Veintiuno

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''ésta declaración es mentira''

 Stevie:

  — Stevie... Yo...

— ¡Chicos, vengan pasen a la mesa! — Mi padre dijo abrazándonos ignorando el hecho de que estábamos en una discusión.

Fulminé a Christopher antes de poner sobre mi rostro una sonrisa que mantuve toda la cena, la cual transcurrió muy lenta, demasiado lenta,  todos hablaban unos con otros, yo hice bastante conversación con dos de mis tíos maternos, los cuales son lo hermanos mayores de mi mamá, aunque realmente sus edades no concuerdan con sus edades mentales ya que son como si fueran de mi edad.

Durante todo el rato no crucé miradas con Chris y cuando quería hacerle conversación a Marcela, ella me ignoraba olímpicamente o me respondía con respuestas cortas.

  — Stevie, ¿recuerdas cuando tiramos a Valentin a la piscina? — Rió Julian uno de mis primos lejanos a carcajada limpia, todos en la mesa se quedaron callados por un momento por la forma en que mi primo se reía, pero luego de unos segundos todos empezamos a reír a más no poder, pasaban segundos de agonizantes risas.

  — ¡Ay dios! — Dije abanicando mi rostro con ambas manos, mis ojos lloraban a más no poder y mi estómago me dolía, y lo peor era que no podía parar de reír.

Luego de lo que parecieron horas, o quizás fue medio segundo, todos fuimos parando de reír lentamente, hasta que volvimos de nuevo con las charlas de por ahí y por allá.

Terminando la cena todos nos acomodamos en la sala de estar que ahora tenía un espacio más amplio, los sillones pegados en la pare y una mesa con bebidas, algunas alcohólicas y otras no. La música comenzó a sonar, una música bastante alegre y muy bailable, algunos de mis tíos y primos se fueron a la improvisada pista de baile y comenzaron a bailar al ritmo de la música.

Busqué a Christopher con la mirada y a la misma vez a Marcela, para pedirles explicaciones mientras los demás estaban distraídos, pero ninguno de los dos estaba, caminé distraídamente para no llamar la atención de nadie hacia fuera donde estaban mi padre y dos de mis tíos hablando, los últimos fumaban algo que de lejos se notaba no era tabaco, pero en tema familia nunca nos hemos hecho problema por la droga, y no es que consumamos, pero ellos siempre lo han hecho.

Me dí media vuelta lo más normal que pude y luego me dirigí hacia la puerta trasera, ahí detrás de la pared donde no llegaba la luz, pude distinguir dos sombras, ambas susurrando alteradamente cuidando no levantar la voz, me acerqué ocultándome detrás de la pared, tratando de no hacer sonar muchos los putos zapatos de tacón que me obligaron a usar, acerqué mi oído son que se den cuenta y comencé a escuchar la conversación.

  — ...Por eso, no debe enterarse.

— Ella debe saber Christopher... No puedes ocultarle esto, no es justo para ella, la estás engañando — ¿¡Qué?!

  — ¡No es engaño, no estoy con nadie, no cambies las cosas! — La voz de Christopher sonaba desesperada.

  — Es como si lo fuera, estás con ella pensando que estás con otra, eso es engañarla, debes decírselo, Rose era especial, si, pero ella no es como Stevie,  no son la misma persona.

  — Tu no la conoces, no hables como si supieras lo que pienso, no estoy usando a Stevie para olvidar a Rose, yo quiero a Stevie, por ser como es, no por Rose.

  — Ojalá digas la verdad, extraño a Rose pero ella no puede ser reemplazada y bien sabes eso.

Decidí salir de ahí antes de que se dieran cuenta de mi presencia,  algo me estaba rondando por la cabeza, ¿qué le pasó a Rose?, es obvio que debió de haber sido la ex de Christopher, pero ¿qué le había pasado?, ¿dónde está?, debió de haber sido la amiga de Marcela o algo por el estilo, ¿se habrá ido?, ¿huido?, ¿mudado?, ¿quién me puede dar éstas respuestas?...

¡Que no soy chico!Where stories live. Discover now