será raro.

-Entonces... Dos de comida entre amigos y uno de nosotros con Irene para que parezca una cita.-decidió David.

-Por supuesto que me sentaré yo con ella. -soltó Andrei.

-No, perdona, ruso, iré yo.

Perdieron tiempo discutiendo sobre quién se sentaría con ella, así que la chica les cortó el rollo:

-Como no sabéis decidir solos, me sentaré con David.

-¡NO!-se quejaron el rubio y el pelirrojo.

David sonrió y miró otra vez el vestido de Irene. El ruso y el inglés quisieron matarlo. A ella le dio igual cenar con David, a pesar de saber de qué pie calzaba. Sabía que no iba a intentar nada con ella, sobretodo porque Andrei y Gibson los estaban vigilando.

Vieron a Anny y Toby. Se escondieron, se pusieron sus artilugios para camuflarse y entraron. Gibson y Andrei decidieron pedir algo de comida mientras hablaban de Irene, su único y favorito tema de conversación. Eran muy comilones. Irene y David estuvieron mucho rato esperando el menú. Luego les sirvieron un pica pica y cuando venían a atenderles decían que aún estaban picando. Cuando no pudieron fingir más pidieron el menú y estuvieron fingiendo estar indecisos y diciendo que aún no se habían decidido. Se reían un montón fingiendo y haciendo el tonto mientras espiaban la pareja, quienes comían animadamente. Qué poco se esperaba Anny que aquella noche iba a ser intensa.

A Gibson y Andrei no les hacía micha gracia que David e Irene estuvieran riendo y pasándoselo bien. Sabían que David era un ligón, y vieron cómo había mirado descaradamente las piernas de la chica cuando llegó.

El Alumno NuevoWhere stories live. Discover now