Dieciseis

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Stevie:

Hoy, era la boda del hermano de Chris, yo estaba despierta desde las cinco de la mañana, que aunque no lo crean, me sentía algo asustada, nunca había ido a una boda y no sabía cómo comportarme, buscaba en Internet páginas de etiqueta para saber como actuar, leí, leí y leí y de todo eso, lo único que conseguí retener fue que no debía eructar, bostezar, tirarme pedos, dormirme ni comer como cerda, cosas que no me critican ni me impiden en mi casa.

A las 6:45 me levanté, busqué ansiosa mi vestido, el que elegimos con Chris quien tenía un traje combinado, que era un vestido strapless Negro azulado, y los zapatos que Rebecca me había prestado, unos tacones bajos negros con una cinta que se agarra al tobillo y que terminan en un moño.

¿Estaría suficientemente bien?.

Bajé a por una tasa de leche chocolatada, y unos panes tostados, estuve sola todo ese rato hasta que mi padre a eso de las 8:00 se levantó y me encontró en la cocina.

—¿Que haces tan temprano pequeña? —preguntó mi padre extrañado, se acercó, dejó un beso en mi mejilla y empezó a hacerse su propio desayuno, y hacer el de mis hermanos, era domingo, y mañana era la gala de Jared y mía, al fin nos graduábamos, él con honores y yo con reconocimientos en artes y matemáticas.

—Me sentía algo ansiosa —confesé.

—Es una boda, no debes estarlo, es una ceremonia realmente bonita, y todo fluye con una buena armonía, no hay de que preocuparse —Sus palabras de apoyo ayudaron algo, y ahora me sentía un poco más calmada, siempre mi padre lograba ese efecto.

—Voy a bañarme —Avisé luego de lavar los utensilios que utilicé, fui directo al baño que había al final del pasillo, entré, puse agua a la bañera, puse un poco de música, Fall Out Boy, y me desvestí.

Estuve relajándome hasta que sentí como mis hermanos empezaban a levantarse, y pedían el baño, me envolvía en unas toallas y frío hasta mi habitación, cerré con seguro y me puse ropa interior limpia, esa que me había comprado hace poco, unos Jean rasgados y una camiseta azul rey de mi talla.

Mi teléfono comenzó a sonar en un tono de llamada, Chris.

—Hola —Saludé.

—Hola Princesa... Digo Stevie, si, Stevie —Sonaba algo nervioso.

—¿Que quieres Christopher? —Pregunté cansada.

—Rebecca dice que mejor vengas ahora, porque no quiere que algo acá salga mal para la fiesta y esas cosas, está más ansiosa que mi madre y Sammy juntas, todo debe salir bien, según ella —dijo y  apuesto a que rodó los ojos.

—Está bien, iré y aprovecharé de ayudarla, si es que algo lo amerita —Contesté.

—Gracias Stevie.

—Adios Chris —Corté rápidamente, fue la llamada más incómoda que había tenido con él.

Preparé un bolso, el cual tenía dentro el vestido, los zapatos y un bolso con maquillaje que me había comprado mi padre sin preguntarme.

Eran las 11:00 cuando salí de mi casa, mis hermanos estaban cada uno en sus cosas, Valentín hablaba y jugaba con su celular como un desesperado, Jared rebuscada cosas entre sus libros, y los demás jugaban en el xbox.

Caminé lentamente hasta la casa de Chris, la puerta nuevamente estaba abierta y dentro se escuchaban los gritos de Rebecca quien le gritaba a Christopher algo sobre colocar flores a la entrada o cosas así, avancé un poco y mientras me acercaba vi a Chris caminar con un jarrón gigante de flores azules y moradas, bonitas en realidad, iba con un short y una pileta blanca y sin zapatos ni calcetines.

¡Que no soy chico!Where stories live. Discover now