Capitulo 52'' Otra cara''

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-¿Volverás? –me preguntó extrañado Chris.
-Sí, volveré para hacerle pagar todo a esa mujer.
-Me das miedo. –dijo divertido.
-Debes tenerlo. –reí.
-Entonces creo que ya debo irme.
-¿Quieres que comamos esta noche?
-Claro, si quieres paso a buscarte por la academia.
-Está bien, entonces llévame.
-Claro, te dejaré para que te cambies y te espero abajo.
Dio un beso en mi frente y salió de la habitación.
Busqué un pantalón chándal gris y una remera de tirantes roja. No tenía muchos ánimos de vestirme y ya no tenía para quién vestirme. Seguramente Brian me tratará frío y yo debía hacerlo igual.
Me coloqué las prendas y las zapatillas, mi cabello ya estaba peinado así que no tuve que hacer mucho con él, busqué mi bolso y mi celular y salí de la habitación.
Bajé las escaleras y vi a Chris mirándome raro.
-¿Qué ocurre?
-¿Eres tú?
-Soy yo, ¿por qué lo preguntas?
-Tú no te vistes así para salir.
-Voy a un lugar que no quiero y además ya no tengo para quién vestirme.
-¿Y Brian?
-No me vestiré para él por ahora, quiero evitar momentos incómodos.
-Está bien, como quieras.
-Tina, saldré. –grité y luego salí de mi casa.
La verdad no estaba muy segura de volver a la academia, era como meterme en mi propia cárcel, de nuevo, pero ya no podía echarme para atrás, ya había aceptado volver.
Subimos al auto de Chris y antes de encender el auto se paró a mirarme un momento.
-¿Qué ocurre, Chris? ¿Por qué me miras tanto?
-¿Qué hicieron con mi Jean?
-¿Tu Jean? Aquí está. –le contesté extrañada. –Mírame. –dijo señalándome.
-No eres tú, te cambiaron.
-¿Qué quieres decir?
-Pues por empezar la Jean que yo conozco nunca hubiese vuelto a la academia porque es demasiado orgullosa para hacerlo y segundo, sabiendo que verás a Brian, nunca te hubieses vestido así.
-Estas son circunstancias especiales, por eso lo hago.
-¿Estás segura de que quieres volver a esa academia?
-Ahora que lo pienso con más detenimiento no sé si sea buena idea volver. –dije bajando la mirada.
-¿Lo ves? Yo estaba seguro de que tú dudabas en volver, te conozco.
-Es que si no vuelvo pareceré una cobarde, además quiero estar cerca de Brian.
-Se ve que lo amas demasiado.
-¿Por qué lo dices?
-Porque dejas de lado tu orgullo para estar al lado de la persona a la que amas.
Me quedé callada en ese momento, nunca me había dado cuenta de eso, ni siquiera lo había pensado.
Quizás Chris tenía razón, yo lo amaba demasiado y quería estar a su lado de la forma que fuera posible. ¿O sólo quería vengarme de Margaret? No estaba segura de eso ahora, quizás con el tiempo me daría cuenta de qué quiero realmente dentro de ese lugar.
-Aún estás a tiempo de echarte para atrás.
-¿Y quedar como una cobarde? ¡Ni loca! –exclamé. –Llévame a la academia, Margaret verá lo que es bueno.
Chris rio ante mi reacción y encendió el auto.
Llegamos a la academia y Margaret se encontraba a fuera hablando por teléfono. Al parecer tenía problemas ya que se veía que discutía con alguien y su cara no era la mejor.
Decidí ignorar su presencia allí y me bajé del auto luego de despedirme de Chris. Entré a la academia y Carla se encontraba con su sonrisa diaria colgando el teléfono de la recepción.
-Carla, buenas tardes. –la saludé.
-Jean ¡qué bueno tenerte aquí de nuevo! –sonrió y salió de su escritorio para abrazarme. –Me alegra mucho que hayas vuelto, esto no era lo mismo sin ti.
-A mí también me alegra haber vuelto, te extrañaba.
-¿Sabes? Daniela, la anterior recepcionista llamó esta mañana preguntando por ti.
-¿Y qué le dijiste?
-Que ya no venías, me dijo que luego te llamaría para hablar contigo.
-Oh, gracias por pasarme el mensaje. –sonreí. –Iré a practicar antes de que la loca entre, no tengo muchas ganas de hablar con ella.
-Está bien, suerte con tu profesor, está con una cara.
-¿Cara de qué?
-No sé, se ve que está triste y tuvo un enfrentamiento con Margaret hace un rato, él cree que no aceptarás volver.
-Pues aquí me tiene.
-Y ella le preguntó algo sobre si ya habían terminado.
-Problema privado. –dije brevemente y ella no dijo nada más.
Entré por aquél pasillo que me traía tantos recuerdos, todos felices bailando con sus parejas, practicando para aquél tour en el que nos había metido Margaret gracias a que Brian y yo ganamos el concurso.
Llegué a mi respectiva sala y vi a Brian por el ventanal que había allí, estaba sentado en el suelo con los puños cerrados golpeando todo y tirando lo que había a su alcance contra la pared.
Respiré profundo y tomé fuerzas de donde no tenía para entrar a la sala, me estaba arrepintiendo.
-Buenas tardes, profesor. –dije abriendo la puerta.
Al escuchar mi voz, él se giró incrédulo a mirarme, con una mirada totalmente sorprendida. Quizás, conociéndome bien, estaba seguro de que yo no volvería a pisar esta academia por mi orgullo.
-¿Qué haces aquí? –me preguntó levantándose del suelo y acercándose a mí.
Estaba con un pantalón gris de chándal como el mío y una musculosa negra que dejaba ver sus perfectos y armados brazos.
-Vine a practicar para el tour, me pidieron que vuelva. ¿Te sorprende verme?
-Siéndote sincero, sí, me sorprende verte.
-La verdad es que no estoy segura de por qué estoy aquí pero ya ni modo, ya volví y creo que no hay vuelta atrás. Nadie podrá igualar mi talento y pasión por el baile.
-En eso tienes razón.
-¿Comenzamos con la clase?
Él me miró y luego negó con la cabeza, se veía que estaba muy incómodo por mi presencia allí después de todo lo que había pasado.
-Sí, quiero que termine lo más pronto posible.
-Entiendo que no quieres verme pero trata de guardarte tus palabras hiriente para cuando estés solo o con otras personas. –le dije cortante y luego me dirigí a uno de los banquitos que había en una esquina.
Me saqué las zapatillas y dejé mi bolso allí para luego ponerme en el centro de la sala y comenzar a calentar el cuerpo, hace mucho que no bailaba ni hacía algún tipo de ejercicio que si no calentaba, me dolería todo.
-Seguimos con los lentos, ¿no? –le pregunté.
No me acordaba bien qué tipo de baile nos había tocado esta vez, pero creo que después de haber ganado en el lento, seguiríamos con esa temática.
-Sí. –dijo frío mientras él también calentaba.
Me mantuve en silencio, hablarle no era buena idea, si no quería recibir palabras groseras y frías de su parte, era mejor callarme.
-Ven. –me dijo tomándome del brazo. –Te indicaré los pasos que harás.
Me acercó a él lo más que pudo hasta unirnos completamente, qué incómoda era esta situación.
Comenzó a indicarme los pasos que haría mientras estaba abrazada a él, su voz tan hermosa estaba algo tensa, entendía el porqué de la tensión pero no podía hacer nada para cambiarla.
Comenzó a moverse de un lado a otro guiándome por todo la sala, como si estuviéramos bailando un vals y me imaginé a él y a mí en nuestra boda, él vestido de negro y yo vestida de blanco en un gran salón con muchísima gente, en medio de la pista nosotros dos bailando un vals y moviéndonos por todos lados. Mis manos en su cuello y las suyas en mi cintura, besándolo y probando sus deliciosos labios. ¡Lo extraño!
-¿Entendiste?
-Sí, profesor, entendí.
Comenzamos a bailar y en ese momento las lágrimas no pudieron evitarse y comencé a llorar en silencio, no quería que él me viera llorar, quería que la hora se terminara rápido y poder irme de aquí para llorar tranquila.
Me abrazó por la espalda y yo puse mi cabeza en su cuello porque así lo pedía el baile y las lágrimas salieron más rápido ahora, estaba manchando toda su camiseta con ellas.
Pensé que podría, pensé que sería fuerte y no me derrumbaría ante él pero no podía, estaba demasiado débil todavía, era muy pronto para aceptar esta propuesta. Creo que fue una mala jugada de Margaret llamarme media hora después de que haya terminado con Brian.
-Ahora debes girar y yo... -dijo separándose de mí y mirándome a los ojos. -¿Estás bien?
-¿Te parece que estoy bien? –le contesté de mala gana mientras secaba mis lágrimas.
-Pues no, ¿qué te ocurre?
Abrí mis ojos de par en par.
¿En serio estaba preguntándose eso?
¿Estaba bromeando?
-¿Estás bromeando?
-No. –dijo serio.
-Deberías saber que me pasa.
-¿Qué te pasa?
-Pasa que yo me enamoré de un estúpido chico que luego de andar conmigo una semana decidió cortarme, eso ocurre, el muy infeliz ni siquiera me dio explicaciones de por qué terminó conmigo y encima ahora tengo que verlo todos los días en esta academia. –conté brevemente y muy enojada.
-Qué estúpido fue en dejarte ir.
-Lo sé, muy estúpido, pero allá él, él se lo pierde.
-¿Lo perdonarás alguna vez?
-Sólo si tuvo una buena excusa para terminar conmigo.
-¿Y si él la tiene?
-Si sigo amándolo hasta entonces, quizás lo perdone.
-Ojalá sigas amándolo.
-Ojalá él algún día piense en volver conmigo. –dije bajando la mirada.
-Lo hará, no tengas dudas de eso.
-Creí que sería fuerte y que no me afectaría volver a verte pero no puedo, esto es más fuerte que yo, es todo muy doloroso y reciente. Discúlpeme profesor, pero creo que tendré que volver la semana próxima, no me siento bien aún.
-Te entiendo, creo que es mejor para los dos.
-Gracias. –tomé mi bolso y traté de salir corriendo lo más rápido posible de allí.
Salí y gracias a Dios no me topé con Margaret, corrí hasta la plaza más cercana de allí y me senté cerca de un árbol. Pegué mi espalda al tronco y tomé mis rodillas con mis brazos para comenzar a llorar.
Qué vacío tan grande sentía a dentro, esto era una de las peores cosas que me había pasado.
¿Lo amaba en serio?
¿Por eso me dolía tanto?
¿Fue un acto cobarde mi parte haber salido de la academia así?
¿Fue un acto cobarde haber aceptado volver estando insegura?
¿Fue bueno salir con mi profesor?
Todas esas preguntas inundaron mi cabeza y ninguna de esas tenía respuesta.
¿Por qué Dios? ¿Por qué?
Me sentía tan sola, nadie me entendía, nadie estaba allí, sólo Chris pero no era suficiente.
Sentí como alguien se sentaba a mi lado y me abrazaba, conocía esos brazos y por lo tanto no hizo falta levantar la cabeza para mirarlo y dame cuenta de quién era. Dejé que me abrazara, necesitaba tanto esos abrazos.
-Te contaré una historia. –dijo tranquilo. –Había una vez un profesor que entró a una academia de baile que era manejada por una bruja, esa academia estaba llena de princesas, todas muy bonitas, pero un día el profesor entró a su clase y miró a la princesa más hermosa de aquél lugar, nadie inigualaba su belleza, su pureza y mucho menos su orgullo. –rio. –Un día él llegó a darse cuenta que se había enamorado de aquella princesa, pero ella era muy prohibida ya que era su alumna, hasta que un día él se enteró que esa princesa también estaba enamorada de él. Tuvieron que pasar por muchas cosas para llegar a ser una pareja, vivían peleando, discutiendo y nunca se ponían de acuerdo, hasta que llegó el momento de ponerle un alto a eso y decidieron ser novios, se pusieron de acuerdo los dos en que se merecían ser felices el uno con el otro. No duraron mucho tiempo ya que la malvada bruja se había enterado de su felicidad y quería hacer cualquier cosa para separarlos. Él la amaba con toda su alma pero debía dejarla ir si quería seguir viviendo, porque si moría de todas formas no la tendría. La amaba y nunca dejó de hacerlo, aún sigue soñando en el día en que ella entienda que él la ama y nunca quiso dejarla. Sabe que ella lo ama intensamente como él a ella pero ¿hasta dónde soportará aquél amor fuerte?
Su historia era de la vida real, era la vida de nosotros ahora mismo interrumpida por Margaret, la bruja malvada.
-¿Tú que crees? ¿Algún día ella lo perdonará? –preguntó con voz suave mientras levantaba mi cabeza con su otra mano.
-Si ese amor sigue intacto hasta que él pida perdón y dé explicaciones sí.
-Te daría ahora mismo las explicaciones y te pediría perdón pero ahora no podemos volver.
-¿Tan malo es ser novio?
-No, claro que no. –contestó apresurado. –Yo te amo con toda mi alma, eres lo mejor que me ha pasado en la vida, contigo he pasado momentos simplemente perfectos, pero ahora la malvada bruja nos separa.
-¿Ella es la razón por la cual terminaste conmigo?
-Sí, ella es la maldita razón.
-¿Me amas?
-Claro que te amo, muchísimo.
-Pase lo que pase siempre te amaré. –repetí su frase.
-Pase lo que pase siempre te amaré. –repitió.
Levanté mi mirada y estuve a punto de besarlo pero él corrió la cara.
-Lo siento. –me disculpé.
Me levanté rápidamente de aquél árbol y me fui lo más rápido posible de allí que pude.  


Peeeeeerdon por tardar en subir! espero que tengan un lindo año, gracias por estar todo este tiempo atrás de esa pantalla leyendo esta novela! <3 Comenten y voten si quieren que suba otro cap, besos que sean felices! :3 



Entre mi profesor y yo (Synyster Gates 1° temporada)Onde histórias criam vida. Descubra agora