Cautivada por el Lobo. (3)

Capitulo 24

Volveré.

Helen

Un grupo de hombres correteaban por toda la casa, mientras Gabriel me atendía las heridas que comenzaban a curarse por sí mismas, no entendí por qué hasta que muy amablemente la antigua Luna explico que se debía al bebe que llevaba conmigo.

¡Genial! mi bebé no nacido me daba algo así como súper poderes.

La salud de Elena me seguía preocupando ella me había salvado y a un que no la conocía muy bien sentía mucha tristeza por lo ocurrido y no podía alejar el terrible pensamiento de que fue mi culpa. Por eso tenía que hacer todo lo posible para que el idiota que le disparo pagara con creces por lo sucedido.

-Yo les puedo ayudar, porque se quien lo hizo- Gabriel me ayudo a mantenerme de pie, el dolor casi había desaparecido completamente.

El idiota, mal nacido hijo de puta de Donkor Sankaihr.

Gabriel

Después del maldito ataque todo es un jodido desastre, pero ¡mierda! la venganza seria dulce muy dulce.

Cada uno de mis amigos tomo un trabajo, teníamos que exterminar a los cabrones que se habían atrevido a levantarse contra mi manada y sobre todo contra mi familia.

Mi padre y madre se llevarían a las chicas y a los más vulnerables de la manada para viajar al sur ahí estarían a salvo, nos reagruparíamos una vez que yo haya encontrado y desgarrado la garganta del cabrón con mis propias fauces.

Lo más difícil estaba ocurriendo en ese mismo momento, entre mis brazos tenia lo más preciado para mí y me jodida tener que alejarla para que estuviera a salvo.

-Estarás bien Helen, te juro que todos los responsables pagaran por esto-

Abrace a la humana que me había conquistado, a la madre de mi pequeño que crecía fuerte y saludable dentro de ella, besándola como si esta fuera mi última vez.

-Te amo Helen-susurre sobre sus labios. –Te amo y juro que volveré por ti, solo espérame- sentí las pequeñas gotas caer sobre mis manos cuando toque su rostro empapado por ellas. –No llores ¡joder! volveré por ustedes lo juro-

Sentía como si me arrancaran el maldito corazón, separarme de ellos me hacía volver a morir, pero era jodidamente necesario deshacerme de la basura que contaminaba a los de mi raza, cazar a todos aquellos que quieran destruir a mi familia y así lo haría.

-Cuídate, yo... te esperare. Te esperaremos Gabriel solo no tardes por favor-

Sus manos tocaron mi rostro su dulce mirada se clavó en la mía y pude ver en la profundidad de sus ojos el amor no profesado que ella también sentía por mí.

MI LUNA, MIA, aulló en mi mente.

Sonreí ante la insistencia de mi lobo por la pequeña humana que un día literal golpeo algo en mí.

-Es hora- Callan me trajo a la realidad, asentí hacia él. Mis padres se acercaron a nosotros, libere a mi Luna, alejándola de mí.

-Ve Helen- evite su mirada, si los veía sus ojos no podría irme.

Gire y camine hacia la dirección opuesta de mi corazón porque con ella se quedaba tomo lo humano y bueno, lo maravillo de la vida.

Garras salieron de manos brotando presintiendo la sangre que surcaríamos, colmillos y pelaje transformando a la imagen humana, aullidos llenaron completamente el paisaje nocturno que nos despedía en este día, mi manada me despedía deseándome buena suerte. Mis seguidores corríamos hacia nuestro objetivo por que este era el comienzo de mi cacería.