Capitulo 45 '' Promesas no cumplidas''

139 8 1
                                    


 

Comencé a correr por el pasillo larguísimo que había en la academia, maldecía por dentro haber venido y maldecía el pasillo tan largo.
Alex me seguía a toda prisa sin entender nada, hasta trataba de pararme.
-¡Jean! Espera. –me gritaba Brian.
-Vuelve a bailar, cariño. –le dijo la rubia.
Había pensado en pararme pero cuando la escuché a la oxigenada decirle ''cariño'' se me pusieron los pelos de punta, me había enfurecido aún más y comencé a correr más rápido.
-Hey, Jean, ¿qué ocurre? –me preguntó Alex parándome en medio del pasillo con toda la fuerza que fue necesaria.
-Quiero salir de este maldito lugar.
-Tranquilízate.
-No quiero.
-Jean, debes escucharme. –me dijo Brian poniéndose detrás de Alex.
-No quiero escucharte.
-Es que debes escucharme.
-¿Qué me dirás? ¿Qué sólo estaban bailando?
-Estábamos bailando. –dijo exasperado.
-No me mientas, estaba pasando algo más ahí.
-¿Algo más? ¿Estás bien acaso?
-Estoy bien, vi todo bien, mejor de lo que hubiese querido. Vámonos Alex.
-¿Dónde quedó lo que prometiste?
-¿Dónde quedó aquello de que yo era la única mujer de tu vida.
-Eres la única mujer de mi vida.
-Hasta que llegó la rubia.
-Tengo nombre. –dijo ésta apoyando el brazo en el hombro de Brian.
-Suéltame. –dijo disgustado.
-Vamos, dile a tu novia que te gusto.
-No, no le diré nada porque no me gustas. –dijo tomando su mano y sacándola de su hombro.
-¡Qué amargado! –farfulló y se fue de la escena.
-¿Puedes dejarnos solos tú como te llames? –le habló a Alex.
-Se llama Alex. –le dije totalmente ofendida.
-Bueno, Alex. –dijo enfatizando su nombre. -¿Puedes dejarnos solos, por favor?
-Claro, claro. –dijo algo perdido y se dirigió a la sala de estar de la academia.
-¿Qué quieres? –le pregunté de mala gana.
En realidad no tenía muchas ganas de hablar con él, me sentía muy mal, primero la muerte de mi mejor y ahora una posible infidelidad de mi novio, esto no daba para más. Lo único bueno que me viene pasando hace cuatro días es la llegada de Alex a California.
-Escúchame, esto sólo es un baile lento, tenemos que acercarnos así. ¿Qué quieres que te diga?
-Pero no hacía falta estar tan cerca.
-Así estaba cuando bailaba contigo, ni siquiera éramos amigos.
-Eras mi profesor.
-Ese mismo rol estoy cumpliendo ahora, por ti.
-¿Por mi culpa?
-En parte, tú querías que me quede.
-Sí, pero ya quiero que te vayas.
-Prometiste que soportarías todo lo que tuvieras que soportar con este trabajo, que no harías este tipo de escenas de celos para no causarme problemas.
-Sé que prometí eso pero... ¡Ah! –dije tomándome la cabeza. –No puedo soportarlo, estaba muy cerca de ti, hasta casi podía jurar que en cualquier momento te besaba, menos mal que llegué antes de que algo pasara. –dije irónica.
-Vamos, Jean. Hay que dejar de ser chiquilina.
-No soy chiquilina, sólo quiero cuidar lo que es mío.
-Hace cuatro días no pensabas lo mismo.
-Pensaba lo mismo, créeme, pero no lo demostraba que es diferente.
-Si sabes que te amo, ¿por qué desconfías tanto?
-Te recuerdo que estamos saliendo hace tres días, todavía no te conozco en su mayoría.
-Pero me conoces hace dos meses, Jean. Te he demostrado hasta lo que no debía, ¿qué más necesitas?
-Que dejes de bailar con esa rubia.
-Si quieres que deje de bailar con esa rubia tengo que irme de la academia.
-Lo sé, no quiero que lo hagas, hice muchas cosas malas para que tú te quedaras, hasta me fui yo misma por ti, no creo que sea muy conveniente acabar con esto ahora después de todo lo que hice.
-¿Lo ves? Debes tener más confianza, amor.
-La tengo, lo juro, sólo que debo acostumbrarme.
-A todo esto, ¿qué haces aquí?
-Vine a verte.
-¿Y ese chico? –preguntó señalando a mi amigo que estaba muy atento mirando los cuadros puestos en la pared.
-Es mi mejor amigo, con él hablaste cuando viajaste a Madrid, ¿no lo recuerdas?
-Oh, cierto, lo había olvidado. ¿Se hizo algo en el cabello? Cuando yo hablé con él estaba algo... diferente.
-Puede ser.
-¿Y qué hace aquí?
-Vino a verme y tiene una propuesta de trabajo como fotógrafo en una agencia de modelo.
-Eso es bueno, ¿qué fotos presentarás?
-Adivina.
-¿Ciudad? ¿Campo? ¿Bosques? ¿La amazona?
-No seas tonto. –reí. –Va a presentarme a mí.
-¿A ti?
-Sí, bueno cuando yo vivía en Madrid, íbamos al colegio juntos y él me tomaba muchas fotos, desde chico que ama eso, tenía una cámara profesional y con ella me vivía sacando fotos, ahora las recolectó todas y piensa hacer una presentación formal con eso.
-¿No gustará de ti? –me miró serio.
-No lo creo, la agencia le pidió específicamente que tratara de mostrarle fotos tomadas a una chica porque él deberá tomarle fotos a las modelos.
-¿Y necesariamente tenías que ser tú?
-¿Tú también me harás una escena de celos?
-No, sólo que no quiero que los modelos de esa agencia te conozcan.
-Pues...
-¿Pues... qué?
-Alex me pidió que lo acompañara a la agencia para que pudieran conocerme los productores.
-¿Y...?
-Cree que van a tomarme como modelo.
Él me miró de mala gana, no le agradaba mucho la idea de que yo fuera modelo ya que conviviría todo el tiempo con hombres para desfiles, fotografías y demás cosas y él eso no lo quería. No creo que le agradara mucho que yo esté en una foto con un chico musculoso sin remera y yo a su lado con un vestido que apenas me tapaba los pechos y el trasero.
-No quiero que seas modelo.
-Yo no quiero que bailes con la rubia. –lo enfrenté. -¿Qué hacemos con eso?
Sabía que él no daría el brazo a torcer, aunque él no quiera yo lo mismo iba a ayudar a mi amigo, además quería que se quede aquí así que haría lo que fuese necesario para que a los productores les guste lo que ven.
-Escúchame, Brian. –dije poniendo una mano en mi cintura. –En esta ocasión no puedo hacerte caso, yo tengo que ayudar a mi amigo, le debo muchísimas cosas, no te das ni la más mínima idea, ahora me siento muy sola después de la muerte de Chris y yo necesito un amigo como él para que esté conmigo y me acompañe, así que haré lo que sea posible para que a los productores les guste la presentación de Alex con las fotografías. Si tú estuvieras en mi situación harías lo mismo y no pienses en negarlo.
Él se quedó callado y sólo me miraba confundido, como que no sabía qué decir en ese momento. Sabía que tenía razón y no podía negarlo, sabía que lo había dejado con la boca abierta porque todo lo que dije es cierto.
Alex ha hecho muchas cosas por mí cuando yo llegué a Madrid, pensé que no iba a encontrar ningún amigo y él con su carácter fue el primero de la clase en hablarme y presentarse conmigo, yo lo creía demasiado como para que se relacionara conmigo pero, sin embargo, él se quedaba todos los recreos conmigo, acompañándome, cuando mi chofer no podía ir a buscarme al colegio él me acompañaba caminando hasta casa, fue un gran amigo y yo tengo que pagarle todo eso que hizo por mí en aquél entonces, fue de gran ayuda para que yo saliera de la depresión de saber que desde ese entonces mi vida no iba a ser la misma. Extrañaba a Chris cuando viajé a Madrid pero cuando conocí a Alex sentí que un vacío se había llenado, sentí que podía confiar en alguien más que en Chris y Melanie, él fue el único que estuvo cuando lo necesité, que estuvo cuando estaba sola y triste, supo sacarme muchas sonrisas y fotos también, Alex había sido un gran amigo y esta era mi oportunidad para agradecerle todo eso.
-¿Vas a quedarte callado? –le pregunté después de un rato.
-Tengo miedo de algo.
-¿De qué?
-De que estés más tiempo con él que conmigo.
-¿Qué te hace pensar eso?
-Pues, tú tendrás que acompañarlo a todos lados hasta que conozca California, no dudo que cuando salgas de aquí le preguntes si quiere quedarse en tu casa y él seguro aceptará. Sé que si también le dan el trabajo y a ti te contratan como modelo se verán todos los días.
-¿Es que sólo piensas en tu bienestar? ¿No piensas en el mío? Yo estoy mal, esto que estás haciendo ahora es una escena de celos totalmente ridícula, él es mi mejor amigo de Madrid, lo quiero como mi amigo, nada más, sí, le ofreceré quedarse en mi casa, ¿qué hay con eso? No creo que nadie le moleste, mucho menos tiene que molestarte a ti. Lo que tú tienes miedo es que yo te deje por él sólo porque pasaré más tiempo con él que contigo, eso es una ridiculez, Brian. En serio, madura. Entiéndeme, me siento sola, estoy mal. ¿Acaso no lo ves?
-Sí, te entiendo que estés mal, que estés triste pero por favor, entiéndeme a mí también.
-¿Qué tengo que entender? ¿Qué tienes celos?
-Sí, tengo celos, tengo celos de cualquiera que se te acerque, tengo celos de tu amigo, tengo celos de tu chofer, tengo celos de tus amigos, de tus compañeros, de Matt, hasta de Jasón, tengo celos de todos ellos porque tengo miedo de perderte, he hecho mucho para estar en este lugar contigo para que algo venga y me quite tu amor de las manos.
-¿Acaso no entiendes que estoy enamorada de ti? No lo entiendes, ¿verdad? He hecho muchas cosas, al igual que tú, para estar en tu lugar, sacrifiqué cosas que ni te imaginas, doblé mi orgullo y ahora estoy aquí, ¿crees que todo eso fue en vano? ¿Crees que me iría con el primero que se me aparezca? Tú estás loco, en serio lo estás.
-¿Sabes? Ya no tengo muchas ganas de pelear, quiero estar bien contigo. Mejor terminemos esto aquí, cada uno va a hacer lo que quiera hacer de su vida, hagamos lo que queramos, nadie se meterá en nada, creo que así podremos convivir en paz.
-¿Tú crees?
-Sí, lo creo.

...

-¿A dónde vamos? –me preguntó Alex cuando íbamos en el auto.
Se había mantenido en silencio todo el camino desde que salimos de la academia, lo notaba un poco nervioso y juro que lo último que quería era que se pusiera nervioso.
-A mi casa. –contesté con mi mirada al frente.
-Jean, ¿puedo preguntarte algo?
-Claro, lo que quieras.
-En la pelea que tuviste hace rato con Brian, ¿tuve algo que ver yo, mi llegada a California y mi propuesta de que seas modelo?
Me quedé callada, ¿cómo había adivinado eso? ¿Tan fuerte habíamos hablado? No quería decirle que sí porque sé que lo pondría incómodo y lo menos que quería ahora era ponerlo de esa manera.
Me giré para mirarlo y le sonreí tranquilizadoramente.
-No quiero que te preocupes por eso.
-Es que si esto te trae problemas con él, yo puedo alejarme de ti, mantenerme distante y buscar otras fotografías de otra persona que no seas tú.
-No, no, no, yo no quiero que tú te alejes de mí, eres lo único bueno que me pasa últimamente y lo menos que quiero es que te alejes.
-Es que si te traigo problemas...
-No, Alex, no. No me traes problemas, es más ¿dónde te estás quedando?
-Me dijeron que hay un edificio de departamentos muy buenos cerca del centro comercial principal de aquí.
-No hables pavadas. –reí. –Te quedarás en mi casa.
-No quiero ser una molestia en tu casa.
-No serás ninguna molestia. –dije rodando los ojos. –Me hará muy bien que te quedes conmigo.
-Me atrevo a preguntarte lo siguiente... Si Chris estuviese vivo, ¿tú serías tan amable como lo eres ahora conmigo?
-Claro, claro que lo sería, no dejas de ser mi amigo, lo mismo te ayudaría, te ofrecería mi casa para que te quedaras. Estoy todo el tiempo sola, me hará bien algo de compañía.
-Entonces si esas son tus razones, me quedo contigo.
-Genial. –sonreí y luego nos quedamos en silencio.
Conducía y pensaba en todo lo que había vivido sin Chris en Madrid, había desaprovechado tanto tiempo que valía oro, recuerdo que la última vez que lo vi estábamos en aquél restaurant y me fui de ahí sin disfrutar nada con él, todo había sido un desastre y todo por mi culpa, me arrepentía tanto de haber hecho eso que si tuviera la posibilidad de volver el tiempo atrás hubiese pasado toda esa noche con él.
Llegamos a mi casa y Tina estaba hablando por teléfono, últimamente lo hacía mucho así que seguramente tenía alguna pareja y me alegraba eso.
-Señorita, qué bueno que llega. –me dijo poniendo el teléfono en su hombro.
Yo tiré mis llaves a la mesa y luego le sonreí.
-¿Quieres el día libre? Tómatelo.
-No, no es eso. Llaman de la casa de Chris, quieren hablar con usted.
-¿Qué parte no entendieron de que no quiero hablar con nadie?
-Me dijo que seguirá insistiendo hasta que usted responda.
-¿Quién es?
-Creo que es su papá.
-¿Qué quiere?
-Hablar con usted.
-De acuerdo, mientras atiendo la llamada por favor lleva a Alex a un cuarto de huéspedes y cocina lo que él quiera comer.
-Sí, señorita. –dijo bajando la cabeza y hablándolo a Alex.  


Holaaaaaaaaaaa lectores y lectoras! Solo quería desearles una feliz navidad y que sean muy muy felices! Gracias por estar del otro lado de la pantalla leyendo la novela, estoy muy agradecida con esas personitas que me comentan y me piden que siga subiendo capítulos, de verdad de me dan muchas ganas de seguir cada ves mas! Hoy  durante el día estaré subiendo mas capítulos de lo normal. por regalo de navidad(? Jaja, comenten si quieren que siga subiendo, si les gusto, si se emocionaron, si se enojaron. Comenten, lo que sea pero háganlo que me gusta saber que están ahí, gracias!!

¡¡Comenten!!



Entre mi profesor y yo (Synyster Gates 1° temporada)Where stories live. Discover now