Capitulo 54 '' Mentiras verdaderas ''

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-¿Cómo estuvo tu viaje, Ryan? -le pregunté mientras lo invitaba a sentarse en el sofá.
-Pues tranquilo, muy bien. -sonrió. -Le agradezco muchísimo por haberme recibido en su casa si conocerme y darme empleo. En serio, gracias.
-No fue nada, yo conozco a Alex y confío ciegamente en él y trátame de igual a igual, debemos tener la misma edad, ¿cuántos años tienes?
-Tengo veintidos.
-Pues eres mayor que yo. -reí. -Tengo diecinueve.
-Será un placer trabajar para una chica tan bonita como tú. -sonrió.
Me sonrojé ligeramente y luego me levanté del sofá.
-Bueno, tu habitación está arriba, en frente de la de Alex, espero que sea de tu agrado, si necesitas algo pídeselo a Tina o a Alex.
-¿Saldrás? -me preguntó Alex.
-Si, voy a dar un paseo y luego iré con Chris.
-¿Quién es Chris? -preguntó Ryan.
-Mi mejor amigo.
-Yo creí que tu mejor amigo era Alex.
-Chris es mi mejor amigo de aquí y Alex mi mejor amigo de Madrid. -sonreí.
-Oh, perfecto. -sonrió.
-Ok, los veo en la tarde, chicos. -los saludé y salí de mi casa.
Entre a mi vehículo y comencé a conducir, tenía ganas de ir a algún parque para despejar mi mente y pensar en otra cosa. En ese momento, mi teléfono comenzó sonar, lo puse en alta voz y comencé a hablar.

*Inicio de llamada*

-Matt, hola.
-Jean al fin sé algo de ti.
-Lo sé, lamento haberme ausentado tanto.
-¿Estás bien?
-Sí, estoy mejor ¿y tú?
-Estoy bien, gracias. Me preguntaba si querías venir a casa a charlar un rato.
-Sería buena idea, estaba por ir al parque a distraerme un rato pero iré a tu casa.
-¿Quieres que vaya al parque?
-¿Serías tan amable?
-Claro, te veo ahí en diez minutos.
-Gracias, nos vemos.

*Fin de la llamada*

Me dirigí al parque, por donde miraba habían parejas felices, unas comiendo algodón de azúcar, otros besándose, otros acostados en el pasto.
¡Qué suerte la mía!
Me dirigí a uno de los árboles que había ahi y me senté a mirar las nubes, el cielo estaba tan hermoso con su color gris, amaba los días grises.
-Buen día. -dijo una voz masculina y un ramo de flores apareció en mi cara.
Sonreí al instante al darme cuenta de quién era el dueño de esas flores y de esa voz.
-Hola Matt. -levanté la mirada y sonreí.
-¿Cómo estás? -dijo sentándose al lado mío.
-Mejor... ¿tú? -dije apoyando mi cabeza en su hombro.
-Bien, por lo menos. Ten, estas flores son para ti. -sonrió y me entregó el ramo de flores.
-Oh... qué lindas Matt, no hacía falta. -sonreí y las dejé a un lado.
-Lo sé, pero cuando las vi pensé en ti y no quería venir sin algún presente para ti.
-Pero yo no tengo nada para ti. -dije levantando mi cabeza y mirándolo.
-Con tu sola presencia me das el regalo más hermoso.
-Gracias Matt. -lo abracé.
Nos quedamos un rato sentados allí sin decir nada, sólo mirábamos las nubes y se escuchaban nuestras respiraciones y a los niños que corrían al rededor del parque.
-¿Me contarás que pasó con Brian? -me preguntó luego de un rato.
-¿No te parece extraño una alumna saliendo con su profesor?
-Me parece una locura realmente.
-Pero no era tan prohibido como se lo ve.
-¿A qué te refieres?
-A que bueno... relativamente... bueno...
No sabía cómo organizar las palabras en mi cabeza para hablar.
-Dime, Jean.
-Bueno, él tiene veinte y yo diecinueve, no es tan prohibido si estamos casi en la misma edad, ¿no? Digo porque...
-Espera, espera, ¿qué?
-Que él tiene veinte y yo diecinueve y no es tan prohibido si...
-¿Él tiene veinte? -me miró con los ojos abiertos de par en par. -En años luz. -rio.
-¿Qué? ¿A qué te refieres?
-¿De dónde sacaste que Brian tiene veinte?
-Él me dijo que tiene veinte.
-Brian no tiene veinte años.
-¿Co...cómo que no tiene veinte?
-No. -rio. -Brian tiene treinta y tres años.
En ese momento mi cara cambió completamente a incrédula.
¿Brian no tenía veinte?
¿Brian tenía treinta y tres?
¿Me mintió todo este tiempo?
¿Qué más no sé sobre él?
¿Estará casado?
¿Tendrá hijos?
¿Será de aquí?
-No entiendo nada. -dije levantándome del suelo.
-¿Entiendes por qué no quería que estés con él?
-Yo creí que era por celos.
-También... pero Brian ya tiene una vida o al menos la tenía antes de conocerte.
-¿A que te refieres con eso?
-Que Brian está casado, tiene dos hijos.
-¡¿Qué?! -grité. -¿Cómo que está casado y tiene dos hijos?
-Oye, cálmate, estamos en un lugar público.
-Explícame todo ya, Sanders.
-Siéntate, cálmate y te contaré todo. Yo creí que esto ya lo sabías.
-No, claro que no lo sabía, sino nunca me hubiese metido con él.
-¿Estás más tranquila? -dijo poniendo una mano sobre mi hombro.
-¿Cómo crees que puedo estar tranquila después de haberme enterado todo esto?
-Entonces no te contaré nada, no quiero que mueras de un ataque cardíaco.
Respiré profundo y cerré mis ojos por unos minutos. Era mejor calmarme antes de que matara a alguien, Matt tenía razón, tenía que estar tranquila.
-Ya me tranquilicé. -dije abriendo nuevamente mis ojos.
-¿Segura?
-Sí, segura.
-Entonces te contaré.
-Te escucho.
-Brian hace trece años, cuando tenía realmente veinte años, volvió de Europa con una chica llamada Jesica, él se había enamorado de ella allá y ella de él, entonces decidió venir aquí con él para formar una familia y esas cosas... Entonces los dos se casaron y tuvieron gemelos, ahora tienen doce años. -se quedó en silencio.
-¿Eso es todo? -dije incentivándolo a que hablara.
-Espera... no me dejas terminar.
-Es que tú... te quedaste en silencio.
-Es que es algo fuerte lo que sigue.
-¡Cuéntamelo!
-Un día, Brian y Jesica volvieron a Europa con Benjamin y Owen a pasar las vacaciones y a visitar a los padres de Jesica. En ese viaje, tuvieron un accidente automovilístico en el que los gemelos fueron los más perjudicados.
-¿Ellos están bien?
-Ellos están muertos, Jean.
-Oh por Dios. -dije tapándome la boca.
Pobre Brian, por lo que ha pasado... que se le mueran sus hijos debe haber sido lo peor que le pasó en el mundo.
-Sí, fue muy duro.
-¿Y qué pasó entre él y Jesica?
-Ellos decidieron volver aquí y ''rehacer'' su vida, pero ninguno pudo, estaban juntos pero vivían discutiendo, la pérdida de sus hijos les cambió la vida, Jesica se volvió loca, alucinaba que sus hijos estaban vivos, les hacía el almuerzo, los llevaba al colegio y pasaba por ellos.
-Espera... ¿cuántos años tenían ellos cuando murieron?
-Tenían nueve años.
-¿Y Brian ha podido superarlo?
-Pues... Brian está negando la realidad, está viviendo en un mundo irreal porque no quiere aceptar que sus hijos no están.
-Eso está mal. ¿No han probado con llevarlo a un psicólogo o un psiquiatra?
-Él se niega y hay que respetarlo.
-¿Y qué pasó con Jesica?
-Como Brian veía que ella estaba cada día peor, decidió hablar con los padres de ella para ver qué haría y ellos le dijeron que se la llevarían a Europa y la internarían.
-¿Entonces ella ahora está internada?
-Claro.
-¿Y ella y Brian siguen prácticamente casados?
-No, para poder internarla él tenía que divorciarse de ella, y como ella no estaba en todos sus sentidos, los padres hicieron todos los trámites para que ellos se divorciaran.
-Oh... entiendo.
-No juzgues a Brian por mentirte sobre su edad, como te dije él está en un mundo irreal, como si tuviese nuevamente veinte años.
-¿Él se acuerda de ellos?
-Cada día.
-Ahora entiendo por qué estaban esas fotos en su casa, cuando le pregunté quiénes eran él me dijo que era su hermana y sus sobrinos.
-Sí, a todos les dice eso.
-¿A ti también te lo dijo cuando te conoció?
-No, yo a Brian lo conozco desde que somos niños, como a Chris.
-Ah, cierto.
-Cuando llevamos amigos nuevos a su departamento para tomar algo y charlar él les dice lo mismo que te dijo a ti.
-Qué duro debe haber sido para Brian.
-Además también lo dice porque no quiere contar la historia, se pone muy mal cuando lo hace.
-Pobre Brian. -dije mirando a las nubes.
Tenía ganas de llorar, no podía creer por todo lo que Brian había pasado.
-Yo te aconsejaría que si vuelven no le preguntes nada, si él no te lo cuenta tú no le digas nada.
-¿No quieres que sepa que tú me lo contaste y me dijiste su verdadera edad?
-Más allá de eso yo no quiero que tú y él pasen un incómodo momento.
-Entiendo, gracias por haberme contado todo esto, Matt. -dije y lo abracé.
-No fue nada, quiero que estés bien y que no pienses que Brian es una mala persona ni nada por el estilo.
-Créeme que ahora entiendo por qué Chris y tú no se enfadaron con Brian cuando terminó conmigo.
-La razón por la que terminó contigo no fue por esto, fue por otra cosa y nosotros lo entendemos. Además nosotros sabemos que te ama, siempre que estamos con él no para de hablar de ti, lo hermosa que eres y de lo mucho que te ama.
-¿Lo ha hecho esta semana?
-Sí, él no dejará de amarte. Hace tres años que él no tiene novia después de lo que pasó con su familia, nunca volvió a enamorarse y cuando te conoció a ti, su mundo cambió, dio un giro de 360 grados.
-¿Es por eso que tú no peleas con él por mí?
-Sí, porque sé que él contigo va a ser feliz de nuevo y que tú puedes hacerlo feliz, yo me conformo con estar contigo como tu amigo, sé que me enamoraré de alguien más algún día.
-Gracias, Matt, en serio gracias por todo. -lo volví a abrazar y me quedé allí con él.

Narra Brian

Esta mañana me levanté con una resaca insoportable, había salido a tomar con mi viejo amigo James y había vuelto a las cinco de la madrugada a mi casa, me sentía muy mal.
Me levanté de la cama y me fui al baño a lavarme la cara para poder abrir mis ojos, bajé a la cocina por un poco de café y a leer el periódico de todos los días.
Mientras estaba sentado en una de las banquetas de la barra leyendo el diario y tomando café, mi celular comenzó a sonar. Me sentía tan mal que ese sonido era casi insoportable para mí, no quería hablar con nadie así que colgué sin ni siquiera fijarme quién me llamaba a esta hora.
Miré por la ventana de mi departamento y el día estaba algo nublado, perfecto para salir a caminar y despejar mi mente.
Aún no lograba sacar de mis pensamientos a Jean, todos los días, cada hora, cada minuto, cada segundo pienso en ella, duermo y sueño con ella, no puedo estar lejos de su presencia, de su perfume, de su delicadeza y no puedo estar sin pelear con ella. La extraño tanto, quiero que este tour pase rápido para poder estar con ella de nuevo.
Tomé la remera que estaba en mi sofá, mi celular y mis llaves y salí de mi departamento. Quería distraerme un rato, no pensar en nada, sólo mirar a la gente, escuchar a los pájaros cantar y mirar las nubes que adornaban el cielo gris de este día. Hacía calor pero el día estaba perfecto, ojalá llueva.
Bajé a la recepción y, como si mi día no pudiese ser peor, estaba Margaret hablando con la recepcionista.
<<Espero que no me busque a mí>> Pensé.
Seguí caminando sin mirarla hasta que llegué a la puerta, justo en ese momento Margaret me vio y ya no pude salvarme de ella y su chillona e insoportable voz.
-Brian, querido. -dijo con una sonrisa mientras se acercaba a mí.
-¿Qué quieres, Margaret?
-¿Es así como tratas a las personas en la mañana?
-No estoy de humor, ya dime, ¿qué quieres?
-Necesito que hables con Jean.
Justo cuando yo necesitaba un día para relajarme y no pensar en ella, aparece Margaret pidiéndome que hable con ella, eso significa que también debo verla.
-¿Y ahora por qué?
-Sus ensayos están muy retrasados, estamos a sábado, faltan dos semanas para el tour y ni tú ni ella han preparado algo, ¿al menos has armado una coreografía?
-Margaret, soy un profesor y Jean aprende rápido, en dos días tendremos las coreografías listas, no molestes.
-Serás un profesor y Jean una muy buena alumna pero yo necesito buenas coreografías y quiero verlas, los espero a los dos el lunes sino tú estás despedido y no podrán participar del tour.
-Entonces Jean y yo no iremos, no sabes el favor que nos haces al sacarnos del tour y al despedirnos.
-¿No te olvidaste lo que soy capaz de hacer?
-Tú no puedes sacarla de donde está, son órdenes de sus padres.
-Yo puedo hacer cosas que no te imaginas.
-Vete al demonio.
Le di la espalda a Margaret y salí del edificio, tenía que ir a buscar a Jean y seguramente estaba en su casa.
Caminé hasta la casa de Jean, ni un segundo paré de pensar en ella.
¡Es tan dificil!
Toqué el timbre del portón principal y Tina me respondió.
-¿Bueno?
-Tina, soy Brian.
-Oh, Brian, ¿quieres pasar?
-¿Está Jean?
-Creo que no, déjame que le pregunte a los chicos.
-¿Chicos? ¿Qué chicos?
-A Alex y un amigo de Alex que vino de España y se quedará aquí, espera un momento.
¿Trajo otro chico a la casa?
¿Por qué me hace esto?
-¿Brian, sigues ahí?
-Sí... sí.
-Los chicos me dijeron que Jean salió a dar una vuelta y que saldría con Chris.
-Muchas gracias, Tina.
Saqué mi celular del bolsillo y directamente la llamé para decirle lo que Margaret me pidió.

*Inicio de llamada*

-¿Brian? -dijo al contestar.
Extrañaba su tan hermosa voz.
-Jean...
-¿Qué... qué necesitas?- preguntó nerviosa.
-Necesito hablar contigo por el tema del tour.
-¿Qué pasó? -dijo fría.
-Margaret necesita que el lunes nos presentemos sí o si a ensayar.
-De acuerdo, el lunes estaré allí a las cuatro.
-Gracias.
-De nada, adiós.
-Adiós.

*Fin de la llamada*

Me dolió tanto que haya sido tan fría conmigo después de que le dije por qué la llamaba, quizás pensó que le pediría que nos viéramos pero no fue así.
Es mejor que me acostumbre a que este mes y medio sea así, frío entre los dos.


Hola nuevamente!:3 Sus deseos son ordenes y aquí tienen otro capitulo, estamos cada vez mas cerca del final! solo 6 capítulos mas y esto llega a su fin, que los disfruten. voten y comenten! Gracias por leer <3


Entre mi profesor y yo (Synyster Gates 1° temporada)Where stories live. Discover now