Capitulo 8 ''Tregua''

329 17 0
                                    


Íbamos en el auto de Chris, escuchando música y cantando junto a la melodiosa voz del cantante francés que entonaba ese precioso tema hasta que el celular de él sonó.
Me miró a mí y luego miró su celular.
-No piensas contestar? -le pregunté.
-Claro, claro. -dijo rápidamente y tomó el celular entre sus manos mirando el identificador de llamadas. -Primo? -preguntó
Yo desvié mi mirada hacia el paisaje por donde estábamos pasando en ese momento haciéndome ajena a su conversación con su primo.
Por el momento, estábamos pasando por una de las playas más grande de California, amaba venir a esta playa ya que no había tanta gente por el simple hecho de ser una playa vip.
Miraba por la ventanilla de vidrio aquella hermosa playa que no he visitado desde que estoy de vacaciones. Más tarde le propondría a Chris venir a esta playa junto a las chicas y a sus primos luego de almorzar.
Un hermoso mar pintado de un azul inigualable, una arena marrón y bien cuidada, sin una sola basurita, unas reposeras de colores con sombrillas multicolores que adornaban parte de ella, una barra tropical que te hacía perder la razón con cada trago. Simplemente la mejor playa de California distinguida entre tantas por su exclusividad.
-Disculpa, Jean. Era mi primo. -habló Chris sacándome de mis pensamientos.
-Claro, le dijiste donde comeríamos?
-Sí. -contestó.
Le aumentamos de nuevo a la música y continuamos cantando las hermosas canciones francesas que el reproductor de música de Chris nos ofrecía.
-Sabes? He pensado que luego del almuerzo podríamos ir todos a Beach California V.I.P. -hablé luego de un buen rato.
-Tú dices?
-Claro, por qué no?
-Cuando lleguemos al restaurant se lo proponemos a los chicos, si ellos quieren pues vamos, no hay ningún problema. -sonrió y acarició mi pierna.
Debo admitir que no veía la hora de llegar a ese restaurant para conocer finalmente al primo de Chris, siempre quise conocerlo y ahora más que nunca, así me ayudaría a olvidarme de Brian por unos momentos y hasta quizás podamos salir, obviamente si él quiere y si a mí me gusta.
Finalmente, llegamos al restaurant y aparcamos al lado de un Alfa Romeo azul precioso.
-Mira, Jean, este es el auto de mi primo Jasón. -me habló Chris señalándome el hermoso auto que teníamos en frente.
-Es muy bonito. -señalé.
-Uno de los mejores del mercado. -sonrió.
Caminamos un poco más a delante y distinguí una Ducati que aparcaba junto a otras pequeñas motos que había en el lugar.
Por un momento, se me pasó por la cabeza que Brian podría estar ahí y dos sensaciones vinieron a mi cabeza; la primera consistía en salir corriendo del lugar y escapar de ese almuerzo sabiendo que Brian estaría allí, mirándome y la segunda consistía en entrar al lugar, abrazarlo y pedirle disculpas.
Deseché las dos sensaciones y luego miré a Chris, quién miraba interesado la motocicleta negra que tenía en frente.
-Hay muchas de estas? -le pregunté interesada.
-La verdad que sí, mi primo tiene igual. Hasta diría que esa es de él.
Un escalofrío recorrió mi espalda y por un momento pensé que el primo de él podría ser Brian. Esa si sería una razón para salir corriendo del lugar ya que tendría que almorzar con él e ir a la playa con él ya que se lo propuse a Chris ir y ya no podía retractarme.
Deseché nuevamente esa idea y me tranquilicé. Debía calmarme y sacar la tensión que tenía dentro de mi cuerpo para poder conocer a sus primos y no arruinar este almuerzo.
-Estás muy tensa, Jean. -dijo Chris sacándome de mis pensamientos y haciendo un par de masajes en mis hombros para sacar la tensión que me obstruía la tranquilidad. -Te sientes bien?
-Sí. -dije en voz baja.
-Segura? Si no nos volvemos a tu casa y dejamos este almuerzo para otro día.
-No, ya has citado a tus primos aquí, no les puedes hacer esto. -traté de excusarme.
-Yo creo que lo que a ti te pasa tiene nombre y apellido, cual apellido desconozco. -dijo meneando la cabeza.
-De qué hablas? -le pregunté nerviosa.
-De tu profesor de baile. -dijo serio.
-Eso no es cierto.
-Sí lo es. Yo te conozco mejor que nadie, Jean. A mí no puedes mentirme.
-Es que tengo miedo de cruzármelo en este lugar, suficiente con tener que verlo tres veces a la semana.
-Tranquila, no te lo cruzarás.
-Tienes razón, son pensamientos tontos, lo siento.
-Tranquila. Entramos?
-De acuerdo, no hagamos esperar más a tus primos.
Chris me tomó de la cintura y a continuación, nos dirigimos dentro del restaurant.
Nos quedamos en la parte de recepción buscando con la mirada a los primos de Chris, aunque yo no sabía por qué yo lo estaba haciendo si de todas formas no los conocía.
Entonces, en ese momento, capté los rostros de Amelia y Melanie sentadas en una mesa al fondo del local con dos chicos, una niña y otra chica.
-Mira, allá están las chicas. -dije señalando con mi dedo la mesa donde ellos se encontraban.
-Y ahí están mis primos, Amy mi sobrina y Alexa, la esposa de Jasón. -explicó.
-Vamos, quedan dos lugares, seguramente nos están esperando. -dije y Chris se aferró más a mi cintura y nos dirigimos a esa mesa sin que él me soltara ni por un segundo.
Caminamos entre las mesas y al decir verdad era un poco incómodo ya que el lugar era algo pequeño, las mesas estaban todas juntas y Chris me abrazaba, no me soltaba y eso nos dificultaba pasar por entre la gente y entre las mesas.
Finalmente, llegamos a la mesa.
Los primos de él estaban de espaldas, uno tenía un pelo castaño claro y el otro cabello negro y algo alborotado.
Eso nuevamente me hizo recordar a Brian ya que él tenía un pelo parecido.
Las chicas estaban sentadas en frente de ellos dos, la niña entre la que creo era Alexa y el chico de pelo castaño. Los dos lugares que quedaban estaban al lado de las chicas y en frente de los primos de Chris. Calzábamos perfectos en la mesa.
Rodeamos la misma hasta llegar al lado de las chicas y poder mirar a todos de frente.
Yo pasé mi mirada por las caras nuevas comenzando desde Alexa.
Ella era un mujer muy hermosa, unos ojos color azules lindísimos, un cabello rubio color oro de película y un cuerpo de modelo, era muy hermosa.
Luego pasé mi mirada a la pequeña niña de cabello castaño, como el padre, ojos color miel y un pequeño cuerpo.
Seguí con mi paseo ahora al chico de cabello castaño, tenía lo mismos ojos que su hija y un cuerpo fabuloso, cualquier chica querría estar con él.
Finalmente, posé mi mirada en el último chico, pero creo que no me hace falta analizar cómo es físicamente porque ya lo conocía muy bien.
Deseaba que todo fuese un sueño, no haber venido aquí y muchos menos tener que cenar aquí, además Chris querrá que esté con él.
-Jean, te presento. -habló Chris.
En cuanto él pronunció mi nombre, el hermoso chico que tenía en frente levantó rápidamente su mirada encontrándose con la mía como la primera vez.
-Ella es Alexa, la esposa de Jasón, ella es Amy, su hija, él es Jasón y él es Brian. -dijo señalando a uno por uno. -El soltero es Brian. -me dijo al oído.
-Hola, soy Jean. -me presenté con una voz que apenas era audible para todos.
-Jean, qué te ocurre? Tú nunca hablas en voz baja y mucho menos cuando te presentas a alguien. -me habló Melanie levantándose de la mesa.
-Disculpen, debo ir al baño. -dije tratando de zafarme del agarre de Chris.
-Necesitas que te acompañe? -me preguntó Melanie.
-No hace falta. -contesté y me alejé de esa mesa.
Nunca había venido a este restaurant y por lo tanto no sabía dónde se encontraba el baño.
Me acerqué a uno de los meseros que estaba apoyado en el mostrador y le hablé.
-Disculpe, me podría decir dónde está el baño? -le pregunté algo atontada.
-Mi scusi, signorina? (disculpe, señorita?) -habló el mesero.
Valla, al parecer aquí no hablan en español. Por suerte yo sé hablar muy bien el italiano así que no se me hará complicado comunicarme con ellos.
-Mi scusi, potrebbe dirmi dov'è il bagno? (Disculpe, podría decirme dónde queda el baño?) -pronuncié fluidamente.
Había estado en un instituto de italiano por dos años y tengo un título que demuestra que me gradué de ese instituto.
-In fondo al corridoio, seconda porta a destra. (Por el pasillo, la segunda puerta a la derecha) -contestó con una sonrisa y luego me dio la espalda para recibir la bandeja que le estaban entregando con una comida que olía delicioso.
Caminé por el pasillo dónde el mesero me había indicado y luego entré al baño.
Me miré al espejo y tenía una expresión sombría.
¿Por qué justamente hoy tenía que cruzármelo?
Quisiera retractarme o que me pasara algo para no tener que ir a la playa con él. No quiero que me vea en traje de baño y mucho menos pasar más tiempo con él del que ya paso diariamente.
Quizás los chicos tengan razón y yo esté enamorada de él pero la verdad es que no puedo parar de pensar en él.
Me acomodé un poco mi camisa y luego el pantalón, me mojé un poco la cara, como lo había hecho ayer cuando lo conocí, asegurándome de no estropear mi maquillaje.
Sequé mi cara y mis manos con un poco de papel y luego respiré hondo.
<<Sólo un par de horas, nada más>> trató de convencerme mi conciencia.
-Un par de horas casi toda la semana. -le susurré.
Otra vez hablando sola, qué bajo he caído.
Salí del baño y los divisé a todos muy contentos y riendo pero la cara de Brian era de un funeral.
Seguramente él seguía enojado conmigo, razón que desconozco y me gustaría saber.
-Ha trovato il bagno, signorina? (Encontró el baño, señorita?) -me preguntó el mesero que llevaba una bandeja ahora vacía en su mano.
Me había exaltado un poco debido a que no esperaba que me hablara.
-Se. (Sí) -contesté con una sonrisa falsa. -Grazie. (Gracias) -sonreí nuevamente y me alejé de él para volver a la mesa.
-Estás mejor, Jean? -me preguntó Chris.
La cara de Melanie se había tornado triste y tensa y Brian sólo me miraba inexpresivo.
-Sí, Chris. Gracias. -le contesté en voz baja.
-Ven, siéntate a mi lado. -dijo golpeando suavemente la silla que descansaba a su lado.
Tomé asiento y por desgracia, había quedado justo en frente de Brian que no dejaba de mirarme.
Si no dejaba de mirarme, me tendría que cambiar de lugar con Chris porque así no podría comer.
-Hey, Brian. Cambia esa cara de funeral. -lo habló Jasón.
Por fin quitó su mirada de mí para mirar a su hermano.
-No tengo un buen día. -contestó seco.
-No por eso arruinarás el almuerzo, cierto? -lo miró incrédulo Chris.
-No, lo siento. -sonrió de lado.
Al menos le había cambiado la cara.
-Ese es mi hermano. -sonrió Jasón golpeando la espalda de Brian.
Su mirada volvió hacia mí pero esta vez ya con una sonrisa. Yo lo miré tímida y se la devolví volviendo mi mirada a Melanie que estaba hablando con Chris que estaba a su lado.
-Buongiorno.(Buenos días) -se acercó el mesero interrumpiendo nuestra conversación. -Sarò il vostro cameriere. (Yo seré su mesero) -dijo y luego me miró sonriendo de lado.
Era el mismo mesero que me indicó dónde quedaba el baño.
-Qui lascio il menu di fondo, appena decido, me lo faccia sapere. (Aquí les dejo la cartilla de menú, cuando se decidan, me avisan) -sonrió y se alejó de la mesa dejando cinco cartillas en ella.
Yo tomé una entre mis manos y comencé a ver los menús que esta poseía.
Todo se veía muy delicioso pero lo que más llamó mi atención fueron los Canelones con Bechamel, la típica salsa de Italia.
Chris y yo éramos los únicos en la mesa que sabían hablar italiano así que los chicos comenzaron a preguntar.
En realidad comenzaron a preguntarle a Chris.
Yo levanté mi mirada para ver a Brian, quién permanecía inexpresivo y trataba de leer la cartilla.
-Necesitas ayuda? -le pregunté algo tímida.
-De ti no necesito nada. -contestó seco.
Yo tragué duro y todos en la mesa se giraron a vernos.
-Brian, qué te sucede? -le preguntó Chris. -Recién la conoces y ya la atacas?
-Ustedes no saben nada. -dijo sombrío.
-Es mi culpa. -hablé.
-Tú no tienes la culpa de nada, querida. Sólo que el señor eligió el día perfecto para estar de mal humor. -enfatizó casi todas las palabras Jasón. -Discúlpalo.
-No te preocupes. -traté de sonreír.
Su mal trato hizo que mi corazón se partiera en miles de pedazos y el hambre que tenía de pronto abandonara mi cuerpo.
Jasón le dijo algo en el oído mientras yo ayudaba a Alexa con su pedido y el de su hija.
Cuando acabé, escuché que Brian suspiró.
-Discúlpame, Jean. Si necesito tu ayuda. -me habló.
Yo abrí mis ojos como platos por su repentino cambio de humor.
-Haremos una tregua. Por hoy olvidaremos lo que pasó anoche y nos trataremos bien ya que nadie sabe lo que en realidad pasa. -propuso. -Estás de acuerdo?
-Sí, creo que es lo mejor.
-De acuerdo.
-Entonces, qué quieres comer? -le pregunté.
Él sonrió inocentemente y luego volvió su mirada a la cartilla buscando lo que había visto hace un rato.
-Esto. -señaló mostrando un risotto de arroz con cuatro quesos.
-Buena elección. -sonreí.
-Tú que pedirás? -dijo dejando la cartilla de lado.
-Unos canelones con Bechamel. -sonreí.
-Suena delicioso.
-Chicos, ya están con su pedido? -pregunté.
-Sí, ya estamos. -contestó Amelia.
-De acuerdo. Cameriere. (Mesero) -grité provocando que la gente del lugar se girara a mirarme y que Brian riera.
Él se acercó de inmediato a nosotros y se paró junto a mí.
-Sì, signorina? (Sí, señorita?) -preguntó amablemente.
-Noi abbiamo i nostri ordini. (Ya tenemos nuestro pedido) -contesté. -Il Signore di qui vuole un risotto di riso ai quattro formaggi. (El señor de aquí quiere un risotto de arroz con cuatro quesos) -dije señalando a Brian. -E io cannelloni con la besciamella. (Y yo unos canelones con Bechamel) -sonreí.
Los chicos pidieron sus órdenes y luego el mesero de alejó de la mesa con una pequeña agenda en su mano con nuestros pedidos.
Mientras tanto, Brian y yo conversábamos un rato mientras Alexa acomodaba a su hija en la silla, Jasón hablaba con Amelia y Chris con Melanie.
Quizás el día no estará tan malo después de todo.
Pero quizás mañana no quiera volver a la academia sabiendo que la tregua sólo dura por hoy nada más, mañana ya tendré que enfrentarme con el profesor sombrío.
El mesero volvió con nuestros pedidos y nosotros comenzamos a comer.
-Chicos, mientras Jean y yo veníamos camino hacia el restaurant, a ella se le ocurrió que vayamos a la Beach California V.I.P. Qué les parece a ustedes? -habló Chris.
Cierto, la playa, me había olvidado de eso.
Brian me miró con una sonrisa pícara. Seguramente hoy se aprovecharía de la tregua y me vería con un traje de baño diminuto.
-Suena bien. -dijo Jasón metiéndose un trozo de carne con champiñón a la boca.
-Me parece una buena idea. -sonrió Melanie.
-A mí me encantaría. -habló Brian mientras me seguía mirando con esa sonrisa pícara que me cohibía.
-Entonces si todos están de acuerdo, luego de almorzar nos vamos a nuestras casas, nos ponemos nuestros trajes de baño y nos vemos nuevamente en la playa, de acuerdo?
-De acuerdo. -dijo Alexa.
-Ya quiero verte con ese traje de baño. -susurró Brian sensualmente.


Entre mi profesor y yo (Synyster Gates 1° temporada)Where stories live. Discover now