Capitulo 8

50.6K 2.8K 167
                                    

Esto debe ser una broma.

Helen.

Desperté en la oscuridad agitada y asustada. -¡Cielos! fue un sueño- extendí mi mano hacia la mesita de noche ahí estaría mi móvil, junto a una antigua lámpara de lava es horrenda pero a mi rubia amiga le fascinaban las cosas antiguas y retro.

-¡¿Que rayos?!- grite. Uno porque mi móvil no estaba y no es que sea una fanática total del aparato. No el problema es que no reconocí nada en la mesita. Pero sobretodo no reconocí la ropa de cama y otra cosa súper importante. Un hombre completamente desnudo salía de lo que al parecer era un baño ¿por que lo aseguro? fácil, el sujeto estaba totalmente húmedo con pequeñas gotas de agua que se escurrían por todo su cabello... sus músculos y ¿Qué músculos? prácticamente me estaba atragantando con mi propia saliva. La majestuosidad de su cuerpo ¡Dios! ¿Acaso era un modelo? ¡Hay no! ¡Me acosté con un modelo! Si era verdad, adiós a mi apuesta con Marisa y ... ¿Marisa? busque a mi alrededor, arrancando mis ojos de semejante monumento.

Como si Marisa estuviera aquí tonta, grito mi cabeza. Cierto no hay que ponerse estúpida ahora.

Espera. Concentre mis pensamientos regresando al hombre frente a mi que no se había movido de su lugar, ni siquiera se había cubierto ¡Jesús sabe lo que tiene! pero no es para que lo ande ventilando. Pudor señor.

Esos ojos, esa cara esas manos 1.2.3....

Abrí los ojos mis pensamientos se aclararon la maldita memoria y todas las jodidas imágenes se conectaron en mi cabeza era EL .

- ¡¡TU!! - grite como poseída. Mejor que tuviera una muy buena explicación para lo que habíamos hecho. No es que yo me estuviera arrepintiendo... bueno no tanto. Era adulta pero ¡Dios Santo! estoy totalmente en contra de los "momento casuales"

Creo que voy a morir, la cabeza me estallaba y... Mire bajo las mantas, si estaba completamente desnuda.

Me arroje contra la cama pero como siempre las desgracias no llegan solas, sin medir mi fuerza ni la distancia entre el cabezal de la cama ¡Rayos! me golpeé con la madera de esta.

-¿Estas bien?- ¡hay Por Dios! que vergüenza. Me cubrí la cara con mis manos.

-Esto no debió haber pasado- dije. -Absolutamente-contesto y ahí un nudo en mi garganta creció.

-Ahora mismo ordenare que quiten esa cosa y la cambien por algo mas acolchonado. ¿Segura que estas bien? sonó muy fuerte, mejor déjame mirarte la cabeza cariño- me tense por lo ultimo.

Mis manos volaron de mi rostro para volverme a sentar de golpe en la cama, por supuesto cubriéndome en todo momento con la fina sabana.

Lo mire y creo que cada vez que lo hacia se volvía mas guapo ¿Eso era posible?

-¿Cariño?- pregunto. Y sus hermosos ojos ahí brillantes me miraban con fascinación , nunca en todos mis años de vida vi algo así. Mentira si lo vi, en las viejas fotografías donde mi padre miraba de la misma forma a mi madre.

Hay no...

-Deberías de vestirte-susurre sin dejar de mirarlo. TONTA grito mi cabeza, desaprovechar todo eso con ropa.

Regule mi respiración que hasta ahora no sabia que se había acelerado sintiendo al mismo tiempo que me ahogaba. El calor que desprendía su cuerpo causaba estragos en el mío propio.

Y por un instante quise lanzarme a sus brazos como la lunática que ahora mismo me consideraba. Ósea piensa Helen no lo conoces, te besa le contesta y te acuestas con él. Todo en una sola noche, sin citas de por medio y ahora frases de cariño, así sin conocer el nombre siquiera.

Cautivada por el Lobo. (3)Where stories live. Discover now