Capitulo 26

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Un nuevo ser.

Gabriel.

-¡Jodidamente Hermoso!-

-Gabriel préstalo, anda dámelo-Emma extendió los brazos hacia el bultito que sostenía protectoramente contra mí. –No lo has soltado ni por un instante, no seas envidioso y préstamelo-

Fruncí en ceño, Emma me empezaba a irritar, prácticamente todo el día ha estado tras mis pasos. -No puedo Emma, mi hijo aún no se siente en confianza para abandonar mis brazos-

Sus ojos se elevaron al cielo agarrándose la cabeza, signo de frustración, después de unos segundos negó y salió de la habitación, sin antes lanzarme su amenazante mirada.

-¡Tía Alice! Tu hijo no me quiere...-su voz se perdió tras el portazo.

-¡Oye!-grite. Afortunadamente Caled estaba despierto, si no, posiblemente con todo el escándalo de Emma el pobre ya estaría gritando del susto.

-Eres malo Gabriel-inmediatamente el pequeño ser, se retorció en mis brazos y su boquita comenzó hacer ruiditos extraños. Los dos amábamos esa voz.

Los dos queríamos su total atención, y buscábamos lo mismo.

Helen se recostó nuevamente en la cama, había estado algo débil. Y por recomendación del doctor ella solo se levantaba al aseo. Mejor para mí, así la podía estar vigilando 24/7.

¿Qué? no lo podía evitar, mi Lobo ha estado eufórico. Esta nueva experiencia se posicionaba en lo más alto de mí ser. Ellos eran mi mundo, la prioridad de mi existencia y tenía que mantener a salvo a mi familia. Era poderoso, tan letal e intenso, casi como el mismo sentimiento de supervivencia de cualquier depredador.

Mire a Helen tan hermosa, tan magnifica ¿Cómo era posible que algo tan hermoso creara tal maravilla como el pequeño ser?

¿Cómo esta simple humana sostenía en sus brazos mi corazón?

Nunca me sentí tan vulnerable y poderoso a la vez. Sabía que la vulnerabilidad que en este momento sentía era porque ellos eran frágiles, si querían hacerme daño ellos... NO, ni siquiera quiero imaginar que algo les pasara, mi Lobo se alzaba rasgando mis entrañas y una furia incontrolable me roía por dentro. Una fuerza que pocas veces logre sentir me embargaba con solo pensar en proteger a mi Helen a mi Caled.

Los amaba y los protegería con mi vida.

***************

Helen

-Eres malo Gabriel y la envidia encarnada-

El me entrego con extremo cuidado a la bola de frazadas que ahora era mi hijo.

-Si quiere un cachorro que se apure y tenga el suyo propio. Yo me esforcé por el mío-mis mejillas se calentaron, recordando lo bien que se le daba hacer bebes.

Cautivada por el Lobo. (3)Where stories live. Discover now