¡Que no soy chico!

Diesciocho

Stevie:

Miré fijamente al frente, estaban más de quinientas personas mirándome, y no era para menos, me estaba graduando finalmente, sentada esperando a que dijeran mi nombre y señalen mis reconocimientos en Arte y Matemáticas, en los años que llevaba estudiando, había creado un gran mural en la entrada del lugar y había asistido a algunas competencias de matemáticas contra otras escuelas e institutos en los cuales siempre salíamos en los primeros tres lugares, bonita experiencia.

  —  Brown Smith, Jared Anthonio —El nombre de mi hermano resonó en los parlantes de la sala, la profesora Mildred, directora e inspectora del Instituto sonreía a mi hermano, siempre nos ha tenido un cariño especial a nosotros, no sabía el porque, Jared apretó mi mano que desde el principio sostenía y se levantó nervioso de la silla, se acerco y a unos cuantos pasos se tropezó con su túnica pero hizo como si nada y recibió su diploma, mientras bajaba a sentarse en las sillas de abajo, la profesora, directora e inspectora Mildred, destacaba sus habilidades en deportes, ciencias, matemáticas y asignaturas humanistas, aunque no lo pareciera, nuestra familia era muy estricta a la hora de los estudios, todos mis hermanos dedicaban a lo menos dos horas de estudios al día, mi padre nos dejaba hacer lo que quisiéramos si cumplíamos con esas horas.

Miré hacia abajo, entre los asientos se encontraban mis hermanos, mis padres -sorprendentemente algunos de mis tíos- y las familias de las demás personas, sinceramente no sé como lograron entrar tantas personas si los boletos de entradas eran limitadas.

  — Brown Smith, Stevie Amelia — Mi nombre al igual que el de mi hermano sonó por toda el salón, al final de la sala mis compañeros del equipo de Fútbol americano gritaron ''¡Stevie Stevie!'' de forma masculina y luego volvieron a ponerse serios y se acomodaron uno al lado de otro, estaban de pie porque no habían conseguido asientos.

 Sonreí feliz de la vida, acababa de graduarme y con reconocimientos, los cuales eran dichos hacia la gente en voz alta, algunas madres de mis compañeros me miraron con una mirada extraña, que yo sepa no a muchas de ellas les caía bien, porque para las juntas que hacían mi padre me pedía ir y yo era tal cual y esas mujeres me miraban mal por mi comportamiento, hoy no estaba como esos días, bajo mi túnica traía el vestido azul con balones de fútbol americano, en el cabello llevaba una trenza algo suelta con cintas delgadas de colores, y le pedí a Rebbeca que me maquillara un poco, he hizo lo que pudo para dejarme bien pero que casi no lo percibiera.

La ceremonia duró a lo menos una hora después ya que recién iban en la ''B'' y eramos a lo menos 50 entre los dos cursos, que teníamos graduación.

Salimos con Jared luego de que llevaran a los padres a la sala donde habría un coctel para todos, antes de llegar a la puerta los chicos del equipo nos cargaron a Jared y a mi en modo de celebración ellos eran dos o un año menor que nosotros y desde siempre les hemos como por así decirlo enseñado muchas cosas, más allá de las prácticas.

Nos tomamos varias fotos hasta que ya los estaban echando por desordenes, al momento de entrar al coctel -ambos con la ropa adecuada- nos tomamos de la mano, abrimos la puerta con una gran sonrisa y los flashes nos apuntaron, el de mis hermanos y el del camarógrafo que ahí estaba, rápidamente mi padre se acercó a nosotros y nos envolvió en sus brazos fuertemente, luego mis hermanos y finalmente alguien a quien no esperaba ahí, Christopher, él me atrajo hacia su cuerpo en un gran abrazo, algo confundida pero feliz se lo devolví estaba muy emocionada por todo, me separé un poco para verle el rostro pero no duré mucho porque él me estaba besando.

  — Felicidades Princesa — Me tomó entre sus brazos y me nos hizo dar un par de vueltas sobre nuestro propio eje, solté una risita nuevamente, la felicidad me invadía completamente, todo lo que había pasado estos años ya dieron los frutos que esperaba y estaba orgullosa de mi misma.