Capitulo 1

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La llegada.

Helen

-¡¡Amiga!!- el sonido de su voz llego hasta a mi, gire mi cabeza y vi correr en mi dirección a Marisa una bonita rubia.

-Por fin llegaste, Dios se me hiso eterno-mi emocional amiga me abrazaba dejándome sin oxigeno.

-Gracias yo también te extrañe y ahora déjame de asfixiar-

Las dos nos soltamos del abrazo y comenzamos a reír como locas, había pasado dos años desde que ella me despidió aquí, en este  mismo aeropuerto.

-¿Que tal el viaje?- dijo cogiendo una de mis maletas de ruedas y arrastrándola hasta la salida.

-Un infierno, como siempre digo, odio volar aparte creo que deje mi trasero en ese incomodo sillón- me masajeaba mis sentaderas.

-Si claro aja. Helen aunque te pases todo un año sentada tu sexy culo nunca desaparecerá- blanquee mis ojos.

-Marisa- la llame.

-Ya, ya, perdón no te quería recordar tus traumáticos problemas, aunque yo creo amiga que siempre has exagerado. Por Dios si yo tuviera esas tetas, esas curvas y ese culo. UFF amiga ni te imaginas todo el provechó que le sacaría-

-Aja, si claro ya me imagino el "provechó" que tendrías. Pues yo te digo amiga mia que tu no tuviste que defenderte de mil y un acosadores que...- me corto

-Pretendientes Helen eran tus malditos pretendientes que...- la corte

-Pedófilos, así los llamaría yo, vamos Marisa, mientras mis amigas pensaban que otra muñeca comprar yo tenia que empezar a comprar sujetadores, definitivamente mi infancia fue difícil si le agregas a mi pobre padre, ni te imaginas a un hombre de su calibre todo rudo preguntándole a la dependienta por los tipos de medidas y colores del sujetador para adolecentes, toda una mierda-

Marisa empezó a reír mientras paraba un taxi, del cual bajo un baboso chofer que no dejaba de ver mi escote.

Enarque una ceja al hombre que se sonrojo y empezó a guardar mis maletas en el maletero del auto -Vez de lo que hablo, los hombres son unos idiotas y deja de reírte de mi pobre padre-

-Perdón amiga, es que debió ser muy gracioso ver a un marín de las fuerzas especiales preguntar por colores de sujetadores-

Fruncí el ceño, pero no pude evitar sonreír ante el recuerdo mi padre sin duda es un gran hombre nunca se inmuto por darle lo mejor a su hija, ni acompañarla en las mas vergonzosas escenas de mi vida, pero era tiempo de huir de su sobreprotección.

-¿Y saben que hoy llegabas?- pregunto acomodándonos en los asientos del taxi.

-Solo Alan y Luka sabían, para Eder al igual que mi padre seria una sorpresa-

Marisa izo expresión de horror.

-Uy, amiguis los mataras del susto cuando te vean- asentí con la cabeza en definitiva se llevarían una gran sorpresa si no es que Alan ya hubiera abierto la boca.

El celular de mi amiga rubia sonó, esta me pido disculpa y atendió, mientras yo miraba por la ventanilla del taxi, iríamos al piso de Marisa me cambiaria ahí, respiraría tomaría valentía e iría a casa después a tomar el toro por los cuernos.

Espero que no este muy enfadado, bueno lo estará solo espero que se le pase rápido, claro tendría el apoyo de mis dos alocados hermanos y espero que a Eder se le pase un poco si suelto un par de lagrimas.

Helen haber huido de tu familia había sido la experiencia mas excitante del mundo. Si, huir así se le podía calificar. La hija pequeña de la familia Brown había ganado una beca de estudio para la investigación de unas enigmáticas ruinas en Egipto y ¿Qué paso? mi padre dio el grito en el cielo negándose rotundamente a dejarme ir, como siempre Eder lo apoyo y los otros dos al ver mi cara desilusionada trataron de apoyarme y gracias a ellos hui a la aventura, una aventura que me dejo unas experiencias agradables y otras no tanto, pero experiencias al fin. 

-Llegamos- anuncio Marisa, bajamos del taxi

-Apresúrate toma- me paso la maleta mas grande junto con sus llaves -Ve a cambiarte yo subo las demás y pago el taxi, antes que todo el poder de las fuerzas especiales nos caigan en mi humilde morada-

Corro por las escaleras al ver que el ascensor estaba descompuesto, -¡Genial a sudar como puerco!- grite cuando vi las escaleras que tenia que subir para llegar al tercer piso.

Vamos Helen tu puedes, por fin las ultimas abrí la puerta del piso de mi amiga y corrí a tomar una ducha fría, saque lo primero que vi en la maleta un vestido sencillo violeta y unas sandalias de tiras bajas, me hice un recogido informal y tome mi cartera con mis cosas ya listas adentro, salí de la habitación de huéspedes y vi a Marisa gritar por el teléfono.

-¡Ni un demonio! sabe lo que es subir las escaleras con tres maletas y unos zapatos de diez centímetros- espero su respuesta -Pues claro que no lo sabe y si quiere que mi pago llegue puntual del mantenimiento, haga su maldito trabajo- y colgó.

-Dios, si tengo que volverlas a subir moriré y es literal casi me mato haya abajo-

-Marisa, tu solita te matarías si llegas a caer de tus torres andantes por que no usas zapatos mas cómodos- dije pasándome la cartera por mi cuerpo

-Ni loca antes prefiero morir y joder ya es tarde lárgate, ya te dije no quiero aquí a tus hermanos como locos....-a la rubia le brillaron los ojitos -Bueno pensándolo bien si los quiero pero en pelotas y mojados Dios el otro día los vi de lejos y están como quieren los...-

-No oigo, no oigo, no oigo-grite como loca y lleve mis manos a mis oídos cubriéndolos, la rubia tenia una mente muy sucia y saber lo que piensa o lo que les haría a tus hermanos no era muy agradable para mi pura cabeza.

Salí del piso y corrí a las escaleras al reencuentro con mi singular familia, haber como nos va....


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Holisss ya empezamos esta hermosa historia.

Muchas gracias por la esperarme y a ver como nos va...

:) luzhiko



 


Cautivada por el Lobo. (3)Where stories live. Discover now