Capitulo 59 '' cobarde e inmaduro''

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Mis padres salieron de la sala dejándonos a Brian y a mí solos. Yo me levanté del sofá y me giré a mirarlo, este hizo lo mismo y me acarició la mejilla.
-Lo siento mucho, Jean. -dijo y cerró los ojos.
-Yo quiero estar contigo. -dije tomando su mano.
-Pero no se puede.
Retiró su mano de mi rostro y comenzó a subir las escaleras, yo detrás de él.
-Brian, Brian, por favor, escúchame, Brian. -dije mientras subía detrás de él las escaleras.
Él ni siquiera se giró a mirarme, no hizo nada, sólo subir las escaleras hasta llegar a la que fue nuestra habitación.
-Oye, escúchame. -dije tomándolo del brazo y obligándolo a que me mire.
-¿Qué vas a decirme? ¿Ah? Dime, ¿vas a decirme que todo va a estar bien? ¿Qué hablarás con tus padres? ¿Qué pelearás por nuestro amor? Vamos, Jean, ya hemos hecho muchísimo por esta relación ¿y qué optenemos? Nada, absolutamente nada, siempre hay algo que nos separa, siempre, quizás nuestro destino no es estar juntos. -dijo casi gritándome y de una forma muy fría.
Se giró y comenzó a sacar las maletas que estaban debajo de mi cama, abrió el ropero y de una forma por bruta comenzó a sacar toda su ropa y la ponía desordenada en las maletas.
-Por favor, Brian, las cosas no tienen por qué ser así.
-Son así y siempre serán así. -dijo mientras me daba la espalda y seguía en sus cosas.
-No tenemos por qué hacerles caso, podemos irnos a vivir a Madrid, tengo una casa, la empresa de allá esta a mi nombre, tiene muy buenos ingresos, créeme.
-¿No tenemos que hacerles caso? -dijo girándose y mirándome detenidamente. -Jean, ellos son tus padres, tienen mucho poder, ¿crees que si nos vamos de aqui resolveremos todo?
-Sí, sé que lo haremos, juntos saldremos a delante. -dije acercándome a él.
-Jean, yo te amo más que a nada en este mundo, pero así no podemos, irnos no es una solución, vamos a estar lejos de ellos pero no lejos de los problemas.
-Por favor, yo no quiero estar sin ti.
-Yo tampoco, nena, pero ya escuchaste a tus padres.
-No me importa lo que ellos digan.
-Yo sabía que ellos no iban a aceptarme. -dijo mirándome muy triste a los ojos.
-Y yo creí que tú harías algo para que esto siga funcionando. -dije bajando la mirada.
-No hagas las cosas más dificiles por favor.
-¿Pueden ser más difíciles?
-No creo.
Volvió a girarse y cerró sus maletas, estaba totalmente decidido a irse y a dejarme sola, dejarme como siempre lo hace.
¿Acaso no tiene el suficiente valor para pelear por mí?
¿Acaso quiere seguir perdiendo?
¿Acaso no me ama lo suficiente?
Tengo tantas preguntas en mi cabeza que hasta me confunden, sinceramente no sé qué le ocurre a Brian, se supone que es un hombre mayor y debe actuar como tal, pero no, él actua como si en realidad tuviese veinte años.
-No pareces de treinta y tres años. -dije mientras cerraba mi ropero.
-¿Por qué lo dices?
-Porque no actuas como tal.
-¿A qué te refieres? -dijo bajando las maletas de mi cama.
-Un adulto pelearía hasta la muerte por lo que de verdad quiere, pero no sé si tú eres cobarde o eres inmaduro.
-¿Cobarde? eso si que no, ¿inmaduro? eso es más razonable. -dijo mientras me miraba con cara incrédula.
-Yo creí que ese inmaduro me amaba.
-Te ama, créeme. -me dijo suavemente mientras se acercaba a mí.
Puso su mano sobre mi mejilla izquierda y dio un beso en mi frente, esta era la despedida definitiva, si yo moría mañana ya nada importaba, total no tenía a nadie conmigo.
-No me toques. -dije en voz baja sacando su mano de mi mejilla. -Por favor, vete. -dije mientras bajaba la mirada.
-Está bien. -dijo y salió de mi habitación.
¿Qué más podía pasarme?
¿Por qué todo esto me pasaba a mí?
¿Qué he hecho para merecerme esto?
¿Tan mala persona soy?
Me resigné a vivir mal toda la vida, bueno, la que me quedaba. Me acosté en mi cama y comencé a llorar, me sentía tan mal, yo lo amaba, dejé tantas cosas de lado por él y en una de esas estaba mi orgullo, había abandonado muchas cosas porque yo lo amo en serio, ahora dudo que él lo haga.
Estaba tan inundada en mis pensamientos, en mi tristeza que no me había dado cuenta de la hora que era. En el momento en que desperté de mis pensamientos, comenzaron a tocar la puerta de mi habitación.
¿Quién era ahora?
-¡Maldición! No quiero hablar con nada. -grité.
-Hija, ábreme, quiero hablar contigo. -dijo mi madre del otro lado.
-Y mucho menos contigo. -dije aún más enfadada.
Pero qué cínica e hipócrita era por el amor de Dios, quería hablar conmigo despues de lo que me hizo.
-Por favor, Jean, madura y ábreme la puerta. -dijo golpeando más fuerte.
Me levanté muy furiosa de mi cama y corrí a abrirle la puerta, me quedé en medio de ella y no la dejé entrar.
-Déjame entrar así hablamos bien, hija.
-¿De qué quieres hablar? ¿Ah? ¿Qué vas a decirme? ¿Qué es más importante la reputación y el apellido Jefferson que el corazón de tu hija? ¿Que a ti y a papá sólo les importa el qué dirán? Estoy cansada de eso, ¿sabes? harta me tienen, quiero morirme, quiero irme lejos de ustedes para que dejen de arruinarme la vida, que es lo único que saben hacer.
-Hija, por favor, no digas eso. -dijo mirándome con los ojos abiertos como platos.
-Te digo esto y tengo mucho más qué decirte, no me tientes. -le dije y le cerré la puerta en su cara.
Sinceramente no quería hablar con nadie, ni con Chris, pero tarde o temprano tenía que decirle todo.
Volvieron a tocar la puerta de mi habitación.
¿Y ahora quién carajo era?
-¿Quién es? -grité.
-Soy Alex.
Cuando escuché la voz de mi amigo, se me calmó un poco la furia que tenía dentro, quizás él me diría todo lo que necesitaba escuchar, él me calmará y me dirá qué hacer.
-Pasa. -le dije sentándome en la cama.
-Permiso. -dijo entrando y cerrando la puerta en su espalda. -Escuché tu discusión con tu madre, ¿qué ocurrió?
-Ven, siéntate. -le dije y lo invité a sentarse a mi lado.
Alex se sentó a mi lado y me abrazó, yo me recargué en su pecho y comencé a llorar de nuevo.
-Papá y mamá saben que Brian no tiene veinte. -le dije brevemente.
-¿Y no lo aceptan? -preguntó.
Lo bueno de Chris era que él entendía todo y no hacía falta explicarle nada, eso me ahorraba tiempo y ganas de contarlo.
-Exacto. -dije llorando más fuerte.
-Ay, Jean. -dijo acariciándome el brazo. -Lo siento mucho. ¿Él no dijo nada?
-No dijo nada, ¿puedes creerlo? -dije levantándome y mirándolo a los ojos. -Ni siquiera hizo por hablar con mi padre para que lo aceptara ni nada, no hizo nada. -dije alterada.
-Oye, tranquilízate, quizás él tenga un plan.
-¿Un plan? -reí. -Por favor, Alex, Brian es un inmaduro.
-Pues con la edad que tiene eso es extraño.
-Es un inmaduro y un cobarde, no hizo nada. No puedo creerlo.
-Escúchame. -dijo agarrándome de la barbilla. -Debes tranquilizarte, cuando tengas la mente fría podrás hablar con él y con tus padres para arreglar todo, hablando la gente se entiende, cariño.
-Lo sé pero Brian me dejó en claro que no vale la pena luchar por este amor, me dijo que si no estamos juntos es porque no es nuestro destino.
-No creo que eso sea cierto.
-Si amas algo déjalo ir.
-Ese dicho es para los idiotas, si amas algo debes luchar por esa persona, si lo amas debes hablar con él, tienen un futuro por delante.
-Él ya sufrió demasiado en su vida, yo creo que quiere alejarse del sufrimiento.
-Hazme caso, piénsalo bien, tranquilízate, tómate tu tiempo luego habla con tus padres.
-¿Tú dices?
-Claro, manten la mente fría.
-Ahora estoy muy furiosa.
-Lo sé, no te digo que lo hagas ahora, sólo que para cuando estés lista debes pensarlo bien.
-Muchas gracias por tu ayuda, Alex, no sabes lo bien qué me hizo.
-No fue nada, siempre estaré para ti.
Alex me abrazó y volví a recargarme en su pecho, allí estuve un largo rato hasta que me dormí, ni siquiera sentí el momento en que lo hice.

...

-Jean, Jean, despierta. -me habló Alex.
-Hmm... -dije algo adormilada. -¿Qué hora es?
-Son las diez de la noche.
-¿Por qué no me dejaste dormir hasta mañana? No quiero pensar en nada.
-Es que Chris está al teléfono.
-¿Qué? -dije desganada.
-Al parecer se enteró. ¿Lo atenderás?
-Pásamelo.
Alex me pasó el teléfono y salió de la habitación.

*Ïnicio de llamada*

-Chris. -dije sin ganas.
-Jean, Alex me dijo que estabas durmiendo.
-Sí. -le dije fría.
-Lamento mucho haberte despertado, es que estoy muy preocupado por ti.
-¿Por qué?
-Por lo que pasó con Brian y contigo.
-¿Te molesta si hablamos de esto mañana?
-¿Paso por tu casa?
-Sí, pasa por aquí mañana.
-De acuerdo, te dejaré dormir entonces.
-Gracias Chris.
-Hasta mañana.
-Adiós.

*Fin de la llamada*

Creo que fui muy fría con Chris, él no se lo merecía, mañana le pediré unas disculpas.
Ahora estaba segura de que el mundo estaba en mi contra, de que el destino no quería que yo fuese feliz, me proponía muchas cosas y todo pero todo me salía mal, pensar que estábamos preparando una boda para que en unos segundos todo se fuera a la basura. Debí haberle hecho caso a Brian, no tendría que haberle dicho nada a mis padres, quedarnos en el molde y todos felices. Pero si esto se hacía largo y mis padres se enteraban por otro lado quizás era muchísimo peor, pero hablaré con ellos, tienen que entenderme, tienen que entender que yo lo amo, que quiero estar con él por más años que tiene. Si no me importó a mi su edad, ¿por qué tiene que importarle a ellos? Sé que Brian es hijo de un socio de mi padre que es muy conocido, la verdad sobre la edad de Brian no iba a poder ocultarse ante las cámaras, a veces odio tener padres importantes, quisiera tener padres normales, prefiero ser pobre y feliz que millonaria e infeliz.
¡Quisiera morirme!
¿Por qué tengo que vivir así?
Quiero tirarme de un séptimo piso, ahorcarme, cortarme las venas, pegarme un tiro en medio de la frente, no sé, cualquier cosa con tal de dejar de vivir en este mundo asqueroso.
-Jean, ¿puedo pasar? -me pidió Alex del otro lado de la puerta.
-Pasa.
-¿Qué pasó con Chris?
-Nada, no quise hablar con él, no estoy de ánimos.
-¿Quieres que te traiga algo?
-Un vaso de agua y unas pastillas para dormir, por favor.
-¿Pastillas para dormir?
-Sí, necesito dormir, no quiero pensar en nada, me siento tan mal.
-Está bien, te traeré algo.

...

Al otro día me levanté a las tres de la tarde, al parecer fue muy buena la dosis de pastillas que me tomé, necesitaba esto.
Tengo que hablar con Chris, y... no quiero, no sé qué me pasa ahora.  


Entre mi profesor y yo (Synyster Gates 1° temporada)Where stories live. Discover now