Capítulo 20

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A la mañana siguiente, la familia de Irene comería y cenaría con sus tíos. A ella le gustaban sus tíos, eran terriblemente ricos y sabía que haciéndoles la pelota conseguiría algo. Y a parte, tenía muchas ganas de ver a su prima. Lucía era una chica muy talentosa y amable. Le encantaba pasar ratos largos con ella hablando de sus cosas. Sólo se llevaban un año. Cuando llegó a clase aquella mañana, vio a Gibson. No sabía cómo reaccionar después de la tarde anterior. Él fue quien dio el paso y la saludó.

-Buenos días, Irene. Quisiera hablar contigo.

-Oh. Claro. Dime.

-Verás. Imagínate que te gusta un chico. O piensa en el chico que te gusta. –la mente de Irene rápidamente visualizó a Andrei.-Vale. Imagínate que hay una chica que ha llegado nueva este curso y se ha acoplado al chico. –ella imaginó a Lola.-Entonces, ves que ellos dos se llevan bien y tienen más química que él contigo. ¿Cómo te quedarías?

-Arg, mataría a esa...

-No hace falta que digas la palabrota. Pues mira. Eso es lo que nos pasa a Andrei y a mí.

-¿En serio? ¿Os gusta la misma chica?

-Sí. Y al decirte eso, supongo que es evidente que sabes de qué chica se trata.

-Oh, claro que sí. Sé de quién hablas.-él se puso rojo.

Parecía un marciano rojo entre su ropa, su pelo y su cara.

-Bueno, yo... Voy a clase.

-Vale. Mucha suerte con la chica. –él se puso aún más nervioso y desapareció. Luego entró Andrei mientras su hermana y Toby se daban mimos.

-Buenos días, Irene. Tengo que...

-Ya me lo ha contado Gibson. Lo sé todo. No pasa nada, lo comprendo. Pero no os matéis estando yo cerca, ¿vale?-él asintió y ella le dio un beso en la mejilla. –Mucha suerte con la chica.

-Gracias... -dijo el chico sonrojado. Entraron Carlos y Cris y él también estaba rojo.

-¿Hoy es el día de los sonrojados?-preguntó Barbara acompañada de Lola cuando los vio.

-Buenas, lindo rubio.-saludó Lola a Andrei. Él, incómodo, sólo la miró.

-Pero salúdala, tonto.-susurró Irene al oído de Andrei. Las chicas se adentraron en el instituto y ella volvió a susurrar:-Nunca la conquistarás si no le hablas.

-¿Conquistar?

-Sí. O le hablas, o Gibson te la va a robar.

-¿De qué me hablas?

-Pues de Lola, ¿de qué si no? Mira, la odio, pero es la chica que te gusta y tengo que aceptarlo. Algo tendrá para que te guste a ti y Gibson.

-Oh... claro, claro.

Andrei agradeció la confusión de Irene. Tendría que hablar con Gibson. Casi le da un ataque cuando Irene le dijo que "lo sabía todo".

A la hora libre, Andrei buscó a Gibson para hablar con él de la confusión de Irene. No le hacía demasiada gracia, pero era conveniente que él lo supiera para no provocar malentendidos. Se lo encontró cerca de la biblioteca, con los Polos Opuestos.

-Mazorca de maíz, tengo que hablar contigo.

-Dime, rubio de bote.

-Es sobre Irene. Está confundida.

-¿Cómo? Si esta mañana me ha dicho que lo ha entendido todo.

-No, no me refiero a nuestro odio. Me refiero a que se piensa que nos gusta Lola.

-¡¿Lola?! –Andrei asintió. –Bueno, mejor. Sí que es mentira, pero que se crea que es ella es mejor. Así no será incómodo estar con ella.

-Pues sí. Bueno, me voy. Suerte, rival.

-Suerte.

Andrei, como siempre, acompañó a Irene en su casa. Alguien les abrió la puerta:

-¡Irene! ¡Qué bien, por fin llegas! ¿Quién es tu amigo?

-¡Lucía! –se abrazaron.- Él es Andrei. Andrei, ella es mi prima Lucía.

-Mucho gusto.-se dieron los típicos dos besos y Andrei se fue a su casa.

-Bueno, prima, cuéntame. ¿Quién es ese rubiales que te ha acompañado a casa? Quiero detalles.

-Luego, luego. Que mis tíos pueden oír.

-O me lo cuentas ahora o te pongo el último álbum de Demi Lovato y te lo tragas entero.

-De acuerdo. Estás obsesionada con ella. Andrei es mi mejor amigo.

-¡Uuh! ¿Y el pelirrojo?

-Es una larga historia. Se fue a su país, pero ha vuelto.

-Tengo ganas de terminar de comer para que me lo cuentes.

-Bueno, ¿y tú qué? ¿Alguien que deba saber o conocer?

-Sí... Hay alguien en mi vida. Se llama James, es de Nueva York. Está como un tren, mira.-le enseñó una foto de James. Irene casi se desmaya de verlo.

-¡Cielos! ¡Es guapísimo!

-Es mío. Ya te buscaré a alguno de sus amigos.

-Oh, no, yo ya tengo bastante con lo que hay aquí.

-Eso me huele a pretendientes.

-Sí. Estoy en un triángulo amoroso. Luego te lo cuento.

Comieron. Los tíos de Irene explicaron que pensaban ir a Alemania de vacaciones de Semana Santa, cosa que Irene escuchó con atención. Siempre quiso ir a Alemania.

-Y esta vez, hemos pensado que podríais venir con nosotros.

-¡Sí! ¡Qué ilusión! ¡Por fin a Alemania!-chilló Irene. Luego se dio cuenta de que no podría ser.-Oh, no, que voy a Rusia...

-¿Cómo que vas a Rusia?

-Es un regalo de un amigo que es de allí y...

-¿El que te ha acompañado a casa? Tenía pinta de ruso, pues.

-Sí, Andrei.

-Parece buen chico. ¿Cuánto lleváis juntos?

-Oh, no, no somos novios.-respondió Irene sonrojada.

Después de comer, Irene y Lucía se encerraron en su habitación para hablar. A pesar de que Irene lo rechazara, terminaron escuchando a Demi mientras hablaban. Irene le contó todo lo relacionado con Gibson y Andrei.

-Pero, Irene, dices que es un triángulo amoroso. ¿Dónde? Si a ellos les gusta la chica esa.

-No. Les he hecho creer que me he confudido y que pienso que es ella. Pero es evidente que soy yo. Lo supe des del momento que Andrei me besó y cuando se lo conté a Gibson él se puso nervioso.

El Alumno NuevoWhere stories live. Discover now