Capitulo 7

55.4K 3.2K 320
                                    


Marcada.

Helen

Calor, caliente estaba hirviendo no podía ni respirar algo me ahogaba y por un instante pensé estar nuevamente en Egipto. No puede ser, la casa se quema no, no lo atraparon pero yo vi cuando se llevaron a ese canalla. No. No. No.

Apunto de gritar cuando.

-Despierta hermosa mía, abre tus cautivadores ojos para mí- ¿De quién era esa voz? Espera la voz es de un hombre y no es la de mis hermanos y Marisa... -¡¿Marisa?!-grite su nombre abriendo los ojos. ¡Dios! Ya recordé esos salvajes.

Trate de incorporarme.

-Calma hermosa tu amiga está bien- esa voz y ¿Qué rayos? Estaba atrapada entre los brazos de algo. Intente empujarlos y salir del agarre.

Hay no entre en pánico, estaba en la cama con alguien y ese alguien era mucho más fuerte que yo, todos mi intentos de patearlo, alejarme de él hasta morderlo fallaron.

-No, cálmate y deja de moverte tanto-susurraba contra mi cabeza ni siquiera podía levantar la mirada al mastodonte, me tenía muy sujeta.

-¡Suéltame idiota o te juro que te arrepentirás toda tu maldita vida!-bien mi voz se escuchó.

La mano que aprisionaba mi cintura se deslizo perezosamente debajo de mí –Sin insultar a tu hombre, hermosa mía-

¿Qué se estaba creyendo? Miedo e impotencia se canalizaron en mi linda boca. –¡Muérete I.DI.O.TA!-ya lo deje salir en un grito.

Mala idea. Mala idea Helen, insultarlo fue malo porque me aferro contra el colchón y pude sentir todo su peso sobre mi cuerpo y ¡Cielos! NO, NO, NO. ¡Estaba desnuda! no sentía nada que me cubriera. No esto estaba muy mal.

-No... me hagas daño-así se fue la valentía y me vi reducida a suplicar.-Por favor-murmure en la oscuridad.

-No mi hermosa, no sientas miedo. Nunca te haría daño bebe, seria como dañar mi propia alma-

En este momento supe dos cosas uno el sujeto estaba completamente loco y dos yo también porque le creí sus estúpidas palabras y ¿Dónde carajos había escuchado esta voz? Que por un momento creí amar. Espera Helen acabas de decir ¿Amar? ¡Hay no estoy drogada! Deben ser efecto de algo, ¡¡me drogaron!!

Mi cara se llenó de besos, besos apetecibles y jugosos que no tardaron en correr a mi boca.

-Es la gloria- dijo entre cada beso.

-Pues yo creo que estoy en el infierno-susurre sobre sus labios, rezando para que no me oyera.

De repente alejo su rostro del mío y zas se hiso la luz. Cuando me adapte a la claridad ahí estaba Don arrogante, el maldito hombre que me había insultado camino al club ¡Y por todos los santos del cielo estaba desnudo!

Era un jodido monumento y nunca había visto tanto musculo junto.

Trate de pasar la saliva de mi boca porque inusualmente nunca me quedaba callada, pero en este momento olvide todo. Para mí solo estaba ese hermoso hombre que me sujetaba contra la cama, adorándome con sus ojos, comiéndome con la mirada. Era a mí.... era mío.

Despierta Helen este hombre no es tuyo, grito mi conciencia la cual quería patear en este momento no quería pensar no podía la visión de este hombre me atrapaba. "No ames Helen. El amor solo te daña" mi bendito mantra me saco del letargo al cual me había sumergido.

-¡Maldición! Bájate de mí en este momento maldito desgraciado y quiero mi ropa pero ¡¡Ya!!- lo desafié con la mirada y tuve que hacer un inmenso esfuerzo por no suplicar que me soltara para poder tocar cada musculo mis manos picaban querían tocarlo. Y casi agradezco por tenerlas sujetas por las manos de él y ¡Dios! Hice un esfuerzo aun mayor para que mis ojos no bajaran hacia cierto "lugar" de su anatomía que golpeaba mi pierna ¿Este acaso que este hombre siempre anda excitado o qué?

Cautivada por el Lobo. (3)Where stories live. Discover now