Veintiseis

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Stevie:

  —  y por esas razones creo que lo mejor será que no los perdones, bueno es tu decisión, pero sinceramente, ¿después de todo lo que te han hecho?, perdonarlos sería dejar que salgan impunes, tu sufriste, y ellos no te han consolado, ¿o si? — . Escuché atentamente sus palabras y de a poco les fui encontrando el sentido.

  — Tienes razón, ninguno de ellos me ha tratado de consolar, y no es que lo quiera, lo único que quieren es mi perdón, tampoco han hecho nada para arreglarlo, siento que sólo lo hacen por el deber, nadie es tan frío como para que sólo quieran pedir disculpas.

— Tienes razón, eres una chica muy inteligente, entiendes todo a la perfección, ¿quién diría que somos tan parecidos?, me caes bien niña.

— Tu igual me caes bien niño — Lo miré fijamente y ambos nos sonreímos, John sacó una botella de agua de su mochila y tomó un sorbo antes de tenderme la botella. Ambos caminábamos por una avenida que llevaba al centro de la ciudad, la calle estaba llena de nieve y ambos estábamos lo más abrigados que podíamos, faltaban tres días para Navidad y dos para mi cumpleaños y el de Jared, John me había pedido compañía para comprar los últimos regalos antes de que se acabara todo, el último día es el peor, siempre.

  — Oye, mira hacia acá — Me giré al llamado de John quien tenía su teléfono con el que me sacó una foto, sonreí justo cuando el flash pegaba contra mis ojos, no sentí necesidad de asesinarle o algo por el estilo, de hecho me pareció divertido, por lo que ambos comenzamos a sacarnos fotos juntos haciendo caras y sonriendo.

(...)

Cuando ya eran las cinco y media de la tarde y con John estábamos haciendo fila para la comida rápida, nuestros pies no soportaban más y las bolsas nos hacían mucho peso, ¿quién quiere recibir una caja con casi quinientos dólares en maquillaje?, pues según John tiene tres primas quienes aman el maquillaje y él se encarga de consentirlas por no se qué problemas familiares tiene, no quise preguntar y me mantuve al margen de eso, pero ya de por sí el gesto es para mi innecesario.

  — Ve a buscar una mesa, estoy seguro de que estás cansada y esto va a tardar un poco, anda — John me sonrió antes de señalar con la cabeza una mesa cerca de los ventanales vacía y un poco alejada, asentí sonriendo y me instalé ahí.

Al poco rato John llegó con la bandeja de comida y demoramos como 2 horas en comer todo, nos quedábamos hablando de muchas cosas, y como era mucha comida no había problema ni incomodidad.

  — Y eso, mi madre me mantuvo fuera en la carpa sin comida y con sólo una frazada, jamás le volví a comentar la idea de hacerme independiente, mi padre estab... Espera me están llamando — Se levantó de la mesa susurrando un ''permiso'' y sonrió de una manera bastante extraña, diría que hasta fue malvada, se alejó un poco pero no pude escuchar nada, sólo una risa y luego volvió con una sonrisa de diversión.

  — ¿Quién era? — Pregunté riendo ya que su cara tenía una sonrisa contagiosa.

— Ahh, nadie importante, le hice una broma a un amigo y me estaba reclamando, descuida siempre somos así, ¿en que iba?... Ah, cierto mi padre se ponía en la puerta de la casa y empezaba a comer mis frituras, las que había guardado bajo mi cama en caso de emergencia, fue horrible.

  — Yo escondo la comida en mi caja fuerte, y en un baúl de bajo de mi cama tengo mis artículos de broma — Sonreí mordiendo mi labio, su cara se iluminó y de pronto me dí cuenta que alguien se acercaba detrás de él con cara enojada.

— ¡Aléjate de ella! — Christopher gritó con la cara roja de enojo y el ceño fruncido, tenía unas grandes ojeras bajo los ojos y Malcom venía detrás de él con la cara confundida.

  — ¡Oye oye amigo, cálmate!, ¿qué sucede? — Preguntó de forma inocente John, le fulminé con la mirada al darme cuenta que esto tenía que ver con él.

— ¡Sucede que no quiero que te acer...

— ¡Chris! — Le llamé, el susodicho se dio vuelta rápidamente y su mirada fue de dolor — No deberías estar aquí.

  —¡Él ha sido el culpable de que haya venido!

— No me importa, por favor márchate de aquí... ¿Sabes qué?, mejor me marcho yo, ya todo se fue a la mierda hoy.

Me levanté rápido de la mesa recogiendo mis cosas, le dí una última llamada a Chris y a Malcom que todo este rato se había mantenido a raya y me di media vuelta, unos metros más allá escuché una risa maliciosa, luego sentí a John a mi lado junto con todas sus bolsas. Cuando estábamos en un parque cerca de mi casa John pidió un momento para descansar por la cantidad de bolsas que traía.

— ¿Ves como actúa alguien posesivo?, no los perdones Stevie, te hacen solamente mal.

  — Pensaré en lo que me dices.

— Vamos, te dejo en tu casa — Sonrió mostrando todos sus dientes, caminamos hasta mi hogar en silencio, nos despedimos deseándonos una feliz navidad ya que no nos veríamos hasta después de esta y se fue. 

(...)

  — ¿Ola?, Stevie...

— Malcom, necesito que hablemos.

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Parte 1 de 2, mañana o pasado subo la siguiente parte. 


¡Que no soy chico!Where stories live. Discover now