¡Que no soy chico!

Ocho

Stevie:

-¡Stevie reacciona! -Las palmadas en mis mejillas ya ardían.

-Dime otra vez como la encontraste.

-Estaba al lado de un árbol abrazada, la ví y le llamé, ella se levantó y se empezó a tambalear pero luego se desvaneció, la cargué y la traje rápidamente.

-Dios, es mi culpa, no debí haberle tratado así, ahora está desmayada y mojada -Alguien me tomó de la mano y la acarició tiernamente.

-No es tu culpa, -Murmuré mientras le apretaba la mano a quien me la tenía.

-Joder, que susto nos haz dado Stevie -Dos fuertes brazos los cuales reconocí, eran de Valentin, me envolvieron fuertemente.

-¿Estás bien? -Preguntó, yo asentí, aún no abria los ojos.

-Por suerte éste chico te trajo, ¿Cómo dijiste que te llamabas?.

-Christopher.

¿¡Qué!?, abrí los ojos y los ví a todos a mi alrrededor mirándome, quizás por mi reacción, busqué con la mirada al chico que no encajaba en mi familia y ahí estaba, parado con la mirada fija sobre mi.

-¿Qué haces aquí? -Traté de sentarme.

-Yo te trajé, al desmayarte.

-Pues, gracias, ahora largo -Me acaricié las mejillas y sentí la mirada reprobatoria de parte de ellos.

-¿Cómo echas a tu salvador? -Bruno pasó una brazo por el hombro de Christopher, ¿No lo van a amenazar, o algo por el estilo?.

-Si, deberias estar agradecida verdaderamente, si no fuera por él no sabríamos donde estarías.

-No me hubiera ido si no fuera por como me trataste -Ahora eso de "No es tu culpa", no me cae.

--Si, lo sé, lo siento -Valentin me abrazó.

-Oye, amigo, ¿Te quieres quedar a cenar? -No, por alguna vez hazme caso y dí que no.

-Claro -Respondió Christopher sonriendo hacia mis hermanos.

-Chicos, recuerden que hoy hay visita -Les dije obvia, ellos sonrieron más.

-Mejor aún, me caes bien -Le dió palmadas amistosas en la espalda a Chris y éste rió.

-Oh -Me tapé los ojos con las manos y los froté pidiendo que porfavor todo sea un sueño, un mal sueño.

-¡Chicos llegamos! -5:56 pm, mi padre entraba por la puerta sosteniendo a una mujer por la cintura, uh, años sin tener a una femina en la casa a excepción de mi.

La casa se tensó notablemente, mis hermanos miraban a la mujer de mala manera, mientras Chris y yo nos miramos extrañados.

-¡Papi! -Exclamé y me acerqué a besarle la mejilla, luego di unos pasos hasta hacercarme a la mujer y sonreirle, ella me examinó con la mirada un poco asqueada, bueno no es que la salsa de tomate fuera a salir a la primera lavada.

-Hola, tu debes ser Steve -Dijo mal mi nombre.

-Stevie -Corregí.

-Un gusto conocerte -Me estiró la mano en forma de saludo la cual acepté ya un poco ofendida, pero me ofendí más al ver como ella separaba mi mano de la suya un poco asqueada y disimuladamente se la limpió en el vestido que traía puesto.

Miré a mis hermanos al darme vuelta, mi cara seguramente era un poema, esa mujer antes de conocerla me caía bien, pero me enseñaron a jusgar después de conocerse y ya lo hice, me cae gordo esta mujer.