Capítulo 12

525 41 9
                                    

A las seis y media, Irene fue corriendo hacia en Starbuks de la plaza. Entró y vio a Gibson sentado en una de las mesas. Sonrió y fue a sentarse con él.

-Buenas     tardes. Siento el retraso, he tenido que ir corriendo.

-Tranquila,     no hacía falta que corrieras, sabes que te esperaría tanto como hiciera     falta. Bueno, ¿pedimos?

Poco después de pedir, vieron cómo Carlos y Cris entraban en el Starbucks. Ella les saludó y la pareja se dirigió a la mesa, al mismo tiempo que Gibson maldecía todo lo que estaba viendo .

-¡Pareja!     ¡Qué bien encontrarnos aquí esta tarde!

-Claro     que sí! Bueno, ¿habéis pedido ya? -preguntó Carlos juntando otra mesa con la     de Gibson e Irene.

Cristina y Carlos pidieron y estuvieron un rato hablando     los cuatro juntos, poniéndose al día. Gibson no se esperaba que el nerd de Carlos fuera tan amigo de una chica mala y popular como Cris, eran totalmente diferentes, aunque hacían buena pareja. Luego pagaron y salieron.

-¿Dónde     queréis ir?

-¿Qué     tal si vamos al puente? -disparó Carlos.-Se ve bien la puesta de sol desde     allí.

-Perfecto,     vamos allí pues.-de camino hacia el puente, los chicos hablaron de fútbol     mientras Irene y Cris hablaban de lo locas que estaban las chicas con aquel grupito de engreídos.

-¿No     son Andrei y Anny los de allí?-preguntó Jenn mirando el final del puente.

-¡ANDREI!     ¡ANNY!-chilló Irene mientras Gibson estaba a punto de matar a alguien.

Odioso nerd, ¿por qué tenía que proponer de ir allí? Pudo ver cómo un     rubio venía corriendo hacia ellos. ¿O es que quizá era un plan con el ruso para fastidiarles la cita? Claro, él había oído la conversación de esa mañana con Irene, ya que estaba a su lado (como siempre).

-¡Irene!     ¡Qué alegría verte!-chilló Andrei abrazando la chica.

-Pues     sí. Íbamos a ver la puesta de sol.

-Oh,     Anny, Toby y yo hemos ido a pasear. Seguro que no os importará que nos     quedemos.

-Noo,     qué va...-soltó Gibson y no le hicieron caso.

Fueron al centro del puente y estuvieron juntos viendo el ocaso. Irene se abrazó a Andrei y Gibson abrazó a Irene. Carlos y Cris contemplaban la escena cogidos de la mano, y Anny abrazaba a Toby de lado. Un momento precioso que pudieron disfrutar juntos. Cuando se hizo tarde, decidieron comprar algo para llevar en un restaurante y se sentaron en el parque a cenar.

-No     quiero volver a casa,  Anny... Quiero     quedarme con Irene un rato más.

-Nos     vamos, Andrei. No seas plasta.

-Aarg,     tenemos que despedirnos, Irene. -dijo Andrei apenado.

-No te     deprimas, Andrei. Nos veremos mañana.

-Ya...     Pero te voy a echar de menos. Te acosaré de WhatsApps.

-Vale. Venga,     nos vemos mañana. -se abrazaron y Andrei se fue triste tras Anny y Toby. 

-Nosotros     también nos iremos... Ya es tarde.

-De     acuerdo, nos vemos mañana parejita. -Cris y Carlos se fueron y se quedaron Gibson e Irene solos.

-Ya     era hora... Son unos acoplados.

-Serán     unos acoplados, pero son mis amigos... Igual que tú-él se sonrojó.-No te     sonrojes, que si ya pareces un tomate con tu pelo, aún lo pareces más     así.-rieron.

Estuvieron hablando animadamente de los momentos que pasaron juntos y cuando llegaron en casa de Irene, Gibson no puedo evitar sentirse triste. Ese pequeño momentos a solas con ella había sido maravilloso, reconfortante, quería repetirlo como fuera.

-Tenemos     que quedar otro día. Como antes.

-Claro     que sí, Gibson.

-Es     que... no quiero perder nuestra amistad...

-No me     vas a perder.

-Esos     días parece que sí, te veo con Andrei y pienso que quizás ya no...

-Gibson,     tú eres uno de mis mejores amigos, igual que Andrei e incluso Carlos.

-Pero...

-No  hay pero que valga.

-Siento     haberte avisado al último momento el día que me fui... Cuando lo supe fuiste     la primera a quien se lo dije. No sabes qué mal me siento por haberte dejado     plantada. Sabes que nunca lo haría.

-Gibson,     no te preocupes. Está olvidado, no era tu culpa. Eres adorable.

-Como     tú.-sonrieron. -Gracias por perdonarme. Ahora que he vuelto, podemos volver a retomar nuestra amistad, espero.

-Está claro que sí, no lo dudes. Buenas noches, Gibson. Nos vemos el lunes en clase, ¿sí?

-¿No hablaremos por WhatsApp?

-Oh, claro, como tú quieras. Ahora sí que entro en casa o me van a matar.

-No te preocupes. Buenas noches, Irene. -dijo y la abrazó a modo de despedida.

Sabía que, con esfuerzo, podría recuperar a su Irene, pero Andrei se lo pondría difícil. Ese rubio era insufrible, aunque en el fondo lo entendía, Irene era irresistible, y el hecho de que ella no se diera cuenta de ello lo era más. Quizá eso era lo que le gustaba más de ella, porque cuando le decían un cumplido se sonrojaba y se emocionaba. Su objetivo, al igual que el de el ruso, era convencerla de toda la bondad y belleza que llevaba, costara lo que costara.

Mientras tanto, Chantal y Marcel estaban en casa de la chica, presentando el "novio" a los padres:

-¿Ese     es tu novio?

-Sí,     papá.

-¿En     serio sales con ese neandertal tatuado y con ese pelo de escarola?

-Sí, y     le amo. Y él a mí.

-¿Pero     tú le has visto? Es un...

-Dejadle     en paz. Lo importante es que nos queremos.

-No.     No vamos a permitir que salgas con ese tío.

-Es su     vida, no la vuestra. -soltó Marcel indignado.

-Yo la amo, y ella a mí, no     importa el físico sino la personalidad. Antes de juzgar, conozcan a la     gente.

-¿Cómo     te atreves...? ¡Largo de mi casa!-chilló el hombre.

Marcel se fue indignado     y Chantal se encerró en su habitación a llorar. Maldita familia conservadora, ¿cómo podía ser posible que le hicieran eso? Nunca les había causado ningún problema, y era la primera vez que llevaba un chico en casa a pesar de haber salido con alguien más anteriormente. Si lo llevaba era porque realmente le quería, y le partía el corazón que le trataran así.

¿Por qué el mundo era tan injusto con ellos? ¿Por qué no podían amarse? ¿Por qué no podían aceptar que se quieren, y dejar de lado los prejuicios? Desesperada y triste, decidió videollamar a Irene y contárselo todo.

El Alumno NuevoΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα