Diescinueve

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 Mi cabeza, como sospechaba, dolía como el infierno, no quería ni pensar, ni abrir los ojos ni siquiera recordar lo ocurrido la noche anterior. 

Las sábanas cubrían mi el cuerpo hasta la boca, tratando de acomodarme sentí un cuerpo cálido a mi lado, cosa que hizo sobresaltar en la cama, mi mente empezó a devanar mis cerebro y provoco que me diera un fuerte dolor de cabeza, al girarme pude ver una mata de pelo castaño claro y bien enredada con un brazo sobre ella, y  piernas enredadas en las sábanas, sean quien sea, tiene un mal dormir.

Mi teléfono de pronto comenzó a sonar a lo lejos y la mata de pelo comenzó a gemir y moverse, su brazo se estiró hasta el mueble de un lado de la cama y tomó el teléfono y contestó la llamada, ¿¡quien es este tipo y que se cree para tomar mis cosas?!.

—¿Diga?, —Atiende el chico con voz ronca a quien sea que esté llamándome a estas horas, que en todo caso, ¿qué hora es? -Tío descuide, Stevie y los chicos están bien, cada uno en una pieza diferente y nadie murió de intoxicación anoche o estuvo cerca de eso... claro yo les digo, adiós cuídese.

—¿Quién era, pregunte? —Sea quien sea que haya estado conmigo durmiendo -y cuidándome- se sobresaltó y se giró lentamente.

-Oh, hola Stevie, ¿cómo estás?, ¿qué recuerdas de anoche?. —Chris me dijo rápido con una sonrisa nerviosa.

—Mmm... siéndote sincera, hoy no quiero pensar en nada de anoche, déjame dormir, y no te pases rollos ni nada por el estilo, todavía no logro recordar como estamos ambos en la misma cama, en un lugar que no conozco, y el porque no siento mis pantalones, pero si mis bragas. -Dije poniendo mi brazo sobre mis ojos, la poca luz que entraba a la habitación pagaba justo a mi lugar y me molestaba bastante.

—Okey, yo voy a ver a los chicos, pequeña —Habló de manera nerviosa -de nuevo- y sentí las sábanas de mi lado moverse, sentí sus labios sobre los míos rápidamente pero se alejó antes de lo que hubiera querido y desapareció por la puerta.

(...)

¡Hija!.

¡Mamá!.

¡Muy bien!, ahora dí... papá.

Dada La mujer frente a mi sonreía alegre y divertida, muy hermosa a decir verdad, ojos avellanos o verdes, no sabría decir, cabello castaño entre claro o oscuro, tampoco sabría describirlo, traía un vestido holgado y colorido, todo en su rostro estaba en sincronía y tenía una belleza excepcional.

Vamos amor, llegamos tarde Un hombre joven que sabía que conocía pero en mi mente no sabría muy bien decir quien era estaba detrás de la mujer sonriendo y haciendo muecas, una risa de bebé se escucho y ambas personas sonrieron.

...

¿Aló?... Un chico que estaba cerca mío, me sostenía con ambos brazos para no caer, tenía el cabello algo rojo o café rojizo, no sé. Su teléfono sonó y tiernamente me bajó de la esa en donde estaba, y contestó su teléfono de manera sonriente, un fuerte estruendo se escuchó afuera y las luces se apagaron de golpe, la puerta se azotó y un grito horrendo se escuchó por toda la casa.

Una luz seguido de un horrible trueno se escucho, y me sentí llorar, mi corazón sintió un dolor inexplicable y pronto me encontraba corriendo por la casa, escapando de algo que me perseguía , o eso creía en mi mente, no sé, la única luz que entraba por las ventanas eran las de los rayos, y sobre estas se veía como la lluvia impactaba fuerte contra el cristal haciendo un sonido muy feo, la casa estaba a oscuras durante momentos y luego volvía a ser iluminadas por segundos.

¡Que no soy chico!Where stories live. Discover now