Capítulo 19

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A la mañana siguiente, Andrei se levantó un poco cansado, aunque con ganas de ver a Irene y aclararlo todo. Cuando llegó al instituto, lo primero que vio fue a Gibson.

Él, siempre él. No podía soportarlo, era algo sobrenatural. Ese pelirrojo era su mayor infierno. Pudo observar a los demás Polos Opuestos ligando con las otras chicas. Se acercó a Irene con cautela cuando alguien se puso en medio:

-Buenos días, lindo ruso.

-Buenos días, Lola. ¿Me dejas pasar?

-Me preguntaba si... Me darías tu número de teléfono. -él arqueó una ceja.

-¿Y eso para qué?

-Para hablar contigo.

-Vale...-le dio su número un poco dudoso y ella lo guardó en su lista de contactos.

-Bueno, guapo ¿quieres quedar?

-¿Puedo ir con mis amigos, por favor?

-Oh, claro, claro. Si necesitas algo, estaré com mi amiga Barbara cerca de la pista.

-Vale. –Andrei pudo escaparse y fue corriendo hasta Irene. Ella no sabía cómo reaccionar.

-Buenos días, Irene.

-Hola, Andrei.

-¿Nos sentamos juntos en clase?

-¡Claro que sí! Qué bien.-sonrió ella y a él se le iluminó la cara.

Qué ganas había tenido de verla sonreír, pensaba que ya no iba a volverla a ver así. Era muy difícil hacer sonreír a esa chica, siempre estaba con la mirada al vacío, así que era un gran mérito para quien conseguía sacarle una sonrisa. Él se sintió dichoso de haberlo podido conseguir.

Una vez en clase, el profesor de la cual estaba emparrado mirando las moscas, Cris miró a Irene y le sonrió malota. Irene no se dio cuenta de nada hasta que cuando reaccionó...

-¡¡CRISTINA Y CARLOS SE ESTÁN BESANDO!!

Todo el mundo miró cómo ella estaba comiéndole la boca a Carlos. Cuando acabó, él se quedó mirando la chica realmente confuso y alucinado. Ella sólo le sonrió triunfante y volvió a centrarse en sus deberes. Él hizo lo mismo, con los labios y su cara rojos, aunque no pudo volver a concentrarse.

Andrei se sorprendió muchísimo al ver aquella escena. Ojalá él fuera tan valiente de hacer lo mismo. Miró a Irene, quien miraba alucinada la pareja que se sentaba justo al lado de ellos. A la hora del patio, todos empezaron a hablar del bombazo. Los chicos, en la pista de fútbol, no cesaban de cotillear descaradamente. Las chicas, escondidas en la cafetería, comentaban con Laia el gran beso:

-¿No te ha dicho nada Carlos después del beso?

-No, nada. Pero le alcanzaré luego y que se prepare.

-¿Y tu ex?

-Él y yo hemos pensado en vernos algún día. Dice que le apetece conocer a Carlos.

-Ya, ya. Conocerlo. Oye, Irene, Andrei estaba muy atento hoy.

-Bueno. Ha hecho como si no hubiera pasado absolutamente nada. Mejor para mí.

-¿Alguna novedad sobre Gibson?

-No, nada. No me ha escrito ni nada. Supongo que andará ocupado con esos asquerosos exámenes.

-¡Como todo el mundo! –las chicas rieron cuando recibieron la visita de los chicos guapos:

-Chicas, os escondéis de nosotros... Os echamos de menos.

-Ah, qué atentos estáis hoy.-rió Nicole. -A saber qué planeasteis ayer en vuestra reunión masculina.

El Alumno NuevoWhere stories live. Discover now