Capitulo 13

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Aceptar.


Helen

Si hay algo que me molesta en la vida son los engaños y entonces por que siempre me topo con mentirosos  y egoístas.

-No me importan tus tontas explicaciones ¡Quiero irme ya!-

Dos horas después de varios intensos orgasmos y un fantástico almuerzo me hallaba gritando como poseída. Por que aquí el señor "No vas a ningún lado" me tenia retenida. Y solo Dios sabe por cuanto tiempo más pensaba hacerlo.

-Debes tranquilizarte Helen, no es secuestrada como llevas gritándome- si lo había hecho y ahora este señor le espera una buena demanda.

-Tu familia sabe que estas con migo- mentira, no lo creo. Entre cerré los ojos evaluando sus reacciones.

-Bueno casi toda tu familia.  Alan y Luka saben que estas con migo-  malditos traidores.

-Así que me dejaron a tu cargo-asintió con la cabeza orgullosamente

-¿Por cuanto tiempo?-.pregunte apretando los dientes, pero el solo se limito a sonreír de lado. Se lo que esta pensando, todos son iguales.

-¿Por cuanto tiempo te voy a  servir de puta? ¿Cuanto te coste? ¿Cuanto pagaste para que abriera las piernas?- y de esa forma le arranque de un solo tajo la estúpida sonrisita. Aunque soné dura... tal vez un poquito malvada y  cielos al instante que lo solté quise retractarme pero no pude. Simplemente mi boca no se abrió, yo se perfectamente que mis hermanos no me venderían ni mucho menos me pondrían en peligro, bueno físicamente por que para lo sentimental son unos completos retrasados.

Mire a Gabriel y su rostro cambio a una fina linea que rozaba la locura. No estaba molesto. No, su ira iba mas haya y por un instante sentí miedo, raro en mi.

Ahora me encontraba en un problema. El hombre frente a mi parecía querer asesinarme. 

Entonces estebamos dos "enemigos" desafiándonos con la mirada, en una hermosa cama completamente desnudos. Bueno por lo menos yo trataba de cubrirme con la sabana, pero al parecer el no conocía el pudor.

-Yo no...-por fin mi boca se abrió e intente hablar pero él.

-¡Entonces di tu precio humana!-grito realmente alterado. -¡¿Cuanto quieres por permitirme follarte?! Di tu precio y lo tendrás. Por que como has visto tengo recursos- levanto las manos al aire. -Así que abre tu boquita altanera y di tu precio-

Mi boca se abrió completamente llena de asombro y mis ojos se llenaron instintivamente de lagrimas. Podría ser muy valiente pero lo que dijo me dejaba completamente descolocada. Ni siquiera terminaba de analizar la totalidad sus palabras cuando un dolor intenso se clavo en mi pecho.

¿Por que dolía tanto? 

Es mas ¿Por que diablos lloraba?

El hombre palideció visiblemente y de un salto llego hasta mi, sus brazos rápidamente me aprisionaron en una comodidad total.

-Lo siento Helen no quise hacerte daño perdóname cariño. Fui un imbécil- susurro contra mi cabello mientras su mano recorría mi espalda, brindándome un consuelo indescriptible.

Vamos Helen aléjalo y cortale la lengua por gritarte.

Pero me costaba alejarme de la seguridad de sus brazos.

****

Gabriel

Idiota. Idiota. Idiota ¿Como había podido hablarle así?

Su desafiante mirada se convirtió en una llena de dolor cuando termine de escupir toda la mierda.

¡Joder! 

"MÍA, MÍA" la bestia quería triturar mis huesos, la furia rasgaba cada maldito musculo. Tratando de respirar, me lance por ella cubriéndola con mi cuerpo. 

¡Diablos se supone que la tengo que proteger no hacerla llorar!

Claro que ella no era una puta. Ella era mi maldita vida, todos los sabían. 

Todos, pero al parecer mi compañera era la única que no se percataba de ello.

Por supuesto no tomo nada bien cuando se dio cuenta que estaba a bastantes kilómetros de su ciudad y apuesto que por su mente me mato de mil maneras cuando se entero que ella estaba retenida y completamente a mi disposición por un tiempo indefinido.

 Me pidió irse y jodidamente yo me negué. Sin mencionar que grito cuando le informe en las condiciones que estábamos.

Solos, alejados de gente que pudiera interferir con mi propósito. 

Si digamos que fue un poco deshonesto de mi parte. Pero en mi defensa ella me obligo hacerlo con sus interminables negativas, ella pertenecía a mi lado.

Ella es Mía. De mi propiedad. Solamente para Mi.

¿En donde estaba lo irracional? me pregunto. 

****

Helen 

Esto era una locura.

Por primera vez en mi vida sentí la libertad, alejarme de tanta testosterona me permitió respirar.

Mi vida tornaba color de rosa y luego esa noche donde lo conocí.

  Al hombre mas imposible del mundo, ¡ah! y ahí no acaba tenerlo al rededor de mi como un maldito perro. 

Luego pum los hombre lobo existen y están mas buenos que la nutella.

Sabia que tenia que quedarme comiendo esa ultima rebanada de tarta, genial Helen ahora piensas engordar como un puerco. Bueno esa seria una perfecta idea ¿No?

Me pregunto ¿si estuviera mas rellenita me querría? no es que mi cuerpo fuera como el de  una supermodelo y es que las dietas me mataban.

Tal vez si ganaba algo de peso lo asustaría y podría alejarlo de mi.

Si hazlo para que te abandone por una flacucha sin gracia, recuerda a las lagartonas Helen.

¡Por Dios! me estaba llenando de tonterías la cabeza. 

De un momento la agradable caricia de mi espalda se detuvo.

¿Por que lo hacia? Se sentía tan bien. Ándale boca pídele que siga.

¿Ahora es nuestro esclavo?

-¿Ya te sientes mejor nena?- maldita voz seductora, maldito cuerpo de dios griego y maldita sea yo por hacer esto.

Aleje mi cara de sus pectorales para arrojar mi boca a la suya, no alcanzaba su boca como Dios manda e hice lo que toda chica en su sano juicio haría.

Colgarme de su cuello hacerlo que me besara como lo estaba haciendo con hambre y deseo.

Si me había tratado de puta y todo, lo se conciencia estoy loca. Pero alguien me podía juzgar cuando entre mis brazos estaba todo esto, un grande y sexy hombre que aullaba a la luna por mi.

Un hombre que me hacia arder, un hombre que ¿amaba?

¿Que mierda? No, esto no era posible ¿O si?



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Una mini dosis de GabrielHelen.

Las amo y gracias por sus comentarios.

Besos y hasta el próximo cap.

luzhiko  :9

Cautivada por el Lobo. (3)Where stories live. Discover now