capitulo 41 '' Con el corazón en la mano ''

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La mujer nos miró y se quedó callada.
Sin embargo, Matt se levantó de su silla al vernos a nosotros hablando con la recepcionista, nos rodeó y se puso del lado de Brian colocando una de sus manos en el hombro de Brian.
-¿Cómo está mi amigo, señorita? –preguntó y luego me lanzó una mirada amenazante como si supiera que todo esto era mi culpa.
-Su amigo...
-¿Son familiares de Christopher? –preguntó una voz masculina detrás de nosotros.
-Sí. –contestamos los tres al unísono.
-Vengan, por favor. –nos guio por un largo pasillo.
Comenzamos a caminar y Matt no quitaba la mirada de mí y Brian y más de nuestro abrazo, eso me hacía sentir muy mal y me puso muy incómoda.
Llegamos a una habitación alejada de todo y por la ventanilla de esta, vimos el cuerpo de Chris en una cama, estaba conectado a muchísimos aparatos, cosa que me asustó y me preocupó mucho. Si no fuese porque Brian me tenía abrazada, seguramente hubiese entrado corriendo a la habitación, me destruía por completo ver a mi amigo allí, y todo por mi maldita culpa. Si yo hubiese ido a su casa todo esto sería diferente, quizás yo estaría en el lugar de Chris y no él en ese lugar.
Maldita vida.
-¿Quieres pasar? –nos preguntó el doctor.
-Sí, por favor. –dije inmediatamente.
Quería estar al lado de mi amigo, aunque él no me escuchara, aunque él no supiera que estaba ahí con él, agarrándole la mano y lamentándome por lo que había pasado, sobre todas esas cosas yo quería estar allí con él.
El doctor abrió la puerta de aquella habitación, parecía una habitación especial ya que él se encontraba solo con todos esos aparatos, las paredes tenían un singular blanco que las otras habitaciones no tenían y eso me preocupaba aún más.
-¿Por qué esta sala es así? –me aventuré a preguntar.
-Porque su amigo está en coma. –contestó.
Un alivio inmenso me inundó cuando me dijo que estaba en coma, ya que la recepcionista había insinuado que él había muerto. En ese momento, mi corazón cayó al suelo.
-¿Esta es la sala de coma? –preguntó Brian.
-Sí, pero no creo que sea motivo para que festejen. –dijo algo sombrío.
Yo ya estaba al lado de mi amigo, mirándolo y tomándole la mano. Cuando el doctor pronunció esas palabras, yo de inmediato me giré a verlo para ver a qué se refería.
-¿A qué se refiere? –preguntó Matt y yo lo miré.
-Su amigo está en un estado demasiado delicado, no creemos que llegue a pasar la noche.
-¿Qué? –dije en un sollozo.
-¿Qué golpes sufrió? –preguntó Brian.
Nadie había hecho esa pregunta antes.
-Con que quedó aplastado con la rueda del otro auto les digo todo. –contó brevemente. –El auto le pasó por encima y su pecho se contrajo, su corazón está casi muerto.
-Haga algo para salvarlo, por favor se lo ruego. Le pagaré lo que quiera, lo prometo. –le dije en tono se súplica.
-Disculpe, señorita, pero no hay nada qué hacer. El dinero no es un problema, eso se lo puedo asegurar.
-¿Necesita trasplante? –preguntó Matt.
-No, su organismo en sí ya está casi muerto, por eso no despierta.
-Si despierta, ¿es una buena señal? –pregunté.
-Puede que sí, puede que no. Pero eso no significa que vaya a salvarse.
Suspiré y miré a mi amigo.
-Discúlpame, Chris. –le dije en voz baja. –Discúlpame, estás aquí por mi culpa, si yo no te hubiese dejado ir a mi casa no estarías en este estado, si yo hubiese ido a tu casa quizás yo estaría en tu lugar, por favor, perdóname, te amo mucho, amigo, no me abandones, por favor. –seguía sollozando.
Coloqué mi cabeza en su abdomen y comencé a llorar de nuevo, no podía con todo esto, me moriría de la depresión.
Sentí como unas manos grandes me abrazaban por la cintura y me levantaban de la camilla. Aún con los ojos cerrados llenos de lágrimas, me abracé a aquél cuerpo, que por su aroma noté que era Brian.
-En serio lo siento mucho. –dije aún con mis ojos cerrados y pegado a su pecho.
-No tienes la culpa de nada, pequeña. –dio un beso en mi cabello. –Fue un accidente, las cosas pasan por algo.
-Pero ¿por qué tenía que pasarle a Chris? Justo a él. ¿Por qué no me pasó a mí?
-No sigas lamentándote, eso no salvará a Chris. –me dijo frío Matt.
Me digné a abrir mis ojos y a mirarlo.
-¿Tú qué sabes? –le contesté de igual manera.
-No peleen. –intervino Brian.
Matt miró para otro lado y yo volví a cerrar mis ojos.
-Lo lamento mucho, jóvenes. Creo que tendrían que llamar a sus familiares y decirles que vengan a despedirlo, es mejor que se vayan haciendo la idea de que el joven ya no va a vivir. –dijo tratando de sonar reconfortante pero en este momento nada me ayudaba.
-Iré a llamar a mis tíos. –me dijo Brian y me dejó allí sola con el doctor y con Matt.
Como no iba a hablar con ninguno de los dos, me arrodillé de nuevo en el suelo y puse nuevamente mi cabeza en su abdomen, quería sentir su perfume por última vez, estar con él aunque sea unos minutos.
-Los dejaré solos para que estén con el joven y se despidan. –nos dijo el doctor y salió de la habitación.
Yo no dije nada más y me quedé allí con mi dolor y mi corazón en mis manos, no podía soportar eso, el dolor me estaba matando, no era capaz de soportar semejante tortura.
Vida cruel, mundo cruel, si mi amigo se va, yo me voy con él.
Escuchaba como Matt caminaba de un lado para otro en la habitación, sin embargo yo no levantaba mi cabeza para mirarlo, más no quería sufrir más de lo que ya lo estaba haciendo.
-¿Brian sabe que nosotros fuimos novios por seis horas? –preguntó irónico.
Yo me quedé helada ante aquella pregunta.
¿En serio quería hablar de eso ahora? ¿En este momento?
-¿A ti te parece momento para hablar de esto?
-No, pero ya que ninguno dice nada y ya que tú estás saliendo con Brian me intriga saber si él lo sabe o no.
-¿Cómo sabes que estoy saliendo con Brian?
-Vamos, es más que obvio. –dijo algo divertido.
¿No le causaba nada esta situación? Su amigo postrado en una cama al borde de la muerte y él quería hablar de este tema.
-La verdad es que no te entiendo, Jean. –siguió.
-No necesito que me entiendas, yo sola lo hago. –contesté.
Yo seguía con mi cabeza apoyada en el abdomen de mi amigo.
-Ya veo. –siguió.
-¿Quieres pelear? ¿En serio? ¿Aquí? ¿En este momento? –dije ahora furiosa mientras levantaba mi cabeza.
-No quiero pelear, sólo que me indigna tu forma de ser últimamente.
-¿Cómo qué mi forma de ser últimamente?
-Antes eras distinta,Jean.
-¿Distinta cómo?
-No jugabas con las personas.
-¿Yo jugué con alguien?
-Sí.
-¿Con quién?
-Conmigo.
-Yo en ningún momento jugué contigo, que tú hayas sacado conclusiones propias y te hayas armado una historia es otra cosa muy diferente.
-Oh vamos, no vas a decirme que no sabías que Andrea era su prima.
-No, te juro que no lo sabía. Cuando tú me pediste ser tu novia, después de salir de tu casa me fui a la casa de Chris y él me comentó que su prima había vuelto a California y que saldrían a cenar esta noche, fue entonces cuando me invitó a mí y yo te llamé a ti. Hasta ese entonces no sabía que la dichosa prima era la rubia que estaba viviendo con Brian.
-¿Juras que no lo sabías?
-Lo juro. Fui a buscar mi ropa en casa de Brian y no crucé ninguna conversación con ella más que un hola y quién era yo.
-Es que ya no sé qué pensar. –me dijo tomándose la cabeza. –Terminas conmigo y a los dos días estás con otro. ¿Sabes que eso habla mal de ti, verdad?
-Sí, lo sé. Pero aún nadie lo sabe, más que tú.
-¿Chris no lo sabía?
-De eso íbamos a hablar cuando llegara a mi casa, pero como ves nunca llegó y está aquí en esta maldita clínica.
Él se quedó en silencio y miró por la ventana que daba a la calle, miraba la gente pasar, sin embargo yo bajé nuevamente mi cabeza y volví a llorar.
-En el momento en el que más te necesito, no te tengo. –dije refiriéndome a Matt.
-¿Me hablas a mí? –me preguntó.
-Sí, a ti te hablo. –contesté.
Él suspiró y luego se giró para mirarme.
-Creo que tienes razón. –dijo finalmente. –Yo armé mi propio cuento sin antes hablar contigo, lo único que hice fue faltarte el respeto y hablarte mal, no te pregunté cómo fueron las cosas realmente y eso fue un error que cometí. ¿Me perdonas?
Dobló su orgullo para pedirme perdón, conocía a Matt y él era una persona muy orgullosa, le costaba mucho pedir disculpas pero aun así no era una mala persona.
-Claro que te perdono, te necesito mucho en este momento.
-Yo también te necesito, siento un dolor muy grande. –dijo acercándose a mí y abrazándome. –Espero que a Brian no le moleste que te abrace.
-No, sabe que somos amigos.
-Porque aún no le has contado que fuimos novios.
-No creo que sea conveniente hacerlo, ¿sabes?
-Pienso lo mismo.
Apoyé mi cabeza en su pecho y desde entonces ya no dije ni una sola palabra y me limité a mirar a mi amigo en aquella camilla.
-Ya llamé a los padres de Chris...
Cuando escuchamos la voz de Brian nos separamos inmediatamente, aunque no sé por qué nos asustamos tanto, somos amigos ¿no?
-Qué bien. –le dije y volví a arrodillarme con Chris.
La noche pasaba y los padres de Chris ya habían llegado. Su madre lloraba desconsoladamente, estaba muy triste, al igual que yo.
Al rato llegó Jasón con Alexa y Amy a despedirse de él.
A la única que, afortunadamente, no vi en aquella clínica fue a Andrea.
-¿Le dijiste a Andrea? –le pregunté a Brian que estaba al lado mío.
-No. –dijo algo alarmado.
-Deberías decirle, ya sabes que se va a enojar y va a haber una tormenta aquí.
-Tienes razón. –dijo soltándome y dirigiéndose a fuera para hablar con ella.
La madre de Chris se acercó a mi lado y me abrazó, esa mujer no tenía consuelo alguno.
Al parecer su padre estaba en estado de shock porque no decía nada, ni siquiera lloraba.
-Mi hijo. –sollozaba. –Mi hijo, no.
Yo sólo suspiraba y seguía llorando, esta situación era muy delicada para todos nosotros.
-Saldrá a delante. –traté de tranquilizarme.
La verdad era que no podíamos mentirnos a nosotros mismos, sabíamos que no iba a sobrevivir pero algo de esperanza quedaba todavía.
El doctor volvió a entrar y sacó a Jasón de allí junto con su familia porque Amy no podía estar en un lugar así.
Cuando ellos se fueron, el doctor volvió a para tomar el pulso de mi amigo y cambiarle el oxígeno, aunque era totalmente innecesario.
-¿Usted es la madre del joven? –le preguntó el doctor a la madre mientras se acercaba a nosotros.
-Sí, yo soy su mamá. –dijo con muy pocas fuerzas. –Díganos la verdad, doctor, ¿va a sobrevivir?
El doctor me miró a mí, pues yo ya sabía eso porque él nos lo había dicho hace rato, pero yo no me atrevía a contarle a sus padres, no era algo que me correspondiera a mí.
-Lo siento mucho, señora. Pero no creo que su hijo pase de esta noche.
-¿Qué? –dijo en un susurro. –No puede decirme eso. –siguió llorando aún más fuerte.
-Lo siento mucho, de verdad.
-Usted tiene que salvarlo, por favor,
-No podemos hacer nada, su organismo está casi muerto, lo único que sigue vivo en él, y con mucha dificultad, es su corazón.
-No, no, no. –repitió la señora y volvió a abrazarme.
-¿Quiere que lo desconectemos? –le preguntó de repente el doctor.
-No, yo aún tengo esperanzas de que mi hijo viva. –contestó su madre.
-Vendré en un rato para ver cómo se encuentra.
-Muchas gracias. –le dije y este salió de la habitación.
Nos quedamos todos en silencio, sólo se escuchaba el sollozo de algunas personas presentes allí.
-¿Cómo está mi primo? –se escuchó una voz femenina que entró gritando a la habitación.
-Ten un poco de respeto. –dijo finalmente el padre de Chris y todo lo miramos.
Había reaccionado finalmente.
-Todo es tu culpa por ser una zorra. –me señaló a mí.
-¿Discúlpame?
-Andrea, tranquilízate. –le dijo Matt poniéndose al lado mío.
-Vamos, pónganse todos de su lado, después cuando ella les haga daño aquí no vengan a decirme que no se los advertí.
-Ya déjala en paz. –le dijo Brian entrando a la habitación. –Ella no te ha hecho nada.
-Claro, todos la defienden a ella. –trató de victimizarse.
-No te victimices, Andrea, no estás en papel de hacerlo.
-Váyanse todos al demonio, yo sólo quiero estar con Chris.
-No saldremos de la habitación. –le dijo firme el padre de Chris.
Todos allí se quedaron en silencio. Andrea sólo se limitaba a lanzarme miradas asesinas las cuales yo ignoraba por completo, no estaba en situación de enfrentarla.
Se escuchó como el aparato del corazón empezó a hacer un pitido seguido, ya no lo hacía entrecortado y esto indicaba que Chris se estaba muriendo.  


Entre mi profesor y yo (Synyster Gates 1° temporada)Where stories live. Discover now