Capítulo 35

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Llegaría tarde. Anny iba a toda prisa arreglándose y cogiendo sus cosas para no llegar tarde a su encuentro con Irene. Andrei la miraba sin poder evitar reír, Anny era todo un desastre. Su hermana se pasó la tarde vídeochateando con Toby y se le pasó el tiempo, y a Irene le incomodaba esperar. Andrei no paraba de meterle prisa para molestarla, y su hermana terminó tirándole una chancla encima para que se callara. Cuando terminó, Anny cogió una galleta y salió disparada de casa.

-Adiós, hermanito. Nos vemos luego.

-Adiós, Anny. Cuida a Irene.

-Tranquilo, lo haré.

Andrei le abrió la puerta y la chica salió corriendo con la galleta en la boca. Llegó justo a tiempo al centro comercial, donde su amiga ya estaba ahí. Aún llevaba la galleta, lo cual extrañó a Irene, aunque no dijo nada. Se abrazaron mientras Anny jadeaba.

-¡Mi rusa favorita! Pareces agotada.

-He tenido que ir corriendo, casi hago tarde.

-Has llegado a tiempo. No pasa nada por hacer un poco tarde, mujer. Bueno, ¿vamos?

-Sí. –las dos amigas entraron a todas las tiendas de ropa que encontraron.

Irene se enamoró de un vestido rojo mientras que Anny seguía con sus dudas. No sabía si elegir un vestido con o sin estampados, con colores vivos o colores oscuros. Estaba hecha un lío. Irene le aconsejaba, pero ella seguía igual dudando. Le hizo voltar todas las tiendas que veía para que al final volvieran a la del principio para comprarse el que más le había gustado, que era precioso. Después de la sesión de compras, fueron a tomar algo en un Starbucks que había cerca. Merendaron tranquilamente mientras charlaban de sus compras:

-¿Crees que a Toby le gustará?

-Seguro que sí, no te preocupes.

-Andrei quería venir con nosotras, pero le dicho que no. Si hubiera quedado con otra, le dejaría ir, pero quedando con su pareja de baile no viene ni loco.

-Bueno, eso de pareja de baile... No me lo ha pedido aún, y no sé a qué espera. Pero en fin.

-Es tonto. ¡El rey de los tontos! Ya hablaré yo con él. Si estuviera aquí ahora mismo le daría una colleja que se lo llevaría bien lejos.

-Pues debo de estar enfermo para atreverme a acercarme a ti, hermanita.-oyeron una voz que hablaba detrás de ellas. 

Se giraron y se encontraron a Andrei, junto a un  café con su nombre y un muffin enorme. ¿Qué hacía allí?

-¡MALDITO RUBIO! ¡NO ME ESTROPEES MI TARDE DE CHICAS!

-No vengo a acoplarme, tonta. Yo también tengo mi tarde de chicos.-dijo y señaló una mesa, donde estaba Dani junto a los Polos Opuestos.

-Vaya, no me esperaba que fueras tan amigo de los Polos Opuestos.

-Son guays, me encanta ir con ellos, nos lo pasamos genial juntos. David se ha comportado y ha hecho las paces con Gibson, aunque mazorca de maíz no le tiene la misma confianza que le tenía antes, y yo estoy tranquilo porque sé que no va a acercarse más a Irene. Y Carlos necesitaba despegarse un poco de Cris e ir con nosotros.

-Me parece una buena idea, Andrei. –dijo Irene y él sonrió satisfecho. 

 Irene se acercó a la mesa donde estaban los demás para saludarlos. Andrei la seguía con una sonrisa de bobo y felicidad que le delataba, mientras Anny iba tras ellos, revisando sus mensajes.

-¡Hola, Irene! ¿Qué tal?-preguntó Arturo alegremente.

-Bien, gracias. Acabamos de comprar los vestidos. Nos hemos pasado más de una hora para que Anny se decidiera, para que al final me hiciera volver a la misma botiga del principio.-explicó Irene con una mueca de disgusto.

-Seguro que son la mar de chulos.

-Bueno, supongo que sí.

-¿Y qué hacíais aquí?

-Pues ahora veníamos a descansar un poco.

-Quedaos con nosotros. –sugirió Carlos. Anny e Irene se sentaron junto a ellos un rato. Estuvieron charlando tranquilamente:

-Cris estará preciosa en ese maldito baile.

-Ella está preciosa siempre, menuda novia que tienes.-se quejó David. Irene se incomodó al verle. Seguía con su actitud pervertida.

-Quizás Sandra y Pere se vengan al baile, aunque sea para ayudar.

-¿Sí? Qué bien, me gustará verles después de la proposición de matrimonio.

-Les echo bastante de menos ahora que ya no viven con los padres de ella...

-¿Sandra es aquella tía que está tan buena que sale con el del cochazo?

-Sí, esa es.

-Wow, ojalá la volviera a ver. ¡Estaba muy buena!-decía Arturo mientras todos reían.

-Por lo que he oído, Luis y Alex también han quedado para buscar cosas para el baile. Nicole debe de ser muy exigente, y Emily tampoco. Me alegra que hayan vuelto a la normalidad esos dos, Luis era un peligro para la humanidad-opinó Gibson.

-No, Emily respeta mucho a su chico. Y le quiere un montón, a pesar de todo.

-Pues yo quiero mucho más a Toby-dijo Anny mientras saboreaba su café.

-Ya, se nota. Te pasas el día entero con él. –se burló Andrei.

-Hermanito, no hagas que diga delante de todos cosas que no quieren que sepas.-dijo Anny y todas las miradas se dirigieron a Irene, quien se estaba poniendo roja.

Andrei se calló. No quería que se enteraran de que tenía un mural de fotos de Irene en su habitación, o que controlaba los "me gustas" de la chica en su Instagram. Pensarían que estaba loco, aunque era verdad que lo estaba. 

Un rato más tarde, las chicas se fueron y los chicos se dedicaron a hablar de fútbol. Anny estaba realmente contenta de haber podido tener una tarde con su "cuñada", a pesar del pequeño encuentro con Andrei de hacía un momento. Tenía ganas de que su hermano se le declarara a la chica de una vez por todas, porque se notaba que ambos se morían por estar juntos. Seguramente lo haría en el baile, aunque la timidez de su hermano le preocupaba un poco. 

A pesar de pasarse el día molestándose mutuamente, Andrei y Anny se querían muchísimo, estaban muy unidos. Anny, al ser su hermana mayor, siempre se preocupaba por él y lo ayudaba en todo, e incluso le dio consejos para acercarse a Irene. 

Anny Orlov tenía muchísimas ganas de poder llamar oficialmente "cuñada" a Irene. 

El Alumno NuevoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora